R. Señor, danos sacerdotes santos.
V. Para que nos acompañen a la hora de nuestra muerte, y ofrezcan la Santa Misa por nosotros



♰♰♰

domingo, 31 de enero de 2021

Don Bosco combatió la herejía valdense mientras el apóstata Bergoglio la promueve


Aquí vemos otro ejemplo en que la anti-doctrina del heresiarca Bergoglio contradice las enseñanzas de la Iglesia católica. 

La Iglesia  excomulgó en el Concilio de Verona en 1184 a la Secta herética fundada por Pedro Valdo (Valdenses).


En el siglo XIX, aproximadamente la mitad de los adherentes a la herejía valdense fueron liberales y francmasones, quienes se pasaron de la Iglesia católica a la valdense.


Don Bosco buscó la conversión de los herejes valdenses a pesar de que ellos lo querían matar. 

La preocupación de Don Bosco por un sacerdote que se volvió pastor valdense 


Vanos fueron los esfuerzos de Don Bosco por el sacerdote Luigi De Sanctis. El romano De Sanctis fue miembro de la orden de San Camilo, profesor de teología y sacerdote bien conocido en la Roma de los años treinta. Pero en el agitado año de 1848, De Sanctis volteó la espalda a la Iglesia católica, abandonó su orden y su parroquia y se fue a Malta. Se volvió protestante y se casó. Poco tiempo después fue Vicario del pastor Meille en Turín y participó en la revista anticatólica La luz evangélica, la cual fue dirigida principalmente contra Don Bosco. Cuando tuvo algunos conflictos con los valdenses, De Sanctis se volvió calvinista, lo que le costó perder sus privilegios dentro del valdesianismo y cayó en una crisis mayor.

Don Bosco contactó a De Sanctis el 17 de noviembre de 1854, intentó traer de vuelta a la Iglesia católica a este sacerdote apóstata. Esta acción sorprendió mucho a De Sanctis, después de todo, era un “traidor” y había escrito numerosos artículos contra la Iglesia católica, especialmente había atacado el Sacramento de la Penitencia. Pero Don Bosco estaba convencido del dogma Extra Ecclesiam Nulla Salus, le preocupaba la salvación de las almas de todos los hombres.
De hecho, De Sanctis le respondió, esto dio pie a un intenso intercambio de correspondencia que ha sido preservada. “No puede imaginar el impacto que tuvo en mí su amistosa carta de ayer. Nunca imaginé que hubiese tanta generosidad y amabilidad en el hombre que considero mi enemigo. No nos equivoquemos. Yo combato sus principios y Ud. los míos, pero en esta batalla me ha mostrado un amor sincero…
Don Bosco estaba convencido que en este sacerdote caído debía prevalecer un dilema moral muy grande, por lo que le ofreció amistosamente su mano, aunque al final De Sanctis lo decepcionó, pues seis meses después, retomó sus ataques contra la Iglesia católica, se dirigió a Florencia, se reintegró al valdesianismo y murió en 1869. Don Bosco hablaría de un “corazón endurecido” y un “intelecto oscurecido” que nunca abandonaron a este ex sacerdote camiliano.

Santo Domingo de Guzmán combatió las herejías Valdenses y Albigenses que Bergoglio promueve


La Santísima Virgen María le entregó el Santo Rosario a Santo Domingo Guzmán como arma para combatir la herejía y el pecado


La anti-doctrina de Bergoglio contradice las enseñanzas de Don Bosco 

Novena de San Juan Bosco a Nuestra Señora Auxiliadora contra los enemigos de Dios

 Para obtener un favor, San Don Bosco solía recomendar una Novena a Nuestra Señora Auxiliadora. Tenía una devoción singular a la Santísima Reina y aconsejaba algunas obras de caridad como agradecimiento por las gracias obtenidas.

Oh María, Virgen poderosa, eres la protectora poderosa y gloriosa de la santa Iglesia; eres la maravillosa ayuda de los cristianos; eres terrible como un ejército en orden de batalla; Tú solo has destruido toda herejía en el mundo entero. En medio de nuestra angustia, nuestras luchas y nuestra aflicción nos defienden del poder del enemigo y en la hora de nuestra muerte recibe nuestras almas en el paraíso. Amén.



