Esta fiesta fue instituida por Pío XII el 1 de mayo de 1955.
Y honra la profesión de José en su rol de sostenedor económico de la Sagrada Familia.
El mismo Pío XII dijo a los trabajadores reunidos aquel día en la Plaza de San Pedro:
.“El humilde obrero de Nazaret, además de encarnar delante de Dios y de la Iglesia la dignidad del obrero manual, sea también el próvido guardián de vosotros y de vuestras familias”.
San José Obrero, Patrono contra el comunismo
De la Revolución Francesa se derivaron infinitos males para la Iglesia. Un siglo después, en 1889, León XIII publicaba la Quamquam pluries, justo después de que II Internacional proclamara el 1º de mayo como fiesta revolucionaria del trabajo. El marxismo internacional produjo luego la fundación de la III Internacional que consagró la hegemonía del Partido Comunista, que tantos males traería al mundo.
El siglo veinte vio el surgimiento de ideologías ateas y totalitarias como el comunismo y el socialismo, enemigas de la Iglesia y del obrero cristiano. Sabiendo muy bien la amenaza de estos males los Papas consideraron oportuno advertir a los fieles y confiarlos al cuidado de San José.
El socialismo, fue condenado por Su Santidad León XIII, en la encíclica Quod Apostolici Muneris, pues sus principios son: 1. Negación de Dios y de la Iglesia, 2. Supresión de toda autoridad, 3. Igualdad absoluta de todos los hombres en la esfera jurídica y en el plano político, 4. Disolubilidad del vínculo matrimonial y por consiguiente disolución de la familia, 5. Abolición del derecho a la propiedad, 6. Acción política demagógica sostenida por una propaganda revolucionaria.
En el Motu Proprio, Bonum sane et salutare, el Papa Benedicto XV, el 25 de julio de 1920, advirtió a los fieles respecto del socialismo y el gobierno mundial, al tiempo que los confiaba al cuidado de San José:
«Por lo tanto, hemos de deplorar mucho más que antes que las costumbres sean más libres y depravadas y que, por la misma razón, se agrave cada día más la que llaman causa social, de modo que debemos temer males de gravedad extrema… Pues, en los deseos y la expectativa de cualquier desvergonzado se presenta como inminente la aparición de cierta República Universal… y en la cual no habría diferencia alguna de nacionalidades ni se acataría la autoridad de los padres sobre los hijos, ni la del poder público sobre los ciudadanos, ni la de Dios sobre los hombres unidos en sociedad… Si esto se llevara a cabo no podría menos de haber una secuela de horrores espantosos; hoy día ya existe esto en una no exigua parte de Europa que los experimenta y siente. Ya vemos que se pretende producir esa misma situación en los demás pueblos; y que, por eso, ya existen aquí y allá grandes turbas revolucionarias porque las excitan el furor y la audacia de unos pocos… Por la misma razón, para retener en su deber a todos los hombres que se ganan el sustento por sus fuerzas y su trabajo donde quiera vivan, y conservarlos inmunes del contagio del socialismo que es el enemigo más acérrimo de la sabiduría cristiana, ante todo les proponemos fervorosamente a San José para que lo elijan como guía particular de su vida y lo veneren como patrono».
Su sucesor el Papa Pío XI, viendo la creciente amenaza en contra de la Iglesia, de la pestilente secta comunista, decidió confiar de manera explícita a San José la causa contra el comunismo:
«Para acelerar la paz de Cristo en el reino de Cristo, por todos tan deseada, ponemos la actividad de la Iglesia católica contra el comunismo ateo bajo la égida del poderoso Patrono de la Iglesia, San José.
San José perteneció a la clase obrera y experimentó personalmente el peso de la pobreza en sí mismo y en la Sagrada Familia, de la que era padre solícito y abnegado; a San José fue confiado el Infante divino cuando Herodes envió a sus sicarios para matarlo. Cumpliendo con toda fidelidad los deberes diarios de su profesión, ha dejado un ejemplo de vida a todos los que tienen que ganarse el pan con el trabajo de sus manos, y, después de merecer el calificativo de justo (2Pe 3,13; cf. Is 65,17; Ap 2,1), ha quedado como ejemplo viviente de la justicia cristiana, que debe regular la vida social de los hombres».[8]
Fue el Papa Pío XII, quien estableció que la fiesta de San José Obrero se celebre anualmente en la Iglesia Universal el 1 de mayo, fecha elegida específicamente para contrarrestar el feriado predominantemente socialista y comunista, conocido como «Día internacional de los trabajadores» o «Primero de Mayo».
