Los primeros cristianos se llaman a sí mismos "Nazarenos" o "los del Camino". Los primeros cristianos acuden a las sinagogas, pero fueron expulsados por proclamar y enseñan de manera profética que Jesús de Nazaret, es el Mesías anunciado por los profetas. Para uno ser considerado siquiera Cristiano tiene que ser seguidor y discípulo de Cristo y lo primero que debe hacer un cristiano es anunciar el Evangelio para hacer discípulos de Cristo. Un discípulo como San Andrés seguía a su maestro y se mudaba con él, por eso los primeros discípulos de Jesucristo le preguntan muéstranos donde vives, pero el Reino de Cristo no es de este mundo por eso El nos promete si cumplimos sus Mandamientos que la Santísima Trinidad morará en nosotros. Ser discípulo de Cristo significa obedecer los mandamientos de Dios ningún ser humano puede considerarse discípulo de Cristo si sigue caminando en tinieblas. Por eso Jesucristo dijo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. El Profeta Isaías anuncia el camino cristiano es un camino de Santidad y que en el no transitan los pecadores.
Isaías 35:7- 8
Allí habrá una senda y camino real, que se llamará, o será camino santo, no lo pisará hombre inmundo, y éste será para vosotros un camino recto; de tal suerte que aun los más lerdos no se perderán en él.
Allí habrá una senda y camino real, que se llamará, o será camino santo, no lo pisará hombre inmundo, y éste será para vosotros un camino recto; de tal suerte que aun los más lerdos no se perderán en él.
No habrá allí león, ni bestia alguna feroz transitará por dicho camino, ni allí se hallará; sino que caminarán por aquella senda los que hayan sido libertados de la esclavitud del pecado.
«Que se aparte de la maldad todo el que invoca el nombre del Señor».
Esta es la novena de San Andrés aunque no va dirigida directamente a el , a esta oración se le conoce como la novena de la Navidad y se le atribuyen muchos milagros.
Novena de Navidad para obtener un favor.
Bendita y alabada sea la hora y el momento en que el Hijo de Dios nació de María la Virgen Purísima , a medianoche, en Belén, en el frío penetrante. En esa hora, dígnate, Oh Dios mío! escuchar mi plegaria y conceder mis deseos (mencionar la intención ), por los méritos de Nuestro Salvador Jesucristo, y por su bendita Madre Amen .
Rezar con fervor esta oración quince veces cada día desde la fiesta de San Andrés (30 de noviembre) hasta Navidad (25 de diciembre).
[Imprimatur: +MICHAEL AUGUSTINE, Archbishop of New York, New York, February 6, 1897.]
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