Aquí mencione sus peticiones _____________


Di el Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre, tres veces


Dios te salve, Reina, Madre de Misericordia, Vida, Dulzura y Esperanza nuestra. A Ti clamamos, pobres hijos desterrados de Eva. A Ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Vuelve, pues, misericordioso Abogada, Tus ojos de misericordia hacia nosotros, y después de este este destierro muéstranos el fruto bendito de tu vientre, Jesús. Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.

sábado, 23 de enero de 2021

Novena a San Juan Bosco por la protección de los jóvenes

 


Oh glorioso San Juan Bosco, que para conducir a los jóvenes a los pies del divino Maestro y moldearlos a la luz de la fe y de la moral cristiana, te sacrificaste heroicamente hasta el final de tu vida y creaste un Instituto religioso propio destinado a perdurar y a llevar hasta los confines más lejanos de la tierra tu obra gloriosa, Obtén también para nosotros de Nuestro Señor un amor santo por los jóvenes que están expuestos a tantas seducciones, para que podamos dedicarnos generosamente en sostenerlos contra las trampas del diablo, en mantenerlos a salvo de los peligros del mundo, y en guiarlos, puros y santos, en el camino que conduce a Dios. Amén.

  Le pedimos a  Don Bosco que interceda ante el Trono de Dios para que nuestros jóvenes alcancen la santidad y vivan una vida pura según su Santa Palabra cumpliendo sus inmutables Leyes. Para que el Espíritu Santo actúe en sus vidas y les de el don del temor santo para no ofender a Dios de ninguna manera. Para que den testimonio de vida cristiana y utilicen sus cuerpos como un instrumento de santidad para alcanzar la plenitud de su vocación y estado de vida en completa santidad. Pedimos a Don Bosco que interceda para que Dios proteja y libere a nuestros jóvenes de los peligros y tentaciones del mundo actual; y para que el Espíritu Santo cure y restaure a quienes han sido abusados ​​sexualmente o corrompidos moralmente por la ideología de género. Pedimos por aquellos que desgraciadamente han caído en la trampa mortal de la homosexualidad, para que sean liberados, restaurados y se conviertan en instrumentos de santificación para otros jóvenes. A través de la poderosa intercesión de Don Bosco, pedimos para que nuestros jóvenes se conviertan en luz del mundo y sal de la tierra para la mayor gloria y alabanza de Jesucristo. Amen

miércoles, 6 de enero de 2021

╰☆╮Bendición del hogar en la Epifanía ╰☆╮

  


La bendición de las casas está muy relacionada con el significado de la triple conmemoración de la Epifanía. Los Reyes llegados de Oriente entran en la casa indicada por la estrella y, encontrando en ella al Niño Jesús con la Virgen María, su Madre, postrándose le adoran y le ofrecen sus dones. De modo semejante, la Iglesia, en honor de la Sagrada Familia, santifica las casas de sus hijos y les dispensa los dones de sus tesoros espirituales, con los cuales también pueden obtener prosperidad material. Jesucristo es bautizado en el Jordán y se anuncia con ello la nueva regeneración; el agua se convierte en signo de purificación y de vida. Las casas son, pues, purificadas de toda asechanza del enemigo maligno y los que en ellas moran están llamados a vivir la nueva vida divina de la gracia. El episodio de las bodas de Caná nos muestra que Jesús santifica a la familia, la familia basada en el matrimonio cristiano, imagen del sagrado consorcio que une a Cristo y a su Iglesia. El milagro de la conversión del agua en vino significa, además, que Dios no sólo concede bienes materiales, sino sobre todo bienes espirituales para la vida eterna. Y eso es lo que quiere la Iglesia para las casas de las familias cristianas al otorgarles esta bendición del día de Reyes. Resumiendo, hoy bendecimos nuestras casas porque “el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria, la del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad” (Prólogo de san Juan).  
                      


En los países germánicos, después de bendecir las casas fue tradición escribir bajo el dintel de la puerta la fórmula “Christus Mansionem Benedicat”, en la cual se ha visto un acróstico de las iniciales de los Reyes Magos: C(asparus), M(elchior), B(althasar). Se empleaba para ello un lápiz bendito o un trozo de tiza: de ahí la bendición de la tiza (benedictio cretae) destinada a las inscripciones sagradas, asociada también a este día.


La bendición de las casas en Epifanía es una costumbre que no debemos perder.

Bendición de la tiza en la Fiesta de la Epifanía
V. Nuestro Auxilio es el Nombre del Señor.
R. Que hizo el cielo y la tierra.
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
Bendice †, Señor, esta criatura, la tiza, para que contribuya a la salvación del género humano, y concédenos que, por la invocación de tu santísimo nombre, todos los que la utilicen o escriban con ella en las puertas de su casa los nombres de tus santos Gaspar, Melchor y Baltasar, por su intercesión y sus méritos, reciban la salud del cuerpo y la protección del alma. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.

                     




Bendición de las casas en la festividad de la Epifanía

(del Ritual Romano)




Esta bendición de la casa y la inscripción de las iniciales de los tres Reyes Magos  encima de cada puerta puede ser llevada a cabo por un sacerdote o el padre de la familia.

