ORACIÓN INICIAL
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
¡Amadísimo Protector mío, San Antonio! Heme aquí, a tus pies, plenamente confiado en tu poderosa intercesión. Mírame con aquel espíritu de dulce y tierna compasión con que mirabas a los pobres. ¡Pobre soy yo, Santo mío! Me veo lleno de miserias. La vida para mi es continua lucha. Pan de felicidad, de alegría, de salud, de paz, de virtud... ¡cuánto me hace falta y cuánto espero de tu amorosa protección! Otórgamelo, te lo pido humildemente, para que tu nombre de Taumaturgo sea nuevamente glorificado. Creo en tu poder, espero en tu bondad, amo tu corazón de padre y bendigo a Nuestro Señor, que te hizo grande en la tierra y en el cielo. Amén.
Medite sobre la reflexión para hoy.
DÍA 1
Admirable fe de San Antonio.
La vida del santo Taumaturgo es un continuo pregón de la fe cristiana. Por ella, muy joven, ansía derramar su sangre a la vista de los mártires franciscanos de Marruecos. Por ella se entrrga completamente a Dios en vida santa y perfectísima de evangelización que fue pasmo del mundo, rica en portentos y maravillas... ¿Qué vida de fe es la mía?
(Menciona tu intención y reza tres Glorias a la Santísima Trinidad; recita el Responsorio y luego la oración final)
RESPONSORIO
Oh admirable San Antonio, glorioso por la celebridad de los milagros que habéis obrado, que tuvisteis la dicha de tener en vuestros brazos al Señor en forma de tierno infante, obtenedme de su bondad la gracia que ardientemente deseo de lo íntimo de mi corazón.
Tu que fuistes tan bondadoso con los pobres pecadores, no mires a los pecados de quien os ruega, sino a la gloria de Dios, que será otra vez exaltada por ti, y a la salvación de mi alma, tan unida a la petición que ahora tan encarecidamente te hago.
Como prenda de mi gratitud, os prometo llevar una vida más conforme con las enseñanzas del Evangelio y consagrada al socorro de los pobres, que tanto habéis amado y al presente amáis. Bendecid esta promesa que os hago y alcanzadme la gracia de ser a ella fiel hasta la muerte.
ORACIÓN FINAL
Oh! Astro de España, Perla de pobreza, Antonio, Padre de la ciencia, Ejemplo de pureza, Lumbre de Italia, Doctor de la verdad, Sol de Padua resplandeciente en señales de claridad. Amén.
V. Predicador egregio, ruega por nosotros, Antonio beatísimo.
R. Para que por tu intercesión alcancemos los gozos de la vida.
ORACIÓN. Alegre, Señor, a vuestra Iglesia la devota y humilde oración del glorioso San Antonio, vuestro siervo; para que seamos siempre socorridos en esta vida con los auxilios de la gracia y merezcamos conseguir después los gozos eternos de la gloria; por Nuestro Señor Jesucristo, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
ORACIÓN INICIAL
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
¡Amadísimo Protector mío, San Antonio! Heme aquí, a tus pies, plenamente confiado en tu poderosa intercesión. Mírame con aquel espíritu de dulce y tierna compasión con que mirabas a los pobres. ¡Pobre soy yo, Santo mío! Me veo lleno de miserias. La vida para mi es continua lucha. Pan de felicidad, de alegría, de salud, de paz, de virtud... ¡cuánto me hace falta y cuánto espero de tu amorosa protección! Otórgamelo, te lo pido humildemente, para que tu nombre de Taumaturgo sea nuevamente glorificado. Creo en tu poder, espero en tu bondad, amo tu corazón de padre y bendigo a Nuestro Señor, que te hizo grande en la tierra y en el cielo. Amén.
Medite sobre la reflexión para hoy.
DÍA 2
Esperanza de San Antonio.
Amó vivamente el Santo esta virtud. Una vida de sacrificio, en lucha constante contra el infierno, el mundo y las pasiones, sería imposible sin una gran esperanza, hija de una gran confianza en la bondad divina, en la paternal Providencia de Dios y en la ayuda constante de su gracia... Por eso el Santo jamás desmayó en su vida de incesante y penoso esfuerzo. ¡Contaba con Dios! Humillémonos y contemos, no con nuestras fuerzas, sino con las divinas, esperando en Dios.