En su discurso a los trabajadores italianos el Papa Pío XII, el 1° de mayo de 1955 dijo a los trabajadores: si quieres estar cerca de Cristo, te repito “Ite ad Ioseph”: ¡Ve a José!
«El Cristianismo se funda en el amor, el marxismo parte del odio, de la lucha de clases, cree en el inmisericorde aniquilamiento de los adversarios. El Cristianismo es un llamado a todos los hombres, el marxismo convoca sólo a los proletarios, a los explotados. Uno cree en la Redención, el otro en la revolución».[9]
El comunismo encierra un falso ideal de aparente redención. La lucha de clases es uno de sus fundamentos. La difusión del comunismo se explica por las deslumbradoras promesas que hacen a los incautos y a los ignorantes, apoyándose en las injusticias del régimen económico liberal, así, vemos hoy en tantas partes del mundo la difusión de los errores del comunismo. El marxismo cultural. Y como avizoraría proféticamente Don Plinio Correa de Oliveira, la revolución en su IV etapa: el comunismo tribal, incluso dentro de la Iglesia Católica con la «teología de la liberación» y múltiples herejías.
No cabe duda de que el patrocinio de San José Obrero, es de inusitada urgencia.
por Germán Mazuelo-Leytón
Congregación para la Doctrina de la Fe
•Prohibición formal de cooperar con partidos comunistas. Excomunión latae sententiaea
(Denzinger-Hünermann 3865. Decreto del Santo Oficio, 28 de junio (1 de julio) de 1949)
De las Charlas de Don Bosco:
En el estudio decid en vuestro corazón: Sancte Joseph, ora pro me; ayudadme a Ocupar bien el tiempo de estudio y de clase. Si os viene alguna tentación: Sancte Joseph, ora pro me. Al levantaros por la mañana: Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía. Al acostaros: Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.
No olvidéis que es el protector de todos los trabajadores y que lo es también de los jóvenes que estudian; porque el estudio es trabajo.
Y honra la profesión de José en su rol de sostenedor económico de la Sagrada Familia.
El mismo Pío XII dijo a los trabajadores reunidos aquel día en la Plaza de San Pedro:
.“El humilde obrero de Nazaret, además de encarnar delante de Dios y de la Iglesia la dignidad del obrero manual, sea también el próvido guardián de vosotros y de vuestras familias”.
San José Obrero, Patrono contra el comunismo
De la Revolución Francesa se derivaron infinitos males para la Iglesia. Un siglo después, en 1889, León XIII publicaba la Quamquam pluries, justo después de que II Internacional proclamara el 1º de mayo como fiesta revolucionaria del trabajo. El marxismo internacional produjo luego la fundación de la III Internacional que consagró la hegemonía del Partido Comunista, que tantos males traería al mundo.
El siglo veinte vio el surgimiento de ideologías ateas y totalitarias como el comunismo y el socialismo, enemigas de la Iglesia y del obrero cristiano. Sabiendo muy bien la amenaza de estos males los Papas consideraron oportuno advertir a los fieles y confiarlos al cuidado de San José.
El socialismo, fue condenado por Su Santidad León XIII, en la encíclica Quod Apostolici Muneris, pues sus principios son: 1. Negación de Dios y de la Iglesia, 2. Supresión de toda autoridad, 3. Igualdad absoluta de todos los hombres en la esfera jurídica y en el plano político, 4. Disolubilidad del vínculo matrimonial y por consiguiente disolución de la familia, 5. Abolición del derecho a la propiedad, 6. Acción política demagógica sostenida por una propaganda revolucionaria.
