Alrededor de unos 100.000 irlandeses defensores pro-vida se tomaron las calles de todo el país el pasado sábado, para oponerse a la legalización del aborto en Irlanda
(Gaudium Press/InfoCatólica) «El aborto no tiene cabida en una sociedad compasiva y progresiva», dijo Niamh Uí Bhriain, portavoz de ‘Save the 8th'.
Por su parte, el ex primer ministro irlandés John Bruton instó a los votantes a que rechacen la derogación de la 8ª enmienda, la cual fue aprobada en el año 1983. La misma protege los derechos del no nacido y de la madre por igual. Además afirmó que los bebés ya están desarrollando fuerza antes de nacer y que pueden «sentir»; también añadió: «Es cierto que probablemente somos uno de los pocos países del mundo que tiene, en nuestra Constitución, un reconocimiento expreso del derecho a la vida del niño por nacer, pero eso es algo de lo que deberíamos estar orgullosos», dijo al Catholic Herald.
Además la marcha contó con la participación del activista contra del aborto de fetos con Síndrome de Down Charlie Fien, quien expresó que Irlanda es uno de los pocos países donde los bebés con dicha característica están protegidos dentro del útero.
Por otra parte, los obispos irlandeses emitieron la carta pastoral «Dos vidas, un amor» sobre el derecho a la vida y hablaron sobre el gran perjuicio que habría para el país si se cambia la Constitución desprotegiendo la vida del no nacido.
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