(Menciona tu intención y reza tres Glorias a la Santísima Trinidad; recita el Responsorio y luego la oración final)
RESPONSORIO
Oh admirable San Antonio, glorioso por la celebridad de los milagros que habéis obrado, que tuvisteis la dicha de tener en vuestros brazos al Señor en forma de tierno infante, obtenedme de su bondad la gracia que ardientemente deseo de lo íntimo de mi corazón.
Tu que fuistes tan bondadoso con los pobres pecadores, no mires a los pecados de quien os ruega, sino a la gloria de Dios, que será otra vez exaltada por ti, y a la salvación de mi alma, tan unida a la petición que ahora tan encarecidamente te hago.
Como prenda de mi gratitud, os prometo llevar una vida más conforme con las enseñanzas del Evangelio y consagrada al socorro de los pobres, que tanto habéis amado y al presente amáis. Bendecid esta promesa que os hago y alcanzadme la gracia de ser a ella fiel hasta la muerte.
ORACIÓN FINAL
Oh! Astro de España, Perla de pobreza, Antonio, Padre de la ciencia, Ejemplo de pureza, Lumbre de Italia, Doctor de la verdad, Sol de Padua resplandeciente en señales de claridad. Amén.
V. Predicador egregio, ruega por nosotros, Antonio beatísimo.
R. Para que por tu intercesión alcancemos los gozos de la vida.
ORACIÓN. Alegre, Señor, a vuestra Iglesia la devota y humilde oración del glorioso San Antonio, vuestro siervo; para que seamos siempre socorridos en esta vida con los auxilios de la gracia y merezcamos conseguir después los gozos eternos de la gloria; por Nuestro Señor Jesucristo, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
ORACIÓN INICIAL
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
¡Amadísimo Protector mío, San Antonio! Heme aquí, a tus pies, plenamente confiado en tu poderosa intercesión. Mírame con aquel espíritu de dulce y tierna compasión con que mirabas a los pobres. ¡Pobre soy yo, Santo mío! Me veo lleno de miserias. La vida para mi es continua lucha. Pan de felicidad, de alegría, de salud, de paz, de virtud... ¡cuánto me hace falta y cuánto espero de tu amorosa protección! Otórgamelo, te lo pido humildemente, para que tu nombre de Taumaturgo sea nuevamente glorificado. Creo en tu poder, espero en tu bondad, amo tu corazón de padre y bendigo a Nuestro Señor, que te hizo grande en la tierra y en el cielo. Amén.
Medite sobre la reflexión para hoy.
DÍA 3
Caridad divina de San Antonio.
Caridad divina de San Antonio. Distinguió a San Antonio el Serafín de Asís, San Francisco, con particular amor. No ignoraba, sin duda, que, como buen hijo suyo, era otro Serafín de caridad. ¿Quién podrá adivinar la ternura de su amor a Jesús? Aquella escena en que el Niño Dios se recrea en los brazos del Santo puede servir para hacernos adivinar sus éxtasis, sus deliquios, sus ternuras seráficas... ¡ Qué ejemplo para mí, frío miserable, pobre pecador.
(Menciona tu intención y reza tres Glorias a la Santísima Trinidad; recita el Responsorio y luego la oración final)
RESPONSORIO
Oh admirable San Antonio, glorioso por la celebridad de los milagros que habéis obrado, que tuvisteis la dicha de tener en vuestros brazos al Señor en forma de tierno infante, obtenedme de su bondad la gracia que ardientemente deseo de lo íntimo de mi corazón.
Tu que fuistes tan bondadoso con los pobres pecadores, no mires a los pecados de quien os ruega, sino a la gloria de Dios, que será otra vez exaltada por ti, y a la salvación de mi alma, tan unida a la petición que ahora tan encarecidamente te hago.
Como prenda de mi gratitud, os prometo llevar una vida más conforme con las enseñanzas del Evangelio y consagrada al socorro de los pobres, que tanto habéis amado y al presente amáis. Bendecid esta promesa que os hago y alcanzadme la gracia de ser a ella fiel hasta la muerte.
