“(La Cuaresma) ha de consistir mucho más en la privación de nuestros vicios que en la de los alimentos” (San León Magno Sermón 6 , 1).
“El sacrificio más acepto a Dios es el arrancar de nuestro corazón los afectos terrenos y los vicios: en esto consiste el verdadero culto.” (San Clemente, sent. 13, lib. 5, Tric. T. 1, p. 125.)"
En el Antiguo Testamento cuando un pueblo se convertía a Dios se cubría de sayal y de cenizas como Nínive: “El rey de Nínive se levantó, se despojó de su vestido, se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza” (Jon 3, 6).
También fue utilizada como signo de duelo expiatorio ante Dios: Como cuando el rey Asuero emitió un decreto de exterminio del pueblo hebreo: “Apenas Mardoqueo supo lo que pasaba, rasgó sus vestidos, se vistió de sayal y ceniza y salió por la ciudad lanzando grandes gemidos” (Ester 4, 1).
Job: “Me derribó en el lodo y soy semejante al polvo y a la ceniza” (30, 19).
La ceniza es signo de purificación, de santidad y de penitencia.
El hombre viejo debe ser reducido a cenizas para que pueda nacer el hombre nuevo. La señal del hombre nuevo es que se niega a si mismo, abandona el pecado para poder seguir a Jesucristo.
La Doctrina de Jesucristo se basa en el arrepentimiento.
Quien sigue pecando no tiene a Cristo como Redentor sino que desprecia su sangre y al despreciar el único sacrifico expiatorio que lo podría haber salvado se condena. Quien sigue pecando no ha conocido a Dios, nos dice la Escritura que el que peca es hijo del diablo.
San Juan el Bautista y Jesucristo comenzaron su ministerio llamando al arrepentimiento.
“El que me sigue no camina a oscuras”, dice el Señor
(Jn 8, 12).
La única señal de que seguimos a Jesucristo es el abandono del pecado. De lo contrario la persona se engaña a si misma y no anda en el camino del Señor sino fuera de el. Por eso el Profeta Isaías dice que el camino de santidad es sólo para el que ande en el. Y en el camino de Dios no transita el pecador.
El que no abandona los vicios no transita por el camino de Dios.
“No vuelvas tu vista atrás, ni te detengas en toda región. Saliste de Sodoma, no te vuelvas a esta Ciudad; dejaste los vicios, no vuelvas a ellos. Ni mires atrás, sálvate en el monte: mas no es lo suficiente para salvarse no mirar atrás, si no se pone al mismo tiempo cuidado con no detenerse en toda la región; pues sería cosa inútil empezar el camino de la virtud, y detenerse en la tierra de Sodoma sin apresurarse hacia el monte en que está nuestra salud, que es Jesucristo”. (Orígenes)
Romanos 6:6 sabiendo que nuestro hombre viejo fue crucificado con él, a fin de que fuera destruido este cuerpo de pecado y cesáramos de ser esclavos del pecado.
Proverbios 28,13 El que oculta sus pecados no prosperará, más el que los confiese y se convierta, obtendrá misericordia
"Ten verdadero dolor de los pecados que confiesas, por leves que sean, y haz firme propósito de la enmienda para adelante".
San Francisco de Sales.
‟La causa por la cual la mayoría de la gente se condena, es la falta del firme propósito de enmienda en sus confesiones.” (X, 56). Don Bosco
‟No dejar nunca la penitencia para la vejez, cuando las fuerzas ya no lo acompañan a uno.” (II, 362). Don Bosco.
‟Si el pobre mundo pudiera ver la belleza del alma sin pecado, todos los pecadores, todos los incrédulos se convertirían al instante. ”
Padre Pio
No debemos mostrarnos afables con quienes fácilmente pecan, tratando de agradarles, para no parecer que condescendemos con sus vicios y les damos cierto ánimo para caer en ellos ( Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, 22, q. 114, a. 1).