A la entrada de la Casa:
V. Paz a esta casa.
R. Y a todos los que en ella habitan.
Antífona. De Oriente han venido los Magos a Belén para adorar al Señor; y, abriendo sus tesoros, le han ofrecido preciosos dones: el oro del Gran Rey, el incienso de Dios verdadero y la mirra para su sepultura, aleluya.


Cántico de la Santísima Virgen
Proclama mi alma la grandeza del Señor, * se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador.
Porque ha mirado la humillación de su esclava: * por eso desde ahora me felicitarán todas las generaciones.
Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: * y su nombre es santo.
Su misericordia llega a sus fieles * de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo: * dispersa a los soberbios de corazón,
Derriba del trono a los poderosos * y enaltece a los humildes.
A los hambrientos los colma de bienes * y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, * acordándose de su misericordia.
Como lo había prometido a nuestros padres, * en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.
Gloria al Padre y al Hijo * y al Espíritu Santo.
Como era en el principio y ahora y siempre * y por los siglos de los siglos. Amén.
Durante el canto del Magníficat, el sacerdote asperje e inciensa la casa. Al final, se repite la antífona (Ab Oriénte venérunt) De Oriente han venido los Magos a Belén para adorar al Señor, etc.
Padre nuestro en secreto hasta
V. Y no nos dejes caer en tentación.
R. Mas líbranos del mal.
V. Todos acudirán desde Saba.
R. Trayendo oro e incienso.
V. Señor, escucha mi oración.
R. Y hasta Ti llegue nuestro clamor.
V. El Señor sea con vosotros.
R. Y con tu espíritu.

Oración

Oremos. Oh Dios, que en el día de hoy revelaste a las naciones a tu Unigénito por la estrella conductora, concédenos propicio que ya que te hemos conocido por la fe, seamos llevados a la contemplación de la belleza de tu excelsitud. Por el mismo Señor nuestro Jesucristo, que contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. R. Amen.
Responsorio. Ilumínate, ilumínate, oh Jerusalén, pues llega el que es tu luz y la gloria del Señor ha aparecido sobre ti: Jesucristo, nacido de la Virgen María.
V. Caminarán las naciones bajo tu luz y los reyes en el esplendor de tu amanecer.
R. La gloria del Señor ha aparecido sobre ti.

Oración
Oremos. Bendice, oh Señor, Dios todopoderoso, este lugar (o esta casa) : para que haya en él (ella) salud, castidad, la fuerza de la victoria, humildad, bondad y mansedumbre, la plenitud de la ley y acción de gracias a Dios Padre, a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo; y que esta bendición permanezca sobre este lugar (o esta casa) y sobre sus moradores. Por Cristo nuestro Señor. R. Amén.
Nota: Después de la oración de bendición, y de esparcir agua bendita.

Se escriben con tiza en el dintel de la puerta principal de la casa, de esta manera:
 20  B 21
 el signo ✝ es una cruz, el "21" se refiere a 2021; Cambiar el  según el año correspondiente.
Las iniciales de los Reyes Magos se escriben en las puertas con la tiza bendita. (Las iniciales están en Ingles, C, M, B, también estas iniciales tienen un significado en  latín "Christus mansionem benedicat", que significa "Cristo bendiga esta casa".
El padre de Familia puede ir a través de las distintas habitaciones de la casa rociando el "agua bendita de los tres reyes", que ha sido bendecida para este fin en la iglesia el día anterior, o con agua bendita ordinaria si no tiene disponible el agua de los Reyes. Como las distintas salas están esparcidas, el padre lee la oración:
Bendice, oh Señor, Dios todopoderoso, esta casa : para que haya en ella salud, castidad, la fuerza de la victoria, humildad, bondad y mansedumbre, la plenitud de la ley y acción de gracias a Dios Padre, a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo; y que esta bendición permanezca sobre  esta casa y sobre sus moradores. Por Cristo nuestro Señor. R. Amén.


También se bendice a cada miembro de la familia.





Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor.


Josué 24:15

 "Oh Dios y Padre nuestro:
No tenemos oro para ofrecerte,
sino meramente la mirra pobre de nuestros corazones
y el incienso de nuestra acción de gracias y alabanza.
Llénanos con la presencia de Jesús,
y que él sea la luz que guíe
nuestros pasos vacilantes.
Y que nosotros, por nuestra parte,
seamos humildes luces, también,
que muestran a todos los que las vean
el camino hacia la luz del mundo,
Jesucristo nuestro Señor" 

Firmes en Cristo.

La Adoración a Jesús de los Reyes Magos desenmascara a la secta herética bergogliana que se niega a reconocerlo como Rey, Dios y Redentor

 

 
 
Esta fiesta nos enseña la doble naturaleza de Jesucristo es decir la Encarnacion del Hijo de Dios que vino a redimirnos del Pecado.