En el Motu Proprio, Bonum sane et salutare, el Papa Benedicto XV, el 25 de julio de 1920, advirtió a los fieles respecto del socialismo y el gobierno mundial, al tiempo que los confiaba al cuidado de San José:
«Por lo tanto, hemos de deplorar mucho más que antes que las costumbres sean más libres y depravadas y que, por la misma razón, se agrave cada día más la que llaman causa social, de modo que debemos temer males de gravedad extrema… Pues, en los deseos y la expectativa de cualquier desvergonzado se presenta como inminente la aparición de cierta República Universal… y en la cual no habría diferencia alguna de nacionalidades ni se acataría la autoridad de los padres sobre los hijos, ni la del poder público sobre los ciudadanos, ni la de Dios sobre los hombres unidos en sociedad… Si esto se llevara a cabo no podría menos de haber una secuela de horrores espantosos; hoy día ya existe esto en una no exigua parte de Europa que los experimenta y siente. Ya vemos que se pretende producir esa misma situación en los demás pueblos; y que, por eso, ya existen aquí y allá grandes turbas revolucionarias porque las excitan el furor y la audacia de unos pocos… Por la misma razón, para retener en su deber a todos los hombres que se ganan el sustento por sus fuerzas y su trabajo donde quiera vivan, y conservarlos inmunes del contagio del socialismo que es el enemigo más acérrimo de la sabiduría cristiana, ante todo les proponemos fervorosamente a San José para que lo elijan como guía particular de su vida y lo veneren como patrono».
Su sucesor el Papa Pío XI, viendo la creciente amenaza en contra de la Iglesia, de la pestilente secta comunista, decidió confiar de manera explícita a San José la causa contra el comunismo:
«Para acelerar la paz de Cristo en el reino de Cristo, por todos tan deseada, ponemos la actividad de la Iglesia católica contra el comunismo ateo bajo la égida del poderoso Patrono de la Iglesia, San José.
San José perteneció a la clase obrera y experimentó personalmente el peso de la pobreza en sí mismo y en la Sagrada Familia, de la que era padre solícito y abnegado; a San José fue confiado el Infante divino cuando Herodes envió a sus sicarios para matarlo. Cumpliendo con toda fidelidad los deberes diarios de su profesión, ha dejado un ejemplo de vida a todos los que tienen que ganarse el pan con el trabajo de sus manos, y, después de merecer el calificativo de justo (2Pe 3,13; cf. Is 65,17; Ap 2,1), ha quedado como ejemplo viviente de la justicia cristiana, que debe regular la vida social de los hombres».[8]
Fue el Papa Pío XII, quien estableció que la fiesta de San José Obrero se celebre anualmente en la Iglesia Universal el 1 de mayo, fecha elegida específicamente para contrarrestar el feriado predominantemente socialista y comunista, conocido como «Día internacional de los trabajadores» o «Primero de Mayo».
En su discurso a los trabajadores italianos el Papa Pío XII, el 1° de mayo de 1955 dijo a los trabajadores: si quieres estar cerca de Cristo, te repito “Ite ad Ioseph”: ¡Ve a José!
«El Cristianismo se funda en el amor, el marxismo parte del odio, de la lucha de clases, cree en el inmisericorde aniquilamiento de los adversarios. El Cristianismo es un llamado a todos los hombres, el marxismo convoca sólo a los proletarios, a los explotados. Uno cree en la Redención, el otro en la revolución».[9]
El comunismo encierra un falso ideal de aparente redención. La lucha de clases es uno de sus fundamentos. La difusión del comunismo se explica por las deslumbradoras promesas que hacen a los incautos y a los ignorantes, apoyándose en las injusticias del régimen económico liberal, así, vemos hoy en tantas partes del mundo la difusión de los errores del comunismo. El marxismo cultural. Y como avizoraría proféticamente Don Plinio Correa de Oliveira, la revolución en su IV etapa: el comunismo tribal, incluso dentro de la Iglesia Católica con la «teología de la liberación» y múltiples herejías.
No cabe duda de que el patrocinio de San José Obrero, es de inusitada urgencia.
por Germán Mazuelo-Leytón
Congregación para la Doctrina de la Fe
•Prohibición formal de cooperar con partidos comunistas. Excomunión latae sententiaea
(Denzinger-Hünermann 3865. Decreto del Santo Oficio, 28 de junio (1 de julio) de 1949)
Papa Pío XI
El sistema comunista, sus autores y defensores están condenados
Nos condenamos el sistema, a sus autores y defensores, quienes han considerado a Rusia como el terreno más apto para realizar un sistema elaborado hace mucho tiempo y desde Rusia extenderlo por todo el mundo. (Pío XI. Encíclica Divini Redemptoris, n. 24, 19 de marzo de 1937)
El comunismo es intrínsecamente perverso y no se puede colaborar con él en ningún terreno
La Iglesia católica ha condenado en repetidas ocasiones el comunismo como “satánico” e “intrínsecamente perverso” (Pío XI, Encíclica Divini Redemptoris ).