Oh! Astro de España, Perla de pobreza, Antonio, Padre de la ciencia, Ejemplo de pureza, Lumbre de Italia, Doctor de la verdad, Sol de Padua resplandeciente en señales de claridad. Amén.
V. Predicador egregio, ruega por nosotros, Antonio beatísimo.
R. Para que por tu intercesión alcancemos los gozos de la vida.
ORACIÓN. Alegre, Señor, a vuestra Iglesia la devota y humilde oración del glorioso San Antonio, vuestro siervo; para que seamos siempre socorridos en esta vida con los auxilios de la gracia y merezcamos conseguir después los gozos eternos de la gloria; por Nuestro Señor Jesucristo, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
ORACIÓN INICIAL
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
¡Amadísimo Protector mío, San Antonio! Heme aquí, a tus pies, plenamente confiado en tu poderosa intercesión. Mírame con aquel espíritu de dulce y tierna compasión con que mirabas a los pobres. ¡Pobre soy yo, Santo mío! Me veo lleno de miserias. La vida para mi es continua lucha. Pan de felicidad, de alegría, de salud, de paz, de virtud... ¡cuánto me hace falta y cuánto espero de tu amorosa protección! Otórgamelo, te lo pido humildemente, para que tu nombre de Taumaturgo sea nuevamente glorificado. Creo en tu poder, espero en tu bondad, amo tu corazón de padre y bendigo a Nuestro Señor, que te hizo grande en la tierra y en el cielo. Amén.
Medite sobre la reflexión para hoy.
DÍA 4
Caridad Fraternal de San Antonio.
He aquí un Santo cuya vida fue un holocausto de entrañable amor a los hombres. Puede decirse que toda ella no fue sino una caricia a los pobres pecadores, a los tristes enfermos, a los atormentados por las negruras de la miseria... Y tanto placer debió de encontrar el Santo en este amor fraterno a sus semejantes, que ni la muerte lo interrumpió... Hoy, como en vida, sigue prodigándonos las mismas caricias.. ¡Qué su ejemplo me mueva a compasión de los desgraciados!
(Menciona tu intención y reza tres Glorias a la Santísima Trinidad; recita el Responsorio y luego la oración final)
RESPONSORIO
Oh admirable San Antonio, glorioso por la celebridad de los milagros que habéis obrado, que tuvisteis la dicha de tener en vuestros brazos al Señor en forma de tierno infante, obtenedme de su bondad la gracia que ardientemente deseo de lo íntimo de mi corazón.
Tu que fuistes tan bondadoso con los pobres pecadores, no mires a los pecados de quien os ruega, sino a la gloria de Dios, que será otra vez exaltada por ti, y a la salvación de mi alma, tan unida a la petición que ahora tan encarecidamente te hago.
Como prenda de mi gratitud, os prometo llevar una vida más conforme con las enseñanzas del Evangelio y consagrada al socorro de los pobres, que tanto habéis amado y al presente amáis. Bendecid esta promesa que os hago y alcanzadme la gracia de ser a ella fiel hasta la muerte.
ORACIÓN FINAL
Oh! Astro de España, Perla de pobreza, Antonio, Padre de la ciencia, Ejemplo de pureza, Lumbre de Italia, Doctor de la verdad, Sol de Padua resplandeciente en señales de claridad. Amén.
V. Predicador egregio, ruega por nosotros, Antonio beatísimo.
R. Para que por tu intercesión alcancemos los gozos de la vida.
ORACIÓN. Alegre, Señor, a vuestra Iglesia la devota y humilde oración del glorioso San Antonio, vuestro siervo; para que seamos siempre socorridos en esta vida con los auxilios de la gracia y merezcamos conseguir después los gozos eternos de la gloria; por Nuestro Señor Jesucristo, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
DÍA QUINTO
Por la señal...
