ORATIONEM PRO CONVERSIONE IVDAEORVM
OREMVS ET PRO PERFIDIS IVDAEIS VT DEVS ET DOMINVS NOSTER AVFERAT VELAMEN DE CORDIBVS EORVM VT ET IPSI AGNOSCANT IESVM CHRISTVM DOMINVM NOSTRVM (Non respondetur Amen, nec dicitur Oremus, aut Flectamus genua, aut Levate, sed statim dicitur:) OMNIPOTENS SEMPITERNE DEVS QVI ETIAM IVDAICAM PERFIDIAM A TVA MISERICORDIA NON REPELLIS EXAVDI PRECES NOSTRAS QVAS PRO ILLIVS POPVLI OBCAECATIONE DEFERIMVS VT AGNITA VERITATIS TVAE LVCE QVAE CHRISTVS EST A SVIS TENEBRIS ERVANTVR PER EVDEM DOMINVM NOSTRVN IESVM CHRISTVM FILIVM TVVM QVI TECVM VIVIT ET REGNAT IN VNITATE SPIRITVS SANCTI DEVS PER OMNIA SAECVLA SAECVLORUM AMEN
Oremos también por los pérfidos judíos, para que Dios Nuestro Señor aparte el velo de sus corazones, de modo que ellos también reconozcan a Cristo Nuestro Señor (No se responde "amén", ni se dice "Oremos", ni "Arrodillémonos" o "En pie", sino que inmediatamente se dice:) Omnipotente y sempiterno Dios, Tú que no excluyes de tu Misericordia ni siquiera a los pérfidos judíos, escucha nuestras preces, que te dirigimos por la obcecación de aquel pueblo; de tal modo que, conocida la Verdad de tu Luz, que es Cristo, salgan de sus tinieblas. Por el mismo Cristo Nuestro Señor, Hijo tuyo, que vive y reina en la Unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
(MISSALE ROMANVM: Oraciones solemnes del Viernes Santo)
2 Corintios 3:14
San Cirilo de Jerusalén –Dios no acepta el culto de quienes no adoran al Hijo
El Padre se indigna cuando el Hijo unigénito es privado de su honor.
Un rey considera grave que alguien insulte a un simple soldado. Por tanto, si se trata indecorosamente a alguien de las personas más honorables, compañeros o amigos, más se enciende la propia cólera. Y si alguien injuria al Hijo único del Rey, ¿quién aplacará y suavizará al Padre del Hijo unigénito de tal modo conmovido? Si alguien, por consiguiente, quiere ser piadoso para con Dios, adore al Hijo; de otro modo, el Padre no admitirá su culto. (San Cirilo de Jerusalén. Catequesis X, Un solo Señor, Jesucristo, n. 1-2)
San Juan Crisóstomo
Los judíos no serán perdonados ni por la circuncisión ni por otras normas, sino por el bautismo
Un rey considera grave que alguien insulte a un simple soldado. Por tanto, si se trata indecorosamente a alguien de las personas más honorables, compañeros o amigos, más se enciende la propia cólera. Y si alguien injuria al Hijo único del Rey, ¿quién aplacará y suavizará al Padre del Hijo unigénito de tal modo conmovido? Si alguien, por consiguiente, quiere ser piadoso para con Dios, adore al Hijo; de otro modo, el Padre no admitirá su culto. (San Cirilo de Jerusalén. Catequesis X, Un solo Señor, Jesucristo, n. 1-2)
San Juan Crisóstomo
Los judíos no serán perdonados ni por la circuncisión ni por otras normas, sino por el bautismo
“Y esta será mi alianza con ellos, cuando los purifique de sus pecados”. No cuando sean circuncidados, ni cuando sacrifiquen, ni cuando cumplan las otras normas, sino cuando encuentren absolución de sus pecados. Si, pues, esto ha sido prometido, aunque todavía no ha acontecido con ellos, ni se han apartado mediante la absolución del bautismo, tendrá lugar ciertamente. Así añade: “Porque los dones y el llamado de Dios son irrevocables”. (San Juan Crisóstomo. Homilía IX sobre la Carta a los Romanos, n. 6)
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a cuantos le recibieron, les dio poder de ser hechos hijos de Dios, a aquéllos que crean en su nombre. Los cuales son nacidos no de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios.
Crisóstomo, in Ioannem, hom. 8 (Catena Aurea)
El mismo llama ahora suyos a los judíos, como pueblo escogido. Pero llama a todos los hombres, porque todos han sido hechos por El. Como antes decía, avergonzándose por la naturaleza humana, que con el mundo hecho por El no había reconocido a su autor por quien había sido hecho, así ahora se indigna otra vez por la ingratitud de los judíos, y los reprende diciendo: "Y los suyos no le recibieron".
Crisóstomo, ut sup
Y no dijo que los obligó a hacerse hijos de Dios, sino que les dio poder de ser hechos hijos de Dios, manifestando que se necesita de mucho cuidado para que conservemos siempre la imagen de la adopción, que se ha impreso y formado en nosotros por el bautismo. Además nos manifiesta así que a ninguno de nosotros podrá arrebatársele esta gracia, si nosotros no nos privamos de ella. Por tanto, si los que reciben de los hombres el dominio de algunas cosas poseen el dominio de ellas casi tanto como los que se las conceden, mucho más nosotros, que recibimos de Dios esta gracia. También quiere dar a entender que esta gracia se concede a los que la quieren y la buscan. Porque depende del libre albedrío y de la obra de la gracia que los hombres se hagan hijos de Dios.
Beda (Catena Aurea)
La generación carnal de todos procede de la unión de los consortes, pero la espiritual se concede en virtud de la gracia del Espíritu Santo.
Concilio de Florencia (XVII Ecuménico)
Concilio de Florencia (XVII Ecuménico)
•Nadie, ni siquiera los judíos, puede salvarse fuera de la Iglesia.
Firmemente cree, profesa y predica que nadie que no esté dentro de la Iglesia Católica, no sólo paganos, sino también judíos o herejes y cismáticos, puede hacerse partícipe de la vida eterna, sino que irá al fuego eterno que está aparejado para el diablo y, sus ángeles (Mt 25, 41), a no ser que antes de su muerte se uniere con ella; (Denzinger-Hünermann, 1351. Concilio de Florencia. Bula Cantate Domino, de 4 de febrero de 1442)
El Papa Gregorio XVI:
“Por lo tanto, deben instruirlos en la verdadera adoración de Dios, que es única para la religión católica.” (Summo Iugiter Studio (# 6), 27 de mayo de 1832)
El Papa San Gregorio Magno:
“La sacrosanta Iglesia universal enseña que no es posible adorar a Dios verdaderamente excepto en ella…”
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