SAN JOSÉ, PROTECTOR DE LA IGLESIA
Bendito José, casto esposo de la Virgen María,
permanece con nosotros en este día.
Tú que protegiste a la Virgen;
y amaste al Niño Jesús como a tu propio Hijo,
le rescataste del peligro de muerte.
Defiende la Iglesia, la casa de Dios,
comprada por la sangre de Cristo.
permanece con nosotros en este día.
Tú que protegiste a la Virgen;
y amaste al Niño Jesús como a tu propio Hijo,
le rescataste del peligro de muerte.
Defiende la Iglesia, la casa de Dios,
comprada por la sangre de Cristo.
Guardián de la Familia Santa,
permanece con nosotros en nuestras pruebas.
Que tus oraciones nos obtengan
la fuerza para huir del error
y luchar contra los poderes de la corrupción
de manera que en esta vida crezcamos en santidad
y después de la muerte nos regocijemos con la corona de victoria.
Amén.
permanece con nosotros en nuestras pruebas.
Que tus oraciones nos obtengan
la fuerza para huir del error
y luchar contra los poderes de la corrupción
de manera que en esta vida crezcamos en santidad
y después de la muerte nos regocijemos con la corona de victoria.
Amén.
Consagración a San José
(de los Padres a sus hijos )
Traducida por Angie Ware
¡Oh glorioso San José,
Dios te encomendó el cuidado
de su Hijo unigénito
en medio de los muchos peligros de este mundo.
Venimos a
suplicarte que tomes bajo tu protección especial
los hijos que Dios nos ha dado.
A través del bautismo, ellos se hicieron hijos de Dios y miembros de su Santa Iglesia .
Los consagro hoy a ti ,
para que a través de esta consagración
ellos puedan llegar a ser tus hijos adoptivos.
Guárdalos, guía sus pasos en la vida,
formar sus corazones con el modelo de Jesús y María.
Dios te encomendó el cuidado
de su Hijo unigénito
en medio de los muchos peligros de este mundo.
Venimos a
suplicarte que tomes bajo tu protección especial
los hijos que Dios nos ha dado.
A través del bautismo, ellos se hicieron hijos de Dios y miembros de su Santa Iglesia .
Los consagro hoy a ti ,
para que a través de esta consagración
ellos puedan llegar a ser tus hijos adoptivos.
Guárdalos, guía sus pasos en la vida,
formar sus corazones con el modelo de Jesús y María.
San José,
que sentías la tribulación y la preocupación de un padre
cuando el niño Jesús se perdió,
proteger a nuestros queridos hijos por el tiempo y la eternidad.
Puedes ser su padre y consejero.
que ellos, como Jesús,
crezcan en edad, así como en sabiduría
y en gracia ante Dios y los hombres.
Presérvalos de la corrupción de este mundo,
y danos la gracia de un día
estar unidos con ellos en el cielo para siempre.
que sentías la tribulación y la preocupación de un padre
cuando el niño Jesús se perdió,
proteger a nuestros queridos hijos por el tiempo y la eternidad.
Puedes ser su padre y consejero.
que ellos, como Jesús,
crezcan en edad, así como en sabiduría
y en gracia ante Dios y los hombres.
Presérvalos de la corrupción de este mundo,
y danos la gracia de un día
estar unidos con ellos en el cielo para siempre.
Amén.
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