R. Señor, danos sacerdotes santos.
V. Para que nos acompañen a la hora de nuestra muerte, y ofrezcan la Santa Misa por nosotros



♰♰♰

domingo, 30 de abril de 2023

Jesús le reveló a Santa Catalina de Siena que los sacerdotes homosexuales le son abominables y repugnantes incluso para los mismos demonios

Santa Catalina de Siena contradice la apostasía, herética y cismática   que promueve Jorge Mario Bergoglio porque como enseña la Escritura. Jesús condena a los sacerdotes homosexuales.  Jesús le reveló a Santa Catalina de Siena que los sacerdotes homosexuales le causan náuseas a nuestro Señor y son despreciados incluso por el diablo.


                                              










La Iglesia católica enseña que quien niega una parte de la doctrina católica la niega toda. 


Santo Tomás de Aquino: El objeto de la fe y de la herejía es, por tanto, el depósito de la fe, o sea, la suma total de las verdades reveladas por la Escritura y la Tradición según nos la propone la Iglesia para que la creamos. El creyente acepta la totalidad del depósito según lo propone la Iglesia; el hereje acepta sólo aquellas partes que su juicio le recomienda. (II-II: 11)

El Papa León XIII  declaró  en la encíclica Satis Cognitum :

(La Iglesia siempre) ha considerado rebeldes declarados y ha expulsado de su seno a todos aquellos que no piensan como ella en ningún punto de su doctrina. …

«Si hay, pues, un punto que haya sido revelado evidentemente por Dios y nos negamos a creerlo, no creemos en nada de la fe divina». Pues el juicio que emite Santiago respecto de las faltas en el orden moral hay que aplicarlo a los errores de entendimiento en el orden de la fe. «Quien se hace culpado en un solo punto, se hace transgresor de todos»

 ...El que en un solo punto rehúsa su asentimiento a las verdades divinamente reveladas realmente abdica de toda fe, porque rehúsa someterse a Dios en tanto que Él es la verdad soberana y la razón propia de la fe

Entendemos por dogma una verdad que pertenece al campo de la fe o de la moral, que ha sido revelada por Dios, transmitida desde los Apóstoles ya a través de la Escritura, ya de la Tradición, y propuesta por la Iglesia para su aceptación por parte de los fieles. 
Nuevamente queda demostrado que Bergoglio no profesa la Fe católica. Bergoglio desafía la Ley Natural Divina y la doctrina moral Católica.  Con su pecado de herejía y apostasía se ha separado de la Iglesia, como enseñó  el Papa Pío XII en su encíclica Mystici Corporis Christi.
Festividad
30 de abril Vetus Ordo
29 de abril Novus Ordo
El Papa Pío ll, la canoniza en 1461, el Papa Pío Xll la declaró patrona de Italia en 1939.

Santa Catalina de Siena, la gran mística religiosa del siglo XIV, transmitió las palabras de Nuestro Señor Jesucristo sobre el pecado de la homosexualidad, que contaminó a algunos del clero en su tiempo, el Renacimiento.
 
Nuestro Señor, Jesucristo, le revela a Santa Catalina de Siena cómo los homosexuales causan náuseas a Dios y cómo incluso los demonios no pueden soportar un pecado tan antinatural y desagradable.
 
Refiriéndose a los ministros sagrados que cometieron este pecado, Él le dijo:
 
Nuestro Señor hablando a Santa Catalina de Siena
 
Ellos [los homosexuales] no solo fallan al resistir la debilidad [de la naturaleza humana caída] ... pero lo hacen aún peor cuando cometen el pecado maldito contra la naturaleza. Al igual que los ciegos y los estúpidos, después de haber atenuado la luz de su comprensión, no reconocen la enfermedad y la miseria en que se encuentran. Porque esto no solo me causa náuseas, sino que es repugnante incluso para los demonios mismos a quienes estas criaturas depravadas han elegido como sus señores.
 
Para mí este pecado contra la naturaleza es tan abominable que solo por él cinco ciudades fueron destruidas en virtud del juicio de Mi Divina Justicia, que ya no podía soportar su iniquidad ...
 
Es desagradable para los demonios no porque el mal los desagrade o porque les agrada el bien, sino porque su naturaleza es angelical y huye al ver que se comete un pecado tan repulsivo. Si bien ciertamente es el demonio el que primero que golpea al pecador con la flecha envenenada de la concupiscencia, sin embargo, cuando un hombre realmente lleva a cabo un acto tan pecaminoso, el diablo se va.
 
