Abad. Fue un poderoso exorcista.
Pon a Cristo antes que todo.
No antepongan nada absolutamente a Cristo - De la regla de San Benito.
ORACIÓN PARA PEDIR SU PROTECCIÓN
Pon a Cristo antes que todo.
Con licencia eclesiástica.
Cruz del Santo Padre Benito. Cruz Santa sé mi Luz y no sea nunca el demonio (dragón) mi conductor. ¡Aléjate, Satanás! No me persuadirás de cosas vanas. Son malas las cosas que me ofreces, bebe tú mismo tu veneno. En el Nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo . Amén.✞
Sancte Pater Benedicte, R. ora pro nobis
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro.
†En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración de introducción
¡Oh glorioso San Benito, modelo sublime de todas las virtudes, vaso puro de la gracia de Dios! Mírame, humildemente arrodillado a tus pies.
Imploro a tu amoroso corazón que ore por mí ante el trono de Dios.
A ti recurro en todos los peligros que me rodean a diario.
Protégeme contra mis enemigos, inspírame a imitarte en todas las cosas.
Que tu bendición me acompañe siempre, para que pueda evitar todo lo que Dios prohíbe y evitar las ocasiones de pecado.
Consígueme bondadosamente de Dios aquellos favores y gracias de que estoy tan necesitado, en las pruebas, miserias y aflicciones de la vida.
Tu corazón siempre estuvo tan lleno de amor, compasión y misericordia hacia aquellos que estaban afligidos o atribulados de alguna manera.
Nunca despediste sin consuelo y ayuda a nadie que recurriera a ti.
Invoco, por tanto, tu poderosa intercesión, confiado en la esperanza de que escucharás mis oraciones y me obtendrás la gracia y el favor que con tanto fervor imploro y que pido para la mayor gloria de Dios y el bien de mi alma (menciona aquí tus intenciones) y que os encomiendo a fin de que tengan una feliz solución. Amén.
Oración final
Ayúdame, oh gran San Benito, a vivir y morir como un hijo fiel de Dios, a ser siempre sumiso a su santa voluntad y a alcanzar la felicidad eterna del cielo. Amén.
† En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
- Para destruir la brujería y todas las demás influencias y obsesiones diabólicas;
- Para impartir protección a las personas tentadas, engañadas, o atormentadas por espíritus malignos;
- Para obtener la conversión de los pecadores en la Iglesia Católica, especialmente cuando se encuentran en peligro de muerte;
- Para servir como una armadura contra la tentación;
- Para destruir los efectos del veneno;
- Para asegurar un parto oportuno y saludable para los niños;
- Para brindar protección contra las tormentas y los rayos;
- Para servir como un remedio eficaz para dolencias corporales y un medio de protección contra las enfermedades contagiosas.
- Quienes lleven la medalla de San Benito, como un sacramental que es, a la hora de la muerte serán protegidos de todo mal siempre que se encomienden al Padre Celestial, se confiesen y reciban la comunión o al menos invoquen el nombre de Jesús con profundo arrepentimiento
Señor, Dios nuestro, que hiciste del abad san Benito un esclarecido maestro en la escuela del divino servicio, concédenos, por su intercesión, que, prefiriendo tu amor a todas las cosas, avancemos por la senda de tus mandamientos con libertad de corazón. Por nuestro Señor Jesucristo.
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