Hoy reconocemos la realeza de Jesucristo con el oro como nuestro Rey que nos gobierna, con el incienso como nuestro Dios y con la Mirra como nuestro Redentor.

San Gregorio Magno nos enseña   que al adorar a Jesucristo nosotros también podemos ofrecerle a Oro, Incienso  y Mirra. “Ofreceremos, pues, oro a este nuevo Rey, si resplandecemos delante de él con la luz de la sabiduría; el incienso, si por medio de la oración con nuestras oraciones exhalamos en su presencia olor fragante; y mirra si con la abstinencia mortificamos los apetitos de la sensualidad”. 
San Agustín, in sermonibus de Epiphania




“Se le ofrece el oro como a un gran rey, se quema el incienso en su presencia como delante de Dios, y se le ofrece la mirra como a aquél que había de morir por la salvación de todos.” 

Remigio
“Debe notarse que cada uno de los tres no presenta por sí separadamente uno de los tres dones, sino que cada uno ofrece los tres, predicando así al rey, al hombre y a Dios.”


 
 “cayendo de rodillas, lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra” (Mt 2,11).
 
Sucede lo contrario con los herejes.



 

San Agustín, in sermonibus de Epiphania. Así como los magos desean un Redentor, Herodes teme un sucesor. Esto es lo que significan aquellas palabras: "Y el Rey Herodes, cuando lo oyó, se turbó".

San Gregorio Magno: ¿Quiénes están representados en la persona de Herodes sino los hipócritas, los cuales, pareciendo que sus obras buscan al Señor, nunca merecen hallarlo?
Los Magos ofrecen oro, incienso y mirra; el oro conviene al rey, el incienso se ponía en los sacrificios ofrecidos a Dios; con la mirra eran embalsamados los cuerpos de los difuntos. Por consiguiente, con sus ofrendas místicas predican los Magos al que adoran: con el oro, como rey; con el incienso, como Dios, y con la mirra, como hombre mortal.
Hay algunos herejes que creen en Jesús como Dios, pero niegan su reino universal; éstos le ofrecen incienso, pero no quieren ofrecerle también el oro. Hay otros que le consideran como rey, pero no lo reconocen como Dios: éstos le ofrecen el oro y rehúsan ofrecerle el incienso. Y hay algunos que lo confiesan como Dios y como rey, pero niegan que tomase carne mortal: éstos le ofrecen incienso y oro, y rehúsan ofrecerle la mirra de la mortalidad.
Ofrezcamos nosotros al Señor recién nacido oro, confesando que reina en todas partes; ofrezcámosle incienso, creyendo que Aquel que se dignó aparecer en el templo era Dios antes de todos los siglos; ofrezcámosle mirra, confesando que Aquel de quien creemos que fue impasible en su divinidad, fue mortal por haber tomado nuestra carne.


 



 
 
San Agustín: Todos los errores de los herejes acerca de Cristo se pueden reducir a tres clases: los concernientes a su divinidad, a su humanidad, o a ambas a la vez ( Sobre las hereitas. 8).


Los santos padres han visto en la adoración que hicieron los Reyes Magos la aceptación de la divinidad de Jesucristo por parte de los pueblos paganos.

Oh Dios, que por una estrella guiaste  a los magos a la adoración de tu Hijo Jesucristo os rogamos que conduzcas a ti mismo a los sabios y los grandes  de toda la tierra para que toda rodilla se doble ante tu  Santísima Trinidad , y lleva cautivo a cada pensamiento.  Por Jesucristo nuestro Señor. Amén
 

“Vieron al Niño con María y, postrados, le adoraron”

(Mt. 2, 11).

“Vieron al Niño con María y, postrados, le adoraron” (Mt. 2, 11). 
 
La Tradición de la Iglesia los venera como Santos. Un antiguo comentarista del Evangelio de San Marcos y entre las obras de San Juan Crisóstomo dice que después de que fueron bautizados en Persia por el apóstol Santo Tomás, se convirtieron en evangelizadores. Se dice que sus cuerpos  fueron trasladado a Constantinopla después de los primeros emperadores cristianos, de allí fueron llevados a Milán donde el lugar en el que fueron depositados todavía se muestra en la iglesia de los dominicos de aquella ciudad. El emperador Federico Barbarroja habiendo tomado Milán, causó  que fueran trasladados  a Colonia, en Alemania, en el siglo XII. La catedral de Colonia contiene   los restos de los Santos Reyes Magos.
Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum super Matthaeum, hom. 2
“Si los magos hubieran buscado al Salvador como a un rey terrenal, una vez que lo hubieran encontrado no lo habrían dejado jamás. Pero no fue así, sino que lo adoraron y se volvieron. Después de haber vuelto a su país, se mostraron más fieles a Dios que antes, y con su predicación convirtieron a muchos. Más tarde, cuando Tomás llegó a aquellas regiones, se unieron a él, y después de bautizados fueron sus compañeros en la predicación del Evangelio.”