(Santa Catalina de Siena, El diálogo, en Obras de Santa Catalina de Siena, Madrid: BAC, 1991, p. 292)
TIA -Tradition in Action
 
 
 
Santa Caterina de Siena y San Bernardino de Siena, llegaron a afirmar que la sodomía es el pecado más grave después del pecado en contra del Espíritu Santo, sin embargo, si se practica la sodomía persistentemente, en violación de los mandamientos de Dios, también se convierte en un pecado en el cual no hay perdón: “… Los que cometen el pecado maldito contra la naturaleza, son tales como los tontos y los ciegos, después de haber eclipsado a la luz de su inteligencia, no se dan cuenta del hedor y la miseria en la que están …” (Santa Catalina de Siena, el diálogo de la Divina Providencia, cap. 124)

1 Corintios 6: 9-10
¿No sabes que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se dejen engañar; ni los inmorales, [fornicarios] ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los homosexuales, [ni los afeminados ni los sodomitas.] ... heredarán el reino de Dios.

sábado, 29 de abril de 2023

El Papa San Pío V defendió a la Iglesia de la Herejía y del Islam. Condenó formalmente el vicio clerical de la sodomía y confirmó la enseñanza magisterial de que un hereje no puede ser Papa

 

 

(LifeSiteNews

El año fue 1568, pero la situación en la Iglesia Católica era incómodamente similar a la nuestra. Después de muchas décadas de corrupción y decadencia moral, la Iglesia se enfrentó al escándalo de un clero que tenía la reputación de estar involucrado en el «crimen espantoso» de la sodomía. Cuando el santo papa Pío V fue elegido en 1566, decidió actuar.

El Papa Pío V inmediatamente trató de abordar la crisis luego de su acceso al trono papal. En 1566, el año de su elección, emitió una bula de reforma, Cum primum, que buscaba suprimir el vicio clerical, incluida la sodomía. En el párrafo 11, la bula declaró: «Si alguien comete el infame crimen contra la naturaleza, por el cual la ira de Dios vinó sobre los hijos de la incredulidad, deben ser entregados a la corte secular, y si son clérigos. , deben ser despojados de toda orden [clerical] y sometidos a una pena similar ”. Sin embargo, esta disposición parece no haber tenido el efecto deseado por el pontífice.

Dos años después, el papa Pío V emitió un nuevo decreto dirigido únicamente contra la práctica de la sodomía entre el clero. Fue titulado Horrendum illud scelus – «Ese crimen horrendo», por el cual las ciudades de Sodoma y Gomorra fueron destruidas por Dios.

«Ese horrendo crimen, por el cual las ciudades contaminadas y sucias fueron quemadas por el espantoso juicio de Dios, nos duele más amargamente y agita gravemente nuestra alma, para que, en la medida de lo posible, podamos esforzarnos por aplastarla», escribió Pío. .

Pío notó que el Tercer Concilio de Letrán (1179) había decretado que los clérigos culpables de sodomía, el crimen por el cual «la ira de Dios caía sobre los hijos de incredulidad», debían ser confinados en monasterios o ser retirados del orden clerical por completo.  Sin embargo, el Papa expresó su preocupación de que tal pena fuera demasiado leve, especialmente para aquellos que «no temen la muerte del alma».

«Para que el contagio de tal desgracia, por la esperanza de la impunidad,– que es el mayor incentivo para el pecado– , fortalecidos en audacia, hemos decidido que los clérigos que son culpables de este nefario delito deben ser castigados más gravemente, para que «El vengador de las leyes civiles, la espada secular, puedan disuadir a quienes no temen la muerte del alma», escribió Pío.

Por lo tanto, decretó que «privamos de todo privilegio clerical y de todo cargo eclesiástico, dignidad y beneficio por la autoridad del presente canon a todos y cada uno de los sacerdotes y otros clérigos regulares y seculares de cualquier grado y dignidad que practican un pecado tan grave», y agregó que luego deberían ser «entregados al poder secular, que puede exigirles el mismo castigo que reciben los laicos que han caído en esta ruina, que se encuentra constituida en ordenanzas legítimas «.

En ese momento, las «ordenanzas legítimas» de muchas jurisdicciones en Europa decretaron la muerte, la castración o el decomiso de una propiedad por el delito de sodomía.

