¿Tiene miedo? "Me gusta pensar que el infierno está vacío"
“Lo que voy a decir no es un dogma de fe, sino algo que creo personalmente: Me gusta pensar que el infierno está vacío. Espero que sea la realidad”.
Francisco dijo esto durante el programa de televisión italiano Che tempo che fa el 14 de enero. Si el infierno está vacío, entonces Francisco, sus cardenales, el Vaticano, su Iglesia, los sacramentos y el Evangelio no sirven para nada y pueden irse al infierno.
y ha reservado en eterna prisión, en el fondo de las tinieblas, para el día del juicio final, a los ángeles que no guardaron su condición privilegiada y perdieron su propia mansión;
Cómo Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, que, de igual modo que ellas, habían fornicado, yéndose tras los vicios contra naturaleza, fueron puestas para escarmiento, sufriendo la pena del fuego perdurable. Judas 1
Biblia Martin Nieto
como a Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, que, al igual que aquéllas, se dedicaron a la lujuria y la homosexualidad y quedaron como ejemplo, sujetas a la pena del fuego eterno.
San Pedro explica en la Segunda Carta que el Infierno es para los herejes (falsos maestros), para los sodomitas y quienes los siguen en sus vicios, para los impíos y para los ángeles apóstatas.
4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio; 5 y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos; 6 y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente, 7 y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados 8 (porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos) 2 Pedros 2
2 Tesalonicenses 3:6
Hermanos, os mandamos en nombre del Señor Jesucristo que os apartéis de todo hermano que viva desordenadamente y no según la tradición que de nosotros recibisteis.
Don Bosco: "Aléjense de las malas compañías como quien se aleja de una víbora venenosa. Si ustedes mantienen las buenas compañías, les aseguro que un día gozarán con la Madre Santísima en el Cielo. Pero si ustedes permanecen en compañía de los malvados, les aseguro que se volverán malos ustedes mismos, y correrán el riesgo de perder sus almas."
Bergoglio nuevamente demuestra que no profesa la Fe Católica. Un no católico no puede ser papa.
San Roberto Belarmino, Sobre el Romano Pontífice, Libro 2, Capítulo 30. “Este principio es sumamente cierto. El no cristiano no puede de ningún modo ser Papa, como admite el propio Cayetano (ib. c. 26). La razón de esto es que no puede ser cabeza de lo que no es miembro; ahora bien, quien no es cristiano no es miembro de la Iglesia, y un hereje manifiesto no es cristiano, como claramente enseñan San Cipriano (lib. 4, epist. 2), San Atanasio (Scr. 2 cont. . Arian.), San Agustín (lib. de great. Christ. cap. 20), San Jerónimo (contra Lucifer.) y otros; por lo tanto el hereje manifiesto no puede ser Papa”.
Los dogmas pertenecen al depósito de la fe de una manera irreversible. Negar algún dogma significa negar la misma fe, pues supone negar la autoridad de Dios, que lo ha revelado.
Si un católico rechaza parte de un dogma en realidad lo está negando en su totalidad.
El Código de Derecho Canónico define herejía:
Canon 751:«Se llama herejía la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma» Código de Derecho Canónico – CIC can. 751). -CIC# 2089.
Papa Benedicto XV (1914-1922), Encíclica Ad Beatissimi Apostolorum:
«Tal es la naturaleza de la fe Católica que no admite más o menos, sino que debe ser sostenida como un todo, o rechazarse como un todo: Esta es la fe Católica, que a menos que un hombre crea con fe y firmemente, el no podrá ser salvado.»
Por lo tanto, la herejía es la negación pertinaz de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica. El canon 750 § 1 define qué se debe creer con fe divina y católica:
Canon 750 § 1: Se ha de creer con fe divina y católica todo aquello que se contiene en la palabra de Dios escrita o transmitida por tradición, es decir, en el único depósito de la fe encomendado a la Iglesia, y que además es propuesto como revelado por Dios, ya sea por el magisterio solemne de la Iglesia, ya por su magisterio ordinario y universal, que se manifiesta en la común adhesión de los fieles bajo la guía del sagrado magisterio; por tanto, todos están obligados a evitar cualquier doctrina contraria.