Quadragesimo anno es una carta encíclica del Papa Pío XI, promulgada el 15 de mayo de 1931, con ocasión de los 40 años de la encíclica Rerum Novarum,
Tras hacer un resumen de las intervenciones anteriores de León XIII en los temas más sociales, hace un elogio de la Rerum novarum sea por su oportunidad (la penetración de un nuevo sistema económico y el desarrollo industrial habían producido una fuerte división de clases sociales). Luego resume la misma encíclica recordando el modo en que León XIII se hizo cargo del problema de los obreros sin pasar por el liberalismo ni por el socialismo.
La encíclica ofrece una renovada condena del comunismo.
El comunismo es intrínsecamente perverso y no se puede colaborar con él en ningún terreno
Procurad, venerables hermanos, con sumo cuidado que los fieles no se dejen engañar. El comunismo es intrínsecamente perverso, y no se puede admitir que colaboren con el comunismo, en terreno alguno, los que quieren salvar de la ruina la civilización cristiana. Y si algunos, inducidos al error, cooperasen al establecimiento del comunismo en sus propios países, serán los primeros en pagar el castigo de su error; y cuanto más antigua y luminosa es la civilización creada por el cristianismo en las naciones en que el comunismo logre penetrar, tanto mayor será la devastación que en ellas ejercerá el odio del ateísmo comunista. (Pío XI. Encíclica Divini Redemptoris, n. 60, 19 de marzo de 1937)
La Iglesia católica ha condenado en repetidas ocasiones el comunismo como “satánico” e “intrínsecamente perverso” (Pío XI, Encíclica Divini Redemptoris ).
Quadragesimo anno es una carta encíclica del Papa Pío XI, promulgada el 15 de mayo de 1931, con ocasión de los 40 años de la encíclica Rerum Novarum,
Tras hacer un resumen de las intervenciones anteriores de León XIII en los temas más sociales, hace un elogio de la Rerum novarum sea por su oportunidad (la penetración de un nuevo sistema económico y el desarrollo industrial habían producido una fuerte división de clases sociales). Luego resume la misma encíclica recordando el modo en que León XIII se hizo cargo del problema de los obreros sin pasar por el liberalismo ni por el socialismo.
La encíclica ofrece una renovada condena del comunismo.
De las Charlas de Don Bosco:
En el estudio decid en vuestro corazón: Sancte Joseph, ora pro me; ayudadme a Ocupar bien el tiempo de estudio y de clase. Si os viene alguna tentación: Sancte Joseph, ora pro me. Al levantaros por la mañana: Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía. Al acostaros: Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.
No olvidéis que es el protector de todos los trabajadores y que lo es también de los jóvenes que estudian; porque el estudio es trabajo.
Al discernir nuestra vocación
Oh grandioso San José,
tu que fuiste completamente dócil
a las mociones del Espíritu Santo,
obténme la gracia de conocer
el estado de vida al que el Señor
en su providencia ha escogido para mí.
Y ya que mi felicidad en la tierra y
la eterna en el Cielo dependen de esta opción,
permíteme elegir sin errar.
Obténme la luz para conocer el Plan de Dios,
para seguirlo confiadamente, y escoger la vocación
que me habrá de llevar a la vida eterna. Amén.
♥San José ♥ Modelo de padre y esposo, ruega por nuestros hogares.
Sancte Ioseph, Terror Dæmonum, Ora Pro Nobis
Fidel Castro murió excomulgado por pertenecer al partido comunista.
Oh grandioso San José,
tu que fuiste completamente dócil
a las mociones del Espíritu Santo,
obténme la gracia de conocer
el estado de vida al que el Señor
en su providencia ha escogido para mí.
Y ya que mi felicidad en la tierra y
la eterna en el Cielo dependen de esta opción,
permíteme elegir sin errar.
Obténme la luz para conocer el Plan de Dios,
para seguirlo confiadamente, y escoger la vocación
que me habrá de llevar a la vida eterna. Amén.
♥San José ♥ Modelo de padre y esposo, ruega por nuestros hogares.
Sancte Ioseph, Terror Dæmonum, Ora Pro Nobis
Fidel Castro murió excomulgado por pertenecer al partido comunista.
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