El decreto de Pío V fue el último de una larga lista de cánones y decretos emitidos por la Iglesia Católica para penalizar la inmoralidad sexual, tanto entre el clero como entre los laicos. Desde la Edad Media, la Iglesia Católica había provisto varias penas para aquellos clérigos y religiosos que cometieron actos homosexuales y otros delitos de perversión sexual. La temprana ley canónica requería que los culpables de tales actos hicieran largas penitencias mientras se les prohibía recibir el sacramento de la Sagrada Comunión. Algunos cánones especificaron que la penitencia se realizaría en un monasterio, mientras que otros mencionaron la degradación del estado clerical.
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San Pío V, el pastor que salvó a la Iglesia y a Europa de la invasión musulmana en la famosa batalla de Lepanto y con el auxilio de la Virgen del Rosario.

La batalla de Lepanto,  la victoria de la Cristiandad contra el Islam.
Nuestra Señora del Rosario la guerrera más Grandes contra la Yihad.

 “Apresurémonos a dar gracias a Dios, porque nuestra flota en este momento ha ganado una gran victoria contra los turcos”.  Papa San Pío V

 
 

 

En 1571 la cristiandad estaba amenazada por los turcos (musulmanes). La responsabilidad de defender el cristianismo cayó principalmente en Felipe II, rey de España, los venecianos y genovesesPara evitar rencillas, se declaró al Papa como jefe de la liga, Marco Antonio Colonna como general de los galeones y Don Juan de Austria, generalísimo.  El ejército contaba con 20,000 buenos soldados, además de marineros. La flota tenía 101 galeones y otros barcos mas pequeños. El Papa envió su bendición apostólica y predijo la victoria. Ordenó además que sacaran a cualquier soldado cuyo comportamiento pudiese ofender al Señor.  Le advirtió el rey que «ante todo había de tener ante sí la devoción y el temor de Dios, de cuya mano ha de proceder todo bien y buenos y prós­peros sucesos de vuestras navegaciones y empresas y jornadas». Le instó a que no permitiese jamás en sus galeras la blasfemia y el pecado de la sodomía.

Frente al inminente peligro para la Cristiandad, el Sumo Pontífice San Pío V, convocó a los príncipes europeos a unirse en un frente común contra el enemigo. Reunió una escuadra con el aporte de Felipe II de España, de las Repúblicas de Venecia y de Génova y del Reino de Nápoles, además de un contingente de los Estados Pontificios y de la Orden de Malta. ( La Cruzada)

El Papa San Pío V armó la ‘Liga Santa’, para hacer frente a los musulmanes en Lepanto, pidiendo  a todos que rezaran, particularmente el rosario, para obtener la victoria. Una vez conseguida, instituyó la fiesta Nuestra Señora de la Victoria. En el año 1572, el Papa San Pío V  quinto ordenó que en todo el mundo católico se rezara en las letanías la advocación ‘María Auxiliadora, rogad, por nosotros’, porque en ese año Nuestra Señora libró prodigiosamente en la batalla de Lepanto a toda la cristiandad que venía a ser destruida por un ejército mahometano de 282 barcos y 88.000 soldados. La batalla fue terrible y sangrienta.

 
Don Juan de Austria, comandante de la flota proclamó a los soldados y marinos españoles justo antes de la batalla:

“Hijos, a morir hemos venido, o a vencer si el cielo lo dispone. No deis ocasión para que el enemigo os pregunte con arrogancia impía ¿Dónde está vuestro Dios? Pelead en su santo nombre, porque muertos o victoriosos, habréis de alcanzar la inmortalidad”.

La Compañía de Jesús, buscó también  la conversión de los turcos o moros (musulmanes), para traerlos a la fe católica. 


En 1568 San Francisco de Borja fue quien movió a San Pío V, con quien tenía gran ascendiente, para que nombrara una comisión de cardenales encargada de promover la conversión de los herejes e infieles.
 
En 1571 San Francisco de Borja fue enviado a  España,  por el santo papa  Pío V, para preparar la Liga que triunfaría en Lepanto, en contra del ataque musulmán.
 