San Leon Magno: Esta paz no se logra ni con los lazos de la más intima amistad ni con una profunda semejanza de carácter, si todo ello no está fundamentado en una total comunión de nuestra voluntad con la voluntad de Dios. Una amistad fundada en deseos pecaminosos, en pactos que arrancan de la injusticia y en el acuerdo que parte de los vicios nada tiene que ver con el logro de esta paz. (Sermón 95, sobre las bienaventuranzas).
San Jerónimo Padre y Doctor de la Iglesia. Fue también un notable exegeta y gran polemista en su libro Contra Joviniano, explica cómo un sodomita necesita arrepentimiento y penitencia para salvarse: “Y Sodoma y Gomorra pudo haberlo apaciguado [la ira de Dios], si hubiesen estado dispuestos a arrepentirse, y con la ayuda del ayuno obtener para sí mismos lágrimas de arrepentimiento”.
Los sodomitas que no abandonan el pecado y no se arrepienten serán destruidos eternamente. El Catecismo Mayor de San Pío X advierte que -El pecado contra la naturaleza clama venganza al cielo.
1 Tesalonicenses 4:
3-Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; que os alejéis de la fornicación ...
6.Que nadie falte a su hermano ni se aproveche de él en este punto, pues el Señor se vengará de todo esto, como os lo dijimos ya y lo atestiguamos,
7- pues no nos llamó Dios a la impureza, sino a la santidad.
8- Así pues, el que esto deprecia, no desprecia a un hombre, sino a Dios, que os hace don de su Espíritu Santo.
Fue precisa la muerte de los sodomitas para la restauración de la castidad en la tierra
“Quien soporta la tiranía del príncipe de este siglo por la libre aceptación del pecado, está bajo el reino del pecado”. (Orígenes , Trat. sobre la oración, 25).
“Debemos observar que el siervo inútil llama duro a su señor, a quien sin embargo rehusa servir, y dice que temió negociar con el talento recibido el que sólo debía temer devolvérselo a su señor sin lucro alguno. Pues hay muchos dentro de la Santa Iglesia de los que es una viva imagen este siervo, los cuales temen emprender el camino de mejor vida y no temen permanecer en la indolencia; y considerándose pecadores, tiemblan de entrar en las vías de la santidad, y no tiemblan de seguir en sus vicios”. (San Gregorio Magno, Hom. 9 sobre los Evang.)
Romanos 8:8
“Los hombres carnales no pueden agradar a Dios”
Advierte San Pedro que los falsos pastores llevan a muchos por el camino de la perdición eterna, porque no abandonan el pecado sino que son alentados a seguir pecando, haciendo que desobedezcan a Dios: “ Muchos los seguirán en su vida viciosa”.
Papa León XIII, Satis Cognitum (# 9): “De que alguno diga que no cree en esos errores (esto es, las herejías que acaba de enumerar), no se sigue que deba creerse y decirse cristiano católico. Pues puede haber y pueden surgir otras herejías que no están mencionadas en esta obra, y cualquiera que abrazase una sola de ellas cesaría de ser cristiano católico”.
“Somos nosotros los que volvemos ásperos con los guijarros de nuestros deseos los rectos y fáciles senderos del Señor. Somos nosotros quienes nos apartamos del camino real [...]. Preferimos seguir los caminos torcidos y cubiertos de matorrales. Con los ojos vendados vamos tras el encanto de los placeres de aqui abajo, arrastrándonos por esas sendas oscuras y obstruidas por las zarzas de los vicios. Y no importa que se lastimen nuestros pies ni que nuestra vestidura nupcial quede hecha jirones. Procedemos cual si estuviésemos destinados a ser pabilo de las espinas, de las serpientes y de los escorpiones que tienen allí sus guaridas. Porque escrito esta: Espinas y lazos hay en el camino del impío, el que teme al Señor se aleja de el.” (Prov 22, 5) (CASIANO, Colaciones, 24).
Oración:
Oh Dios, que te dejas vencer por el que se humilla y encuentras agrado en quien expía sus pecados; escucha benignamente nuestras súplicas y derrama la gracia de tu bendición sobre estos siervos tuyos que van a recibir la ceniza, para que, fieles a las prácticas cuaresmales, puedan llegar, con el corazón limpio, a la celebración del misterio pascual de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.