ORACIÓN INICIAL
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
¡Amadísimo Protector mío, San Antonio! Heme aquí, a tus pies, plenamente confiado en tu poderosa intercesión. Mírame con aquel espíritu de dulce y tierna compasión con que mirabas a los pobres. ¡Pobre soy yo, Santo mío! Me veo lleno de miserias. La vida para mi es continua lucha. Pan de felicidad, de alegría, de salud, de paz, de virtud... ¡cuánto me hace falta y cuánto espero de tu amorosa protección! Otórgamelo, te lo pido humildemente, para que tu nombre de Taumaturgo sea nuevamente glorificado. Creo en tu poder, espero en tu bondad, amo tu corazón de padre y bendigo a Nuestro Señor, que te hizo grande en la tierra y en el cielo. Amén.
Medite sobre la reflexión para hoy.
Pureza de San Antonio. No en vano lleva el Santo en sus manos un lirio... Fue una azucena de la Iglesia. El demonio quiso mancharla con su baba inmunda, pero el Santo la guardó como un tesoro; la defendió con seto austero e impenetrable de cilicios, vigilias, disciplinas, ayunos, oraciones, trabajos... ¿Qué haces tú para guardar la pureza de tu cuerpo y de tu alma?...
(Menciona tu intención y reza tres Glorias a la Santísima Trinidad; recita el Responsorio y luego la oración final)
RESPONSORIO
Oh admirable San Antonio, glorioso por la celebridad de los milagros que habéis obrado, que tuvisteis la dicha de tener en vuestros brazos al Señor en forma de tierno infante, obtenedme de su bondad la gracia que ardientemente deseo de lo íntimo de mi corazón.
Como prenda de mi gratitud, os prometo llevar una vida más conforme con las enseñanzas del Evangelio y consagrada al socorro de los pobres, que tanto habéis amado y al presente amáis. Bendecid esta promesa que os hago y alcanzadme la gracia de ser a ella fiel hasta la muerte.
Oh! Astro de España, Perla de pobreza, Antonio, Padre de la ciencia, Ejemplo de pureza, Lumbre de Italia, Doctor de la verdad, Sol de Padua resplandeciente en señales de claridad. Amén.
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
DÍA SEXTO
Por la señal...
ORACIÓN INICIAL
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
¡Amadísimo Protector mío, San Antonio! Heme aquí, a tus pies, plenamente confiado en tu poderosa intercesión. Mírame con aquel espíritu de dulce y tierna compasión con que mirabas a los pobres. ¡Pobre soy yo, Santo mío! Me veo lleno de miserias. La vida para mi es continua lucha. Pan de felicidad, de alegría, de salud, de paz, de virtud... ¡cuánto me hace falta y cuánto espero de tu amorosa protección! Otórgamelo, te lo pido humildemente, para que tu nombre de Taumaturgo sea nuevamente glorificado. Creo en tu poder, espero en tu bondad, amo tu corazón de padre y bendigo a Nuestro Señor, que te hizo grande en la tierra y en el cielo. Amén.
Medite sobre la reflexión para hoy.
Humildad de San Antonio. También en este Santo, y por manera singular y maravillosa, se cumplió el dicho de Jesucristo: "El que se humille será ensalzado".Se ocultó como una violeta ; buscó el retiro, el silencio y, dotado de altísima sabiduría, la tuvo oculta y sólo la obediencia pudo abrir con su llave de oro aquellos raudales portentosos que hicieron a San Antonio Arca del Testamento…¡De cuántos bienes te priva tu soberbia !…
(Menciona tu intención y reza tres Glorias a la Santísima Trinidad; recita el Responsorio y luego la oración final)
RESPONSORIO
Oh admirable San Antonio, glorioso por la celebridad de los milagros que habéis obrado, que tuvisteis la dicha de tener en vuestros brazos al Señor en forma de tierno infante, obtenedme de su bondad la gracia que ardientemente deseo de lo íntimo de mi corazón.
Como prenda de mi gratitud, os prometo llevar una vida más conforme con las enseñanzas del Evangelio y consagrada al socorro de los pobres, que tanto habéis amado y al presente amáis. Bendecid esta promesa que os hago y alcanzadme la gracia de ser a ella fiel hasta la muerte.
Oh! Astro de España, Perla de pobreza, Antonio, Padre de la ciencia, Ejemplo de pureza, Lumbre de Italia, Doctor de la verdad, Sol de Padua resplandeciente en señales de claridad. Amén.