Sus nombres están en el  Martirologio menciona a San Gaspar el primero de Enero, San Melchor el día seis y San Baltasar el once (Acta SS., I, 8, 323, 664).


“A estos ciegos paganos Dios les anunció con mucha anticipación el Nacimiento del Salvador....Me impresionó que pasaran su día de fiesta al sábado, mientras antes celebraban el viernes.” Ana Catalina Emmerich

La mística  Ana Catalina Emmerick  dice que después de esta revelación divina ellos dejaron sus costumbres paganas y empezaron a adorar a Dios y ofrecieron sus reinos y sus pueblos al Dios verdadero.
Ella nos dice que  eran  tres reyes pero llegaron en  caravanas acompañados de 200 personas.


Isaías 60:6
Te verás cubierta de caravanas de camellos que vienen de Madián y de Efá; vendrán todos los de Sabá, cargados de oro y de incienso, y proclamarán las acciones gloriosas del Señor.


La Mística Sor María de Jesús de Ágreda también describe que los  Reyes Magos por medio de la anticipada revelación divina del nacimiento del redentor les infundió  el deseo de buscarlo y adorarlo y luego de su encuentro dedicaron sus vidas y reinos al Dios Verdadero. “Ellos se tornaron apóstoles del Redentor y su celo encontró poderoso auxiliar en la reliquia que habían llevado y que habían colocado en un relicario de oro y de piedras preciosas. De este relicario salía un perfume tan penetrante que se sentía casi a una legua de distancia, pero solamente para aquellos que tenían Fe.”



 

lunes, 4 de enero de 2021

Mes de Enero dedicado a honrar el Santísimo Nombre de Jesús

 

 “Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble” (Fil 2,10)


El nombre de Jesús, luz de los predicadores 

De los sermones de san Bernardino de Siena
Sermón 49

El nombre de Jesús es la luz de los predicadores, pues es su resplandor el que hace anunciar y oír su palabra. ¿Por qué crees que se extendió tan rápidamente y con tanta fuerza la fe por el mundo entero, sino por la predicación del nombre de Jesús? ¿No ha sido por esta luz y por el gusto de este nombre como nos llamó  Dios a su luz maravillosa?  Iluminados todos y viendo ya la luz en esta luz, puede decirnos el Apóstol:  En otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor; caminad como hijos de la luz.
Es preciso predicar este nombre para que resplandezca y no quede oculto. Pero no debe ser predicado con el corazón impuro o la boca manchada, sino que hay que guardarlo y exponerlo en un vaso elegido.
Por esto dice el Señor, refiriéndose al Apóstol: Ese hombre es un vaso elegido por mi para dar a conocer mi nombre a pueblos, reyes, y a los israelitas. Un vaso –dice– elegido por mi, como aquellos vasos elegidos en que se expone a la venta una bebida de agradable sabor, que el brillo y esplendor del recipiente invite a beber de ella; para dar a conocer –dice– mi nombre.
Pues igual que con el fuego se limpian los campos, se consumen los hierbajos, las zarzas y las espinas inútiles, e igual también que cuando sale el sol y, disipadas las tinieblas, huyen los ladrones, los atracadores y los que andan errantes por la noche, así también cuando hablaba Pablo a la gente era como el fragor de un trueno, o como un incendio crepitante, o como el sol que de pronto brilla con más claridad, y consumía la incredulidad, lucía la verdad y desaparecía el error como la cera que se derrite en el fuego.
Pablo hablaba del nombre de Jesús en sus cartas, en sus milagros y ejemplos.  Alababa y bendecía el nombre  de Jesús.
El Apóstol llevaba este nombre, como una luz, a pueblos, reyes y a los israelitas, y con él iluminaba las naciones, proclamando por doquier aquellas palabras: La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz. Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Mostraba a todos la lámpara que arde y que ilumina sobre el candelero, anunciando en todo lugar a Jesús, y éste crucificado.

Por eso la Iglesia, esposa de Cristo, basándose en su testimonio, salta de júbilo con el Profeta, diciendo: Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas,  es decir, siempre. El Profeta le honra igualmente en este sentido: Cantad al Señor, bendecid su nombre, proclamad día tras día su salvación,  es decir, Jesús, el Salvador que él ha enviado.

«Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble»



FIESTA DEL SMO. NOMBRE DE JESÚS
El Año Litúrgico - Dom Próspero Gueranguer 



Para la celebración de esta fiesta fué escogido en su principio el segundo domingo después de Epifanía, que recuerda el banquete de las bodas de Caná. Es precisamente el día de la boda, cuando el nombre del Esposo pasa a ser propiedad de la Esposa; ese nombre significará que en adelante es suya. Queriendo honrar la Iglesia con un culto especial un nombre tan precioso, unió su recuerdo al de las bodas divinas. Hoy, une a la celebración de este augusto Nombre, el aniversario del día en que le fué impuesto, ocho días después del Nacimiento.

El Antiguo Testamento había rodeado el Nombre de Dios de un profundo terror; este nombre era entonces tan temible como santo, y no todos los hijos de Israel tenían el honor de pronunciarlo. Aún no había aparecido Dios en la tierra conversando con los hombres; todavía no se había hecho hombre uniéndose a nuestra débil naturaleza; no podíamos, pues, darle ese nombre amoroso y tierno que la Esposa da al Esposo. Pero, cuando llega la plenitud de los tiempos, cuando el misterio del amor está próximo a aparecer, el nombre de Jesús baja primeramente del cielo, como un anticipo de la presencia del Señor que lo ha de llevar. El Arcángel dice a María: "Le pondrás por nombre Jesús"; ahora bien, Jesús quiere decir Salvador. ¡Qué dulce será este nombre para el mortal perdido! y, ¡cómo acerca ese solo Nombre al cielo con la tierra! ¿Hay alguno más amable y más poderoso? Si, al sonido de ese divino Nombre, debe doblarse toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los infiernos ¿habrá algún corazón que no se conmueva de amor al oírlo? Mas, dejemos que nos describa San Bernardo el poder y la dulzura de ese bendito Nombre. He aquí cómo se expresa a este propósito en su Sermón décimoquinto sobre el Cantar de los Cantares.

"El Nombre del Esposo es luz, alimento, medicina. Ilumina, cuando se le publica; alimenta, cuando en él se piensa, y cuando en la tribulación se le invoca, proporciona lenitivo y unción. Detengámonos, si os place, en cada una de estas cualidades. ¿Cómo pensáis que pudo derramarse por todo el mundo esa tan grande y súbita luz de la fe, sino es por la predicación del Nombre de Jesús? ¿No nos llamó Dios a su admirable luz, por medio de la antorcha de su bendito Nombre? Al ser iluminados por ella, y viendo en esta luz otra luz, oímos a San Pablo que acertadamente nos dice: Erais antes tinieblas, mas ahora luz en el Señor.

Pero, el Nombre del Jesús no es sólo luz; es también alimento. ¿No os sentís reconfortados al recordar ese dulce Nombre? ¿Hay algo en el mundo que tanto nutra el espíritu de quien en El medita? ¿Qué hay asimismo como él que restaure la flojedad de los sentidos, que dé fortaleza a las virtudes, haga florecer las buenas costumbres y mantenga los puros y castos afectos? Todo alimento del alma es árido si no está empapado en este aceite, insípido si no está sazonado con esta sal.

Cuando me escribís, vuestro relato no tiene para mí ningún sabor si no leo allí el nombre de Jesús. Cuando conmigo habíais o disputáis, la conversación no tiene para mí interés alguno si en ella no oigo resonar el nombre de Jesús. Jesús es miel para mi boca, melodía para mi oído, júbilo para mi corazón; y además de todo esto, una benéfica medicina. ¿Está triste alguno? Venga Jesús a su corazón, salga de allí a su boca, y en seguida se disipará cualquier nublado, y volverá la serenidad, en presencia de ese divino Nombre que es una verdadera luz. ¿Cae alguien en el crimen, o corre desesperado al abismo de la muerte? Que invoque el Nombre de Jesús y comenzará de nuevo a respirar y a vivir. ¿Quién, en presencia de ese nombre, permaneció nunca con el corazón endurecido, con la incuria de la pereza, el rencor o la languidez del fastidio? ¿Quién, por ventura, teniendo seca la fuente de las lágrimas, no la sintió correr repentinamente más abundante y suave, en cuanto invocó el nombre de Jesús? ¿Qué hombre hay, que temeroso y temblando en lo más recio del peligro, haya invocado ese Nombre, y no haya sentido inmediatamente que nacía en él la confianza, y huía el miedo? ¿Quién es, os lo pregunto, el que sacudido y agitado por las dudas, no vió brillar la certidumbre, tan pronto como invocó ese luminoso Nombre? ¿Quién es el que, habiendo dado oídos a la desconfianza en tiempo de la adversidad, no recobró el valor cuando llamó en su ayuda a ese Nombre poderoso? Efectivamente, todas esas son enfermedades del alma, y él es su medicina.