Entre estas doctrinas se encuentran los artículos del Credo y los dogmas.
La masonería rechaza los dogmas de la Iglesia, promueve el relativismo total, es decir para ellos: no existe ninguna verdad absoluta e inmutable. Los masones rechazan cualquier verdad dogmática o moral objetiva.
Bergoglio niega el dogma del Infierno
Ya anteriormente ha negado las penas del Sentido que son parte inseparable del dogma del Infierno.
Bergoglio rechaza el Dogma del Infierno. No profesa la fe católica, si no que niega los dogmas y los está reemplazando con sus novedades heréticas y está creando una falsa iglesia que promueve los principios de la masonería.
El dogma del Infierno
Primera proposición dogmática: «Existe el infierno, al que van inmediatamente las almas de los que mueren en pecado mortal.» ( De fe divina expresamente definida.)
Segunda proposición dogmática: «La pena de daño del infierno consiste en la privación eterna de la visión beatifíca y de todos los bienes que de ella se siguen.» ( De fe divina.)
Tercera proposición dogmática: «A la pena de daño del infierno se añade la pena de sentido, que atormenta desde ahora las almas de los condenados y atormentará sus mismos cuerpos después de la resurrección universal.» ( De fe divina.)
Cuarta proposición dogmática: «La pena de sentido consiste principalmente en el tormento del fuego.» ( De fe divina.)
Quinta proposición dogmática: «El fuego del infierno atormenta no sólo a los cuerpos, sino también a las almas de los condenados.» ( De fe divina.)
Sexta proposición dogmática: «Las penas del infierno son desiguales según el número y gravedad de los pecados cometidos.» ( De fe divina.)
Séptima proposición dogmática: «Las penas del infierno son eternas.» ( De fe divina.)
La existencia del infierno y de que es eterno, fue definido dogma de fe en el IV Concilio de Letrán.
El Concilio IV de Letrán (1215) declaró: «Aquellos [los réprobos] recibirán con el diablo suplicio eterno» Dz 429; cf. Dz 40, 835, 840.
¿En qué consisten las penas del infierno?
El sufrimiento del alma por no poder ver a Dios, llamado pena de daño.
El sufrimiento del cuerpo o pena de sentido.
NATURALEZA DEL INFIERNO
La Teología escatológica en el apartado sobre el Infierno, enseña que existen dos castigos o penas aplicadas a los condenados:
Pena de daño (Poena Damni):
Privación de la visión beatífica de Dios, es decir, de un alejamiento total de su presencia: “No os conozco”: (Mt. 25, 12); “¡Apartaos de mi malditos!”: (Mt. 25, 41); “¿No sabéis que los injustos no poseerán el Reino de Dios?” También se le llama “dolor de pérdida” porque el condenado ha “perdido” a Dios para siempre, siendo esa infelicidad y amargura irreversible, cristalizada ya en la eternidad de su pena, siendo plenamente consciente de que Dios y los santos del Cielo gozan también eternamente de una paz y felicidad ya inalcanzables, lo que conlleva al sentimiento de una angustia mortal que no se calma con nada ni con nadie.
Pena de sentido (Poena Sensus):
Entendida como aquel suplicio que experimenta el condenado, y que lo percibe sensitivamente tanto en el espíritu (antes de la resurrección) como en el cuerpo y en el espíritu (después de la resurrección). La pena de sentido no sólo se refiere al sufrimiento causado por el fuego, sino también a todo tipo de suplicios sensitivos que afectan los sentidos espirituales y corporales, como son dolorosas torturas que infligidas a cada condenado según la parte o partes del cuerpo con las que llegó a pecar.
Catecismo Mayor Papa Pío X:
250 .- ¿En qué consiste la infelicidad de los condenados? – La infelicidad de los condenados consiste en ser privados por siempre de la vista de Dios y castigados con eternos tormentos en el infierno.
251.- ¿Son únicamente para las almas los bienes del cielo y los males del infierno? – Los bienes del cielo y los males del infierno son ahora únicamente para las almas, porque solamente las almas está ahora en el cielo o en el infierno; pero después de la resurrección, los hombres serán o felices o atormentados para siempre en alma y cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.