Mateo 7:13-14
Prevost promueve la iglesia sinodal cismática de Bergoglio, que se rebela contra las leyes de Dios y se opone a las enseñanzas inmutables de la Iglesia Católica.
Mateo 7:13-14
El Mensaje de la Virgen en Fátima: “Van más almas al infierno por los pecados de la carne que por cualquier otra razón.”
Queden fuera los perros, y los hechiceros, y los deshonestos, y los homicidas, y los idólatras, y todo aquel que ama y practica la mentira.
Las Escrituras dan el nombre de perros a los paganos, apóstatas y sodomitas.
Filipenses 3: 2 Cuídense de esos perros, cuídense de esos que hacen el mal, cuídense de esos que mutilan el cuerpo*.
Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo.
La sanatio in radice de las irregularidades en el conclave
Monseñor Athanasius Schneider sostiene que las eventuales irregularidades verificadas en el cónclave de 2013 quedarían fundamentalmente sanadas de raíz por el hecho de que el elegido Jorge Mario Bergoglio fue reconocido como Papa por los cardenales electores, por el episcopado y por la mayoría de los fieles. En la práctica, independientemente de los acontecimientos que hayan podido conducir a la elección de un Papa – con o sin intervenciones externas – la Iglesia se da un plazo más allá del cual no sería posible impugnar una elección, si el nombre de la persona elegido es aceptado por el pueblo cristiano. Pero esta tesis esta cuestionada por un precedente histórico.
En la época de Urbano VI -estamos en 1378 d. C.- la mayoría de los Cardenales, Prelados, Soberanos Católicos y el pueblo reconocieron Clemente VII como Papa, en realidad un antipapa. Trece cardenales de un total de dieciséis cuestionaron la validez de la elección del papa Urbano, debido a la amenaza de violencia del pueblo romano contra el Sacro Colegio, e incluso los pocos partidarios de Urbano pronto se arrepintieron de haberlo elegido, convocando un cónclave en Fondi del cual resultó electo el antipapa Clemente VII. También san Vicente Ferrer estaba convencido de que el verdadero Papa era Clemente, mientras que Santa Catalina de Siena se puso del lado de Urbano. Si el consenso universal hubiera sido un argumento irrevocablemente válido, se debería haber considerado Papa a Clemente y no a Urbano. El antipapa Clemente, derrotado por el ejército de Urbano VI en la batalla de Marino en 1379, trasladó la sede a Aviñón, dando lugar al Cisma de Occidente que duró treinta y nueve años. Vemos entonces que el consenso universal es un argumento que no resiste la prueba de la historia.
La via tutior de monseñor Schneider
El obispo Athanasius Schneider nos recuerda que la via tutior [camino más seguro] consiste en no obedecer a un Papa hereje, sin necesariamente tener que considerarlo como si hubiera caducado ipso facto de su cargo al estar separado de la Iglesia y, por lo tanto, ya no capaz de ser su cabeza, como por el contrario lo considera San Roberto Belarmino. Pero también esta solución -que al menos reconoce que Bergoglio es un hereje- no me parece decisiva, ya que la obediencia que los fieles pueden negarle es sólo marginal en comparación con todos los actos de gobierno y enseñanza que ha llevado a cabo y continúa haciendo, sin que sus súbditos puedan hacer algo. Por supuesto, se puede organizar la celebración clandestina de la Misa católica, ¿pero qué pueden hacer un sacerdote o un laico cuando un grupo subversivo de obispos manipulados por Bergoglio se prepara para introducir cambios doctrinales inaceptables con el Sínodo sobre la Sinodalidad? ¿Y qué podrán hacer cuando en sus parroquias una diaconisa bendiga la “boda” de dos sodomitas?
Ciertamente la desobediencia a órdenes ilegítimas de un Superior herético o apóstata es un deber sub gravi, ya que la obediencia a Dios precede a la obediencia a los hombres, y porque la virtud de la Obediencia está jerárquicamente subordinada a la virtud teologal de la Fe. Pero el daño resultante al cuerpo eclesial no puede evitarse con una acción de simple resistencia: la cuestión debe resolverse desde la raíz.
Mateo 7:13-14 Dos Puertas y Dos caminos »Entren por la puerta angosta. Porque la puerta y el camino que llevan a la perdición son anchos y...