Ite ad Ioseph ❀

Tu eris super domum meam...
Génesis 41:40 



“Con el nombre de Padre, Dios honró a José sobre todos los patriarcas, profetas, apóstoles y pontífices: éstos llevan el nombre de siervos; José obtiene el de Padre.”

San Alfonso María de Ligorio

 

Palabras de la Santísima Virgen María  en las Revelaciones a Santa Brígida: Desde aquel día, San José me honraba como a su reina, y yo me humillaba hasta tributarle los últimos servicios.

Antes de que José se comprometiera conmigo por el Espíritu  Santo  había entendido que yo había consagrado mi virginidad a Dios y que era inmaculada en pensamiento, palabra y obra. Él me prometió con la intención de que él me serviría, tratándome como su reina, no como su esposa.

Mas José, a quien estaba yo encomendada, después que supo que estaba yo encinta, llenóse de admiración, y considerándose indigno de vivir conmigo, estaba angustiado sin saber qué hacer, pero el ángel le dijo mientras dormía: No te apartes de la Virgen que se te ha encomendado, pues es muy cierto de que concibió por el Espíritu de Dios, y parirá un Hijo que será el Salvador del mundo. Sírvele, pues, con fidelidad, y sé el custodio y testigo de su pudor. Desde aquel día me sirvió José, como a su (reina), y yo también me humillaba a hacer por él hasta lo más pequeño...

José me sirvió de tal suerte, que jamás se oyó en sus labios una palabra frívola ni una murmuración, ni el menor arranque de ira; pues fué pacientísimo en la pobreza, solícito en el trabajo cuando era menester, mansísimo con los que le reconvenían, obedientísimo en obsequio mío, prontísimo defensor contra los que dudaban de mi virginidad y fidelísimo testigo de las maravillas de Dios. Hallábase también tan muerto para el mundo y la carne, que nada deseaba sino las cosas del cielo, y creía tanto las promesas de Dios, que continuamente decía: ¡Ojalá viva yo y vea cumplirse la voluntad de Dios! Rarísima vez se presentó en las juntas y reuniones de los hombres, porque todo su empeño lo cifró en obedecer la voluntad de Dios, y por esto ahora es grande su gloria.

 

Santa Teresa de Ávila: “Parece que algunos Santos han recibido de Dios la gracia de socorrer en una necesidad particular; este en cambio socorre en todas, según lo sé por experiencia, y quien no se fiara de mis palabras que lo ponga a prueba…”

“Aunque tenga muchos santos por abogados, tengan particularmente a san José, que alcanza mucho de Dios.” Santa Teresa de Ávila

    

                                     

 

ORACIÓN A SAN JOSÉ
¡Oh San José, custodio y padre de vírgenes, a cuya guarda fue encomendada la misma inocencia Cristo Jesús y María, Virgen de las Vírgenes: os suplico y ruego, por estas dos riquísimas prendas Jesús y María, que, preservándome de toda impureza, hagáis que siempre sirva a Jesús y María con corazón puro, con cuerpo casto y con el alma libre de toda mancha de pecado. Amén.

Inscribimos a nuestros hijos y jóvenes en el taller de San José  para que bajo su cuidado y protección sean capacitados para enfrentarse a todos los retos de este mundo y con su poderosa ayuda puedan vencerlos, convirtiéndose en testigos de Cristo para iluminar al mundo dando ejemplos de santidad, llevando en sus manos la bandera victoriosa de la castidad formen el ejercito de la Virgen María y defiendan los derechos de Dios.