Así es, y puedo probarlo con estas palabras: Invócame, dice el Señor, en el día de la tribulación, y te libraré de ella, y tú me honrarás. Nada sujeta tanto el ímpetu de la ira, ni calma tanto la hinchazón del orgullo. Nada cura tan radicalmente las heridas de la tristeza, reprime los excesos lúbricos, extingue las llamas de las pasiones, apaga la sed de la avaricia, y ahuyenta el prurito de los apetitos deshonestos. En efecto, cuando pronuncio el nombre de Jesús, me represento un hombre manso y humilde de corazón, benigno, sobrio, casto, misericordioso, en una palabra, un hombre radiante de pureza y santidad, el cual es al mismo tiempo Dios omnipotente que me cura con sus ejemplos, y me fortalece con su ayuda. Todo esto suena en mi corazón cuando oigo el Nombre de Jesús. De esta manera, si le considero como hombre, saco de él ejemplos pa^a imitarlos; si le considero como Dios Todopoderoso, una ayuda segura. Me sirvo de los referidos ejemplos como de hierbas medicinales, y de su ayuda como de un instrumento para triturarlas, elaborando con ellas una mezcla cual ningún médico sabría confecionarla.

¡Oh, alma mía, tienes un maravilloso antídoto encerrado, en este Nombre de Jesús como en un vaso! Jesús, es ciertamente un Nombre saludable y un medicamento que nunca resultará ineficaz para ninguna dolencia. Tenedlo siempre en vuestro seno, siempre a la mano, de tal modo que todos vuestros actos vayan siempre dirigidos hacia Jesús."

Tal es, la virtud y la dulzura del santísimo Nombre de Jesús, nombre que fué impuesto al Emmanuel el día de su Circuncisión; pero, como el día de la Octava de Navidad está ya consagrado a celebrar la Maternidad divina, y el misterio del Nombre del Cordero exigía por sí solo una festividad propia, la Iglesia instituyó la fiesta de hoy. Su primer propulsor fué San Bernardino de Sena, en el siglo xv, el cual estableció y propagó la costumbre de representar, rodeado de rayos, el Santo Nombre de Jesús, reducido a sus tres primeras letras IHS, reunidas en monograma. Esta devoción se extendió rápidamente por Italia, favorecida por el ilustre San Juan Capistrano, de la Orden Franciscana, lo mismo que San Bernardino de Sena. La Santa Sede aprobó solemnemente esta devoción al Nombre del Salvador; y en los primeros años del siglo xvi, Clemente VII, a ruego de muchos, concedió a toda la Orden, de San Francisco el privilegio de celebrar una fiesta especial en honor del santísimo Nombre de Jesús. Sucesivamente extendió Roma este privilegio a las distintas Iglesias, y llegó el momento en que fué incluida en el calendario universal. Ocurrió esto en 1721 a petición de Carlos VI Emperador de Alemania; el Papa Inocencio XIII determinó que la fiesta del santísimo Nombre de Jesús se celebrase en toda la Iglesia, fijándola primitivamente en el domingo segundo después de Epifanía.

MISA

La Iglesia celebra la gloria del Nombre de su Esposo, desde el Introito. Cielo, tierra, abismos, temblad al oír ese Nombre adorable, porque el Hijo del hombre que lo lleva, es también el Hijo de Dios.

INTROITO

En el Nombre de Jesús debe doblarse toda rodilla, en los cielos, en la tierra y en los infiernos: y toda lengua debe confesar que Jesucristo, el Señor, está en la gloria de Dios Padre. Salmo: Señor, Señor nuestro: ¡qué admirable es tu Nombre en toda la tierra! — J. Gloria al Padre.

En la Colecta, la Iglesia, que halla el consuelo de su destierro en el Nombre de su Esposo, pide el poder disfrutar pronto, de la visión de Aquel a quien ese Nombre querido representa.

ORACION

Oh Dios, que constituiste a tu Unigénito, Salvador del género humano, y ordenaste que se llamara Jesús: concédenos, propicio, la gracia de gozar en el cielo de la presencia de Aquel, cuyo santo Nombre veneramos en la tierra. Por el mismo Señor.

EPISTOLA

Lección de los actos de los Apóstoles. (IV, 8-12.)

