R. Señor, danos sacerdotes santos.
V. Para que nos acompañen a la hora de nuestra muerte, y ofrezcan la Santa Misa por nosotros



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martes, 3 de enero de 2017

«Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble»

No celebran la fiesta del Santísimo Nombre de Jesús los herejes ecumenistas que predican un falso evangelio, como  Bergoglio que engaña a los musulmanes, para que  sigan adelante hacia la perdición  con el Corán, obstinados en su rechazo a Cristo , mientras se empecinan en negar la redención, rechazando aceptar el único camino de salvación, se obstinan en rechazar el bautismo que los haría hijos de Dios.

San Ambrosio:
“Incluso los herejes parecen poseer a Cristo, porque ninguno de ellos niega el nombre de Cristo. Sin embargo, quien no confiesa todo lo que pertenece a Cristo, de hecho, niega a Cristo”.


Bergoglio quitándose los zapatos para entrar en la mezquita y adorar al falso dios Alá.


 
 
 
Juan 5:43 Yo vine en nombre de mi Padre, y no me recibís: si otro viniere en su nombre, a aquél recibiréis.
 
Violación del primer mandamiento. Bergoglio rindiéndole culto al  Corán del falso dios Alá.


Apostasía, Blasfemia contra el Espíritu Santo.

 
Bergoglio adorando al falso dios Alá.
 

 
 Los musulmanes y algunos judíos que rechazan al Mesías  acepta a Bergoglio mientras se obstina en rechazar a Cristo.
 
Alcuino
Como si dijera: he venido al mundo para que el nombre de mi Padre sea glorificado por mí, puesto que todo lo atribuyo al Padre. Como no tenían amor de Dios, no querían recibir a Aquél que venía a hacer la voluntad del Padre. Mas el Anticristo vendrá, no en el nombre del Padre, sino en el suyo propio, y no buscando la gloria del Padre, sino la suya. Y como los judíos no quisieron recibir a Jesucristo, se les castigará su pecado con mucha razón, haciéndoles que reciban el Anticristo, para que los que no quisieron creer en la verdad crean en la mentira.


No celebran la fiesta del Santísimo Nombre de Jesús ni Bergoglio ni los bergoglianos que le dan crédito a un hereje en oposición al Magisterio de la Iglesia que ordena que debemos rechazar a los herejes pues no solo se condenan los herejes, sino que también como nos advierte San Ignacio de Antioquia se condena los que le prestan oídos  a los herejes para darle  crédito a su falsa doctrina. Pues al aceptar el falso evangelio de Bergoglio se condena por rechazar el Verdadero Evangelio.
2 Tesalonicenses 2: 12 para que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad y prefirieron la iniquidad.
Los bergoglianos cometen pecado de idolatría por aceptar un falso evangelio convirtiendo a Bergoglio en su dios y rechazando al Verdadero Dios.   Por eso Nuestro Señor Jesucristo advirtió que muchos vendrían utilizando su nombre y engañarían a muchos.

San Beda, in Marcum, 4, 42


“Consta que esto se cumplió al pie de la letra cuando tuvo lugar la sedición judía. Pero lo de "reino contra reino, etc." se puede tomar como una alusión a los herejes quienes, combatiéndose entre sí, dan el triunfo a la Iglesia. Estos son la peste, cuya lengua carcome como la gangrena (2Tim 2). Es cuando aparecen éstos que toda la tierra se conmueve y hay hambre de oír la verdadera palabra de Dios (Am 8)”.
 Teofilacto ( Catena Aurea )

 

Después que dijo el Señor todo lo concerniente a Jerusalén, habla ahora de la venida del Anticristo, y dice: "Entonces si alguno os dijere: Ve aquí el Cristo, o vele allí, no le creáis". Pero por la palabra entonces no debemos entender que había de ser al momento que se realizaría lo que queda dicho acerca de Jerusalén. En este sentido dice San Mateo, después de ocuparse de la generación de Cristo: "En aquella temporada se dejó ver Juan Bautista" ( Mt 3,1). ¿Acaso inmediatamente después de la natividad de Cristo? No, porque habló indeterminada o indistintamente. Así, pues, debemos entender por entonces, no el tiempo de la ruina de Jerusalén, sino el de la venida del Anticristo. Y sigue: "Porque se levantarán falsos Cristos", etc. Muchos tomarán el nombre de Cristo para engañar también a los fieles.


San Gregorio Magno, homiliae in Hiezechihelem prophetam, 9

¿Cómo, pues, se dice si ser pudiese en sentido de duda, siendo así que sabe el Señor todo lo que ha de suceder? Porque una de dos: o son elegidos, y entonces no puede ser; o no son elegidos, y entonces sí puede ser. Por tanto, esta duda reflejada en la palabra del Señor expresa el temor de los elegidos, a los que llama así porque ve que persisten en las buenas obras. Porque los que son elegidos para que persistan, verán los prodigios con que los predicadores del Anticristo los tentarán para hacerlos caer.