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
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DÍA SÉPTIMO
Por la señal..
ORACIÓN INICIAL
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
¡Amadísimo Protector mío, San Antonio! Heme aquí, a tus pies, plenamente confiado en tu poderosa intercesión. Mírame con aquel espíritu de dulce y tierna compasión con que mirabas a los pobres. ¡Pobre soy yo, Santo mío! Me veo lleno de miserias. La vida para mi es continua lucha. Pan de felicidad, de alegría, de salud, de paz, de virtud... ¡cuánto me hace falta y cuánto espero de tu amorosa protección! Otórgamelo, te lo pido humildemente, para que tu nombre de Taumaturgo sea nuevamente glorificado. Creo en tu poder, espero en tu bondad, amo tu corazón de padre y bendigo a Nuestro Señor, que te hizo grande en la tierra y en el cielo. Amén.
Medite sobre la reflexión para hoy.
Pobreza de San Antonio. Nacido en dorada cuna, ante las sonrisas y halagos del mundo, San Antonio abraza la pobre Orden Franciscana...Se hace hijo de aquel desposado con la dama Pobreza, San Francisco, y, como él, la sigue por abrojos y espinas, privaciones y sufrimientos, contento con sus dolorosas y dulces caricias...Su despego del mundo, le hizo rico en bienes celestiales... Trocó el oro de la tierra por el oro inestimable del amor divino. .Despégate de los bienes terrenos, si verdaderamente quieres salvarte...
(Menciona tu intención y reza tres Glorias a la Santísima Trinidad; recita el Responsorio y luego la oración final)
RESPONSORIO
Oh admirable San Antonio, glorioso por la celebridad de los milagros que habéis obrado, que tuvisteis la dicha de tener en vuestros brazos al Señor en forma de tierno infante, obtenedme de su bondad la gracia que ardientemente deseo de lo íntimo de mi corazón.
Como prenda de mi gratitud, os prometo llevar una vida más conforme con las enseñanzas del Evangelio y consagrada al socorro de los pobres, que tanto habéis amado y al presente amáis. Bendecid esta promesa que os hago y alcanzadme la gracia de ser a ella fiel hasta la muerte.
Oh! Astro de España, Perla de pobreza, Antonio, Padre de la ciencia, Ejemplo de pureza, Lumbre de Italia, Doctor de la verdad, Sol de Padua resplandeciente en señales de claridad. Amén.
R. Para que por tu intercesión alcancemos los gozos de la vida.
ORACIÓN. Alegre, Señor, a vuestra Iglesia la devota y humilde oración del glorioso San Antonio, vuestro siervo; para que seamos siempre socorridos en esta vida con los auxilios de la gracia y merezcamos conseguir después los gozos eternos de la gloria; por Nuestro Señor Jesucristo, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
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DÍA OCTAVO
Por la señal...
ORACIÓN INICIAL
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
¡Amadísimo Protector mío, San Antonio! Heme aquí, a tus pies, plenamente confiado en tu poderosa intercesión. Mírame con aquel espíritu de dulce y tierna compasión con que mirabas a los pobres. ¡Pobre soy yo, Santo mío! Me veo lleno de miserias. La vida para mi es continua lucha. Pan de felicidad, de alegría, de salud, de paz, de virtud... ¡cuánto me hace falta y cuánto espero de tu amorosa protección! Otórgamelo, te lo pido humildemente, para que tu nombre de Taumaturgo sea nuevamente glorificado. Creo en tu poder, espero en tu bondad, amo tu corazón de padre y bendigo a Nuestro Señor, que te hizo grande en la tierra y en el cielo. Amén.
Medite sobre la reflexión para hoy.