En aquellos días, Pedro lleno del Espíritu Santo, dijo: Príncipes del pueblo y ancianos, oíd: Ya que en este día se nos pide razón del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera ha sido curado éste, sea notorio a todos vosotros y a todo el pueblo de Israel, que este hombre está en vuestra presencia sano en el Nombre de Jesucristo Nazareno, a quien vosotros crucificásteis y Dios resucitó de entre los muertos. Esta es la piedra que vosotros desechasteis al edificar, la cual se ha convertido en piedra angular; y no hay salud en ningún otro. Ni se ha dado a los hombres otro Nombre debajo del cielo, por el cual podamos salvarnos. Ya lo sabemos ¡oh Jesús! ningún otro nombre sino el tuyo podía salvarnos, pues ese Nombre significa Salvador. Bendito seas, pues te dignaste aceptarlo: ¡bendito seas por habernos salvado! Eres del cielo y tomas un nombre de la tierra, un nombre que todos los labios mortales pueden pronunciar: unes, pues, para siempre la naturaleza divina con la humana. ¡Oh! haznos dignos de tan sublime alianza y no consientas que jamás la rompamos. La Santa Iglesia celebra a continuación con sus cantos, las glorias de este divino Nombre a quien bendicen todas las naciones, porque es el Nombre del Redentor del mundo.

GRADUAL

Sálvanos, Señor, Dios nuestro, y júntanos de entre las naciones: para que confesemos tu santo Nombre, y nos gloriemos en tus alabanzas. — Y. Tú, Señor, eres nuestro Padre y nuestro Redentor: tu Nombre exista desde siempre.

ALELUYA

Aleluya, aleluya. — J. Las alabanzas del Señor cantará mi boca; y bendiga toda carne su santo Nombre. Aleluya.

EVANGELIO

Continuación del santo Evangelio según San Lucas. II, 21.)

En aquel tiempo, pasados los ocho días para circuncidar al Niño, llamaron su Nombre Jesús, el cual le fué puesto por el Angel antes de que fuese concebido en el vientre. ¡Oh Jesús! recibiste el Nombre al derramar en la Circuncisión tu primera sangre; así tenía que ser, ya que ese nombre quiere decir Salvador; y nosotros no podemos salvarnos tampoco si no es por medio de tu sangre. Algún día, esa feliz alianza que has venido a contraer con nosotros, te ha de costar la vida; el anillo nupcial que colocarás en nuestro dedo, estará templado en tu sangre, y nuestra vida inmortal será el precio de tu cruel muerte. Todas estas cosas nos las dice ya tu sagrado Nombre ¡oh Jesús, oh Salvador! Tú eres la Viña que nos invita a libar de su vino generoso; mas, todavía el celeste racimo ha de ser duramente pisado en el lagar de la justicia del Padre de los cielos, de manera que sólo después de haber sido violentamente arrancado de la cepa y desmenuzado, podremos nosotros embriagarnos con su divino jugo. Recuérdenos siempre este misterio, tu divino Nombre, oh Emmanuel, y guárdenos del pecado su memoria, conservándonos siempre fieles a Ti. Durante el Ofertorio canta la Iglesia todavía al Nombre divino, objeto de la presente festividad, ensalzando las gracias reservadas a los que le invocan.

OFERTORIO

Te alabaré, Señor, Dios mío, con todo mi corazón y glorificaré tu Nombre para siempre: porque Tú, Señor, eres suave y manso: y muy misericordioso con todos los que te invocan, aleluya.

SECRETA

Suplicárnoste, clementísimo Dios, hagas que tu bendición, con la que vive toda criatura, santifique este sacrificio nuestro, que te ofrecemos para gloria del Nombre de tu Hijo, Nuestro Señor J'esucristo, a fin de que tribute a tu Majestad una alabanza, agradable, y a nosotros nos aproveche para la salud. Por el mismo Señor. Después de haber recibido los fieles el alimento celestial del Cuerpo y sangre de Jesucristo, la Iglesia en agradecimiento, invita a todas las naciones a cantar y glorificar el Nombre de quien las creó y redimió.

COMUNION

Todas las gentes que hiciste vendrán a ti, y se humillarán delante de ti, Señor, y glorificarán tu Nombre: porque Tú eres grande y haces maravillas: Tú sólo eres Dios, aleluya. Sólo queda ya a la Iglesia por expresar un deseo: que los nombres de todos sus hijos sean inscritos, a continuación del glorioso Nombre de Jesús, en el libro de la predestinación eterna. Tendremos esta dicha asegurada, si sabemos estimar siempre este Nombre salvador, conformando nuestra vida con las obligaciones que impone.

POSCOMUNION

Omnipotente y eterno Dios, que nos has creado y redimido: contempla propicio nuestros votos, y dígnate aceptar, con rostro plácido y benigno, el sacrificio de la: saludable Hostia que hemos ofrecido a tu Majestad, en honor del Nombre de tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo: para que, infundida en nosotros tu gracia, nos alegremos de ver escritos en el cielo nuestros nombres, bajo el glorioso Nombre de Jesús, con el título de la predestinación eterna. Por el mismo Señor.

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