El Vengativo activista homosexual de izquierda anticatólico Víctor "Tucho" Fernández en complicidad con Bergoglio se desquita de la Iglesia en su rebelión contra Dios
Tucho anula el Sexto y Noveno Mandamiento en la pseudo-iglesia de Bergoglio.
"Tucho" se venga de la Congregación para la Doctrina de la Fe que lo investigó durante meses por defender la misma herejía de bendecir las uniones homosexuales pecaminosas. Y en complicidad con Bergoglio, difamó a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
El activista gay y anticatólico Jorge Bergoglio propuso al activista gay "Tucho" Fernández reconfigurar la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Tucho: cuando le dije que no, en una primera instancia, me dijo "lo quiero reconfigurar, pensalo bien".
Y vemos cómo astutamente la han eliminado y reemplazada por una antidoctrina pro-gay.
Bergoglio: “Lo que espero de vos es sin duda algo muy diferente” “no controlar ni condenar”, como en el pasado hizo el Santo Oficio. Además, le solicitó no ocuparse del tema abusos –ya que lo hace otra sección de ese “ministerio”–, sino concentrarse en el área teológica que necesita desarrollo y en la promoción del pensamiento.
Bergoglio nombró como destructor de la Congregación de la Doctrina de la Fe a su cómplice impenitente homosexual "Tucho" Fernández
La parodia que reemplaza a la Congregación del destructor Bergoglio y su cómplice Tucho maliciosamente anula el concepto de Pecado y también anulan los Mandamientos 6, 9 y 10. Donde se inventa una pseudo-pastoral que promueve los pecados de blasfemia contra el Espiritu Santo (el Pecado de la Impenitencia Final, La presunción de salvarse sin merecimientos, la impugnación de la verdad conocida, la envidia o pesar de la gracia ajena) y contradice la Doctrina Moral Católica y desafía la Ley de Dios.
"Tucho" es como un perverso convicto que usurpa al Juez y se sienta en el puesto de Juez para tratar de anular la Ley que lo condena.
El Código Da Vinci se queda corto ante el blasfemo y perverso panfleto de Tucho
Hay que investigar si Fernández ingresó al seminario siendo ya homosexual, masón y marxista anticatólico. Los dos libros blasfemos sodomoeróticos de Fernández demuestran su depravación sexual y su rebelión contra la doctrina moral católica y la ley divina natural, y su obstinación en la herejía y su apostasía.
Sus escritos heréticos demuestran que Fernández ya se había desviado de la fe católica desde sus inicios como sacerdote y al haber sido investigado por la Congregación para la Doctrina de la Fe es el otro elemento que confirma que Fernández es un hereje formal que se ha obstinado en viejas herejías. en lugar de haberse arrepentido y rectificado sus creencias heréticas.
El depravado y blasfemo destructor de la Fe "Tucho" imagina a una menor de edad teniendo una aventura con "Jesús"
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