Obediencia de San Antonio. La obediencia es la muerte de la propia voluntad, y cuando el hombre mata a ésta, ha matado a su mayor enemigo. La voluntad divina, manifestada por los legítimos Superiores, obra entonces maravillas en las almas. San Antonio fue obedientísimo. Lo fue tanto, que a un acto suyo desobediencia, predicando cuando le creían un ignorante, debemos el haber descubierto a este nuevo Doctor de las gentes...¡Obedece, humilla tu amor propio: Dios te ensalzará!…
(Menciona tu intención y reza tres Glorias a la Santísima Trinidad; recita el Responsorio y luego la oración final)
RESPONSORIO
Oh admirable San Antonio, glorioso por la celebridad de los milagros que habéis obrado, que tuvisteis la dicha de tener en vuestros brazos al Señor en forma de tierno infante, obtenedme de su bondad la gracia que ardientemente deseo de lo íntimo de mi corazón.
Como prenda de mi gratitud, os prometo llevar una vida más conforme con las enseñanzas del Evangelio y consagrada al socorro de los pobres, que tanto habéis amado y al presente amáis. Bendecid esta promesa que os hago y alcanzadme la gracia de ser a ella fiel hasta la muerte.
Oh! Astro de España, Perla de pobreza, Antonio, Padre de la ciencia, Ejemplo de pureza, Lumbre de Italia, Doctor de la verdad, Sol de Padua resplandeciente en señales de claridad. Amén.
R. Para que por tu intercesión alcancemos los gozos de la vida.
ORACIÓN. Alegre, Señor, a vuestra Iglesia la devota y humilde oración del glorioso San Antonio, vuestro siervo; para que seamos siempre socorridos en esta vida con los auxilios de la gracia y merezcamos conseguir después los gozos eternos de la gloria; por Nuestro Señor Jesucristo, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
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DÍA NOVENO
Por la señal...
ORACIÓN INICIAL
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
¡Amadísimo Protector mío, San Antonio! Heme aquí, a tus pies, plenamente confiado en tu poderosa intercesión. Mírame con aquel espíritu de dulce y tierna compasión con que mirabas a los pobres. ¡Pobre soy yo, Santo mío! Me veo lleno de miserias. La vida para mi es continua lucha. Pan de felicidad, de alegría, de salud, de paz, de virtud... ¡cuánto me hace falta y cuánto espero de tu amorosa protección! Otórgamelo, te lo pido humildemente, para que tu nombre de Taumaturgo sea nuevamente glorificado. Creo en tu poder, espero en tu bondad, amo tu corazón de padre y bendigo a Nuestro Señor, que te hizo grande en la tierra y en el cielo. Amén.
Medite sobre la reflexión para hoy.
San Antonio, protector delos que sufren. Todo sufrimiento, en cualquiera de sus manifestaciones, el dolor del pecado, la pérdida de salud, la escasez de recursos, las injustas persecuciones, la ausencia de paz, las hondas preocupaciones, las grandes tristezas…, cuanto puede atenazar el alma...,fue motivo de compasión para el Santo, fue materia de milagros suyos, fue blanco de su misericordia... ¿Qué se ocultó u oculta a su corazón compasivo? Acudamos, pues, a él con vivísima confianza.
(Menciona tu intención y reza tres Glorias a la Santísima Trinidad; recita el Responsorio y luego la oración final)
RESPONSORIO
Oh admirable San Antonio, glorioso por la celebridad de los milagros que habéis obrado, que tuvisteis la dicha de tener en vuestros brazos al Señor en forma de tierno infante, obtenedme de su bondad la gracia que ardientemente deseo de lo íntimo de mi corazón.
Como prenda de mi gratitud, os prometo llevar una vida más conforme con las enseñanzas del Evangelio y consagrada al socorro de los pobres, que tanto habéis amado y al presente amáis. Bendecid esta promesa que os hago y alcanzadme la gracia de ser a ella fiel hasta la muerte.
Oh! Astro de España, Perla de pobreza, Antonio, Padre de la ciencia, Ejemplo de pureza, Lumbre de Italia, Doctor de la verdad, Sol de Padua resplandeciente en señales de claridad. Amén.
R. Para que por tu intercesión alcancemos los gozos de la vida.
ORACIÓN. Alegre, Señor, a vuestra Iglesia la devota y humilde oración del glorioso San Antonio, vuestro siervo; para que seamos siempre socorridos en esta vida con los auxilios de la gracia y merezcamos conseguir después los gozos eternos de la gloria; por Nuestro Señor Jesucristo, que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
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