Germán Mazuelo-Leytón
El reciente 1 de septiembre la revista «Le Figaro» publicó extractos de la entrevista efectuada a Franciscus por el sociólogo y escritor francés Dominique Wolton, en la que Jorge Mario Bergoglio se refiere a las «mujeres en su vida».
El Obispo de Roma, luego de referirse a las féminas de su familia, -sus abuelas, su madre-, destaca la notable influencia que ejerció en él Esther Balestrino de Careaga, química, jefa del departamento donde trabajó, de quien afirma que «le enseñó a pensar en la realidad política». «Era una comunista de Paraguay», dice el
Comunistas de las FARC agitando la Bandera de orgullo Gay. |
Influencia notable, ya que en 2014, Franciscus afirmó precisamente eso mismo: «Los comunistas nos han robado la bandera. La bandera de los pobres es cristiana… Así que cuando hablan, se les podría decir: pero vosotros sois cristianos» (Entrevista concedida a la periodista italiana Franca Giansoldati "Il Messaggero" junio 2014).
Los escritos de Marx exponen el propósito verdadero del comunismo: «No es la religión la que crea al hombre, sino el hombre que crea la religión… la religión es el gemido de la criatura oprimida… es el opio del pueblo. La destrucción de la religión, como una felicidad ilusoria del pueblo, es el requisito de su felicidad verdadera» («Crítica de la filosofía de Hegel», Karl Marx).
Ese falso mesianismo marxista, en vez de liberar, se convirtió en una poderosa y demoledora máquina de destrucción social, ya que fue empleado, en la aniquilación de las sociedades que ellos odian y desprecian, así, durante el siglo precedente, la ideología marxista, llevó al mundo a la opresión de naciones completas y a terribles confrontaciones bélicas, pero las tiranías, por más sañudas que éstas sean, siempre serán efímeras en el tiempo.
Liberación es un vocablo que en el presente y de formas muy diversas tiene fuertes connotaciones, podría decirse incluso contradictorias y contrarias, ergo, la ideología de la liberación llamada «Teología de la liberación» frecuentemente contiene una sobredosis de liberación y muy poco de teología, al menos de la auténtica de Cristo.
Como señala el Padre Miguel Podarowski «siguiendo el tema de la penetración de pensamiento marxista en la Teología, y después de comprobar que esta influencia es determinante en una de las corrientes de la "Teología de la Liberación", hasta tal punto que conviene llamarla "teología marxista de la liberación"».
«Para la gran mayoría de los "cristiano-marxistas" partidarios de una estrecha colaboración con los marxistas en la lucha revolucionaria, y entusiastas en la "teología (¿) marxista de la revolución", la "teología (¿) de la violencia" se presenta como una necesidad para justificar la aplicación de la lucha de clases y de todo tipo de violencia, incluido el paredón».
Franciscus ha abrazado y rehabilitado calurosamente a los ideólogos de esa corriente que marxistiza la teología, falsos profetas prohibidos firmemente por Juan Pablo II, y el entonces Prefecto de la Sda. Congregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger, luego Benedicto XVI, siendo que esa pseudo teología se alió durante décadas a los revolucionarios latinoamericanos que intentaron hacer de América latina una gigantesca Cuba.
Ningún católico de sana doctrina, puede olvidar durante la visita de Jorge Mario Bergoglio a Bolivia, la blasfema cruz que le fue obsequiada entrelazada con la hoz y el martillo.
El Papa León XIII había dicho: «aquella secta» «de mortal pestilencia que serpentea por las más íntimas entrañas de la sociedad humana… conduce al peligro extremo de la ruina», (Encíclica «Quod Apostolici Muneris»).
La más importante definición doctrinal sobre el comunismo marxista, la dio el Papa Pío XI, quien advirtió: «Este peligro tan amenazador para el uso pleno y exclusivo de un partido, de un régimen, sobre la base de una ideología que explícitamente se resuelve en una propia y verdadera estatolatría pagana, en pleno conflicto tanto con los derechos naturales de la familia como con los derechos sobrenaturales de la Iglesia… el comunismo es intrínsecamente perverso y no es posible admitir en ningún terreno la colaboración con él por parte del que quiera salvar la civilización cristiana» (Encíclica "Divini Redemptoris").
El Paredón , la pared de la matanza donde los católicos murieron gritando ” ¡Viva Cristo Rey! ¡Abajo el comunismo! |
Recientemente las tenebrosas FARC, que llevaron a Colombia a 54 años de guerra interna con 220.000 muertos, tráfico de drogas, extorsión, secuestros, violaciones, etc., se convirtieron en partido político, después de que el gobierno de Santos firmara con ellos un «acuerdo de paz», cocinado durante cuatro años en Cuba teniendo al totalitario y tirano gobierno comunista de Cuba como anfitrión y garante, a espaldas del pueblo, ya que los colombianos rechazaron en plebiscito, ese nefando acuerdo por el que los «antiguos terroristas se transformaron en víctimas heroicas».
Tanto a la firma de dicho acuerdo en Cartagena, como el lanzamiento del nuevo partido político el 1 de septiembre pasado, precedieron sendos rituales chamánicos. Como un grotesco preámbulo a la visita del Obispo de Roma, que estará en Colombia entre el 6 y 10 de septiembre, brujos y chamanes «se tomaron la plaza Bolívar, en lo que las FARC llamaron "cultura étnica"».
Abominación más bien, ya que está escrito: «Ved, Yo os pongo hoy delante bendición y maldición; la bendición, si cumplís los mandamientos de Yavé, vuestro Dios, que Yo os prescribo hoy; la maldición, si no cumplís los mandamientos de Yavé, vuestro Dios, y, apartándoos del camino que Yo os prescribo hoy, os vais tras otros dioses que no habéis conocido» (Deuteronomio 11, 26-28).
Francisco ha bendecido los acuerdos entre el Gobierno de Colombia y las FARC, éstas esperan anhelantes a Jorge Mario Bergoglio para que bendiga ahora su consagración al demonio de este reciente 1 de septiembre, en medio de satánicos rituales.
Congregación para la Doctrina de la Fe
Prohibición formal de cooperar con partidos comunistas. Excomunión latae sententiaeaRechazo de la sabiduría del Evangelio y resucitador del paganismo:
En algunas regiones, como todos saben, el mal ha llegado a tal punto que, incluso, destruye el propio derecho de la propiedad privada, colocando en común todas las cosas. […] despreciando la luz de la sabiduría evangélica, se esfuerzan por resucitar los errores paganos y sus maneras de vivir. […] Y mientras lanzan al desprecio la esperanza de los bienes celestiales, incitan los hombres a conseguir, incluso usando medios ilícitos, una felicitad terrena totalmente falsa, empujándolos a la disolución del orden social, suscitando desórdenes, rebeliones cruentas e incluso la conflagración del la guerra civil. (Pío XI. Enciclica Ingravescentibus malis, 29 de septiembre de 1937)
Excelente artículo!!! Oremos por Colombia
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