Las tentaciones de pecar no constituyen identidad - Mons. Mutsaerts

Gloria TV Noticias 

 

El obispo holandés Rob Mutsaerts, de 65 años, ha publicado un comentario sobre la pieza de propaganda homosexual de Francisco "Fiducia suplicans" en VitamineXp.blogspot.com. Título: "De nuevo esa diabólica ambigüedad".

El obispo señala que las notas a pie de página de "Fiducia supplicans" no se refieren a Padres de la Iglesia, Papas o teólogos, sino que citan casi exclusivamente garabatos anteriores de Francisco.

No se puede bendecir una relación homosexual porque es "pecaminosa" y es impertinente afirmar que Dios bendice el pecado, dijo el obispo. También echa de menos una llamada al arrepentimiento en "Fiducia supplicans".

Analizando el problema de fondo, Mutsaerts afirma que tener sentimientos homosexuales [= tentaciones] no constituye una identidad: "Si haces del pecado tu identidad, no hay salida".

"Nosotros [= Francisco/Fernández] actuamos como si los homosexuales fueran un tipo único de pecadores que debemos tratar por separado. Pero se les aplica lo mismo que a cualquier otro pecador".

Para Mutsaerts, la supuesta ambigüedad de "Fiducia Supplicans" es que "no quiere nombrar la naturaleza pecadora", y esto es lo que tampoco quieren los ideólogos homosexuales. Por eso exigen que "no cambien ellos, sino la Iglesia".

Mutsaerts concluye que "toda bendición está destinada a los pecadores, pero no a los que creen que en su caso no hay pecado".

Los dictadores, los psicópatas, narcisistas, solipsistas y aduladores se citan a si mismos

Cuando una persona es tentada por la atracción hacia el mismo sexo y en lugar de luchar contra ella, se identifica como homosexual/gay, esa persona se ha fusionado con su pecado, creando una nueva pseudoidentidad contraria a la naturaleza biológica que Dios le dio. Por tanto, ceder a la tentación practicando el Pecado y llamarse homosexual son pecados contrarios a la Naturaleza. Por eso el falso argumento de “discriminación” llamado “homofobia” es diabólico ya que la homosexualidad debe ser condenada en todas sus formas ya que NINGÚN pecado pertenece a la naturaleza humana. Por eso la Iglesia siempre ha condenado el vicio de la homosexualidad sin haber sido acusada de homofóbica o discriminatoria, como astutamente el lobby gay ataca a la Iglesia en nuestros tiempos.

San Agustín en sus famosas confesiones condenó el vicio de la homosexualidad:

 

Así pues, todos los pecados contra naturaleza, como fueron los de los sodomitas, han de ser detestados y castigados siempre y en todo lugar, los cuales, aunque todo el mundo los cometiera, no serían menos reos de crimen ante la ley divina, que no ha hecho a los hombres para usar tan torpemente de sí, puesto que se viola la sociedad que debemos tener con Dios cuando dicha naturaleza, de la que él es Autor, se mancha con la perversidad de la libídine. (San Agustín. Las Confesiones, L. III, c.8, n.15)