Beda, in Marcum 4, 42

Algunos refieren esto al tiempo del cautiverio de los judíos, cuando surgirán muchos que, llamándose cristos, arrastrarán en pos de sí a la muchedumbre engañada. Pero durante el sitio de la ciudad, no hubo ningún fiel a quien debiera dirigirse la exhortación divina de no seguir a los falsos maestros. De aquí que es mejor entender esto de los herejes que, levantándose contra la Iglesia, se atreven a tomar el nombre de Cristo: de ellos fue el primero Simón el Mago, y será el último y el mayor de todos el Anticristo.

"Ya veis que yo os lo he predicho todo", etc.

 

Quienes son los que se dejan cautivar por las mentiras de Bergoglio ? Los que han violado la Nueva Alianza, y los que rechazan a Cristo y se obstinan en sus vicios:  Los sodomitas, los adúlteros, los musulmanes, los idolatras de falsas religiones, los ateos, y en general todos los que rechazan a Cristo y desobedecen la Ley de Dios.




San Agustín, de civitate Dei, 20, 19 (Catena Aurea )
Entonces quedará Satanás en libertad, y desplegará por el Anticristo todo su poder de un modo maravilloso, aunque falso. Ocurre que con frecuencia se duda de la razón que tuvo el Apóstol para llamarlos milagros y prodigios falsos. Puede ser que, ofuscados los sentidos, vean una aparición que hace lo que no puede hacer, o que, siendo verdaderos prodigios, engañen a los que creen que sólo Dios puede hacerlos, no conociendo el poder del diablo, y menos en aquél tiempo en que lo tendrá mayor que nunca. Pero sea lo que fuera, tales milagros y prodigios cautivarán sólo a los que lo merezcan.


El nombre de Jesús, luz de los predicadores De los sermones de san Bernardino de Siena
Sermón 49

El nombre de Jesús es la luz de los predicadores, pues es su resplandor el que hace anunciar y oír su palabra. ¿Por qué crees que se extendió tan rápidamente y con tanta fuerza la fe por el mundo entero, sino por la predicación del nombre de Jesús? ¿No ha sido por esta luz y por el gusto de este nombre como nos llamó  Dios a su luz maravillosa?  Iluminados todos y viendo ya la luz en esta luz, puede decirnos el Apóstol:  En otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor; caminad como hijos de la luz.
Es preciso predicar este nombre para que resplandezca y no quede oculto. Pero no debe ser predicado con el corazón impuro o la boca manchada, sino que hay que guardarlo y exponerlo en un vaso elegido.
Por esto dice el Señor, refiriéndose al Apóstol: Ese hombre es un vaso elegido por mi para dar a conocer mi nombre a pueblos, reyes, y a los israelitas. Un vaso –dice– elegido por mi, como aquellos vasos elegidos en que se expone a la venta una bebida de agradable sabor, que el brillo y esplendor del recipiente invite a beber de ella; para dar a conocer –dice– mi nombre.
Pues igual que con el fuego se limpian los campos, se consumen los hierbajos, las zarzas y las espinas inútiles, e igual también que cuando sale el sol y, disipadas las tinieblas, huyen los ladrones, los atracadores y los que andan errantes por la noche, así también cuando hablaba Pablo a la gente era como el fragor de un trueno, o como un incendio crepitante, o como el sol que de pronto brilla con más claridad, y consumía la incredulidad, lucía la verdad y desaparecía el error como la cera que se derrite en el fuego.
Pablo hablaba del nombre de Jesús en sus cartas, en sus milagros y ejemplos.  Alababa y bendecía el nombre  de Jesús.
El Apóstol llevaba este nombre, como una luz, a pueblos, reyes y a los israelitas, y con él iluminaba las naciones, proclamando por doquier aquellas palabras: La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz. Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. Mostraba a todos la lámpara que arde y que ilumina sobre el candelero, anunciando en todo lugar a Jesús, y éste crucificado.

Por eso la Iglesia, esposa de Cristo, basándose en su testimonio, salta de júbilo con el Profeta, diciendo: Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas,  es decir, siempre. El Profeta le honra igualmente en este sentido: Cantad al Señor, bendecid su nombre, proclamad día tras día su salvación,  es decir, Jesús, el Salvador que él ha enviado.

Firmes en Cristo.
 

1 comentario:

  1. EL SANTISIMO NOMBRE DE JESÚS
    El Santísimo Nombre de Jesús, invocado por los fieles desde los comienzos de la Iglesia, comenzó a ser venerado en las celebraciones litúrgicas en el siglo XIV. San Bernardino de Siena y sus discípulos propagaron el culto al Nombre de Jesús: "Yahweh es salvación" con el monograma del Santo Nombre: IHS (abreviación del nombre de Jesús en Griego, ιησουσ, y añadiendo el nombre de Jesús al Ave María. Como fiesta litúrgica fue introducida en el siglo XVI. En 1530 el Papa Clemente VII concedió por vez primera a la Orden Franciscana la celebración del Oficio del Santísimo Nombre de Jesús.

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