San Francisco de  Borja,  durante su gobierno, como Superior general de la compañía de Jesús, envió a sus hijos espirituales al Nuevo Continente, inauguró el noviciado de la Orden, recibiendo en él al futuro San Estanislao Kostka y a muchos otros que morirían mártires en tierras de infieles.
El Papa San Pío V, mientras preparaba su cruzada contra los turcos, pidió al General de la Compañía que, debido a su sangre real y al gran prestigio de que gozaba en la Corte de España, fuera personalmente a tratar con el rey Felipe II sobre su ayuda. (Fatima.org)

 

«Los musulmanes saquearon, asesinaron, violaron y destruyeron todos los lugares que procuraron conquistar. Secuestraron niños y niñas esclavizándoles para la lujuria perversa de musulmanes en Constantinopla y en otros lugares. Asesinaron civiles inermes a los miles, y forzaron a los cristianos capturados a ser remeros en sus buques de guerra.
En Ciprés, no mucho antes de la batalla de Lepanto, 500 soldados venecianos de la guarnición se rindieron en un pacto con los musulmanes. Una vez que las entradas de la ciudad fueron abiertas, sin embargo, los turcos asediaron la ciudad, asesinaron a la guarnición, y brutalmente atacaron y violaron a los civiles. Incontables atrocidades, aún peores, aumentaron con persistencia. Tal era el peligro musulmán que amenazaba a toda Europa.». (La Victoria del Rosario en la Batalla de Lepanto por John Vennari – Fatima.org) 

 

 También confirmó  magisterialmente con «Inter multiplices» Motu proprio, la  Bula «Cum ex apostolatus officio» de Pablo IV,  que decreta  a perpetuidad que son Nulas todas las promociones o  elevaciones de los desviados en la Fe, que la elección de un hereje, aunque fuera elegido unánimemente por todos los cardenales es invalida y nula, y que cada uno de los pronunciamientos, hechos, actos y resoluciones y sus consecuentes efectos carecen de fuerza, y no otorgan ninguna validez, y ningún derecho a nadie.
En la Constitución Cum primum del 1 de abril de 1566, San Pío V llama al vicio contra la naturaleza una de las ofensas que más repugnan a Dios y provoca  su ira.

«Habiendo decidido acabar con todo lo que de alguna manera ofenda a la Divina Majestad, resolvemos castigar sobre todo y sin indulgencia aquellas cosas que, por la autoridad de las Sagradas Escrituras o por los ejemplos más graves, son más repugnantes a Dios que cualquier otro, y provocan su ira, es decir, la negligencia en el culto divino, la simonía ruinosa, el crimen de blasfemia y el execrable vicio libidinoso contra la naturaleza. Por tales faltas los pueblos y las naciones son flagelados por Dios que, según su justa condenación, envía catástrofes, guerras, hambre y pestilencia … y  el clérigo, será sometido al mismo castigo después de haber sido despojado de Todos sus grados [de dignidad eclesiástica] «.
 Romanos 1:32 Aunque conocen el decreto de Dios de que los que hacen tales cosas merecen morir, no sólo los hacen sino que aprueban a los que los practican.  

QUO PRIMUM TEMPORE,   Bula sobre el uso a perpetuidad de la Misa Tridentina, 1570.






San Pío  V ruega por nosotros.

viernes, 28 de abril de 2023

San Luis de Montfort: La Virgen María liderará la Batalla Final contra el Ejército del Anticristo; formado por herejes, apóstatas, impíos, idólatras y mahometanos

Para celebrar coherentemente la fiesta de San Luis de Montfort, debemos comenzar por señalar que sus enseñanzas al igual que la de todos los santos católicos, también contradicen toda la antidoctrina herética que promueve Bergoglio; incluyendo la ecuménica, que es la herejía del indiferentismo religioso que ha sido condenada muchas veces por la Iglesia. Estas no son meras opiniones heréticas, sino que al desafiar las Leyes de Dios y de la Iglesia, Jorge Mario Bergoglio está protagonizando el CISMA más grande contra Dios y contra la Iglesia, que la Escritura describe como: la Gran Apostasía. Es decir, los que se unen a Bergoglio se separan de la Verdadera Iglesia Católica, para unirse a la AntiIglesia. Los impenitentes bergoglianos que en su rebelión contra Dios escogen el falso evangelio de Bergoglio, rechazan a Cristo, por lo tanto rechazan su salvación.  Los que están en el bando de Bergoglio están del lado del Anticristo.


Se sabe que en Argentina Bergoglio había convertido en un salón comunista tanto la sede parroquial como episcopal, donde detrás de cortinas se reunía con los enemigos de Dios y de la Iglesia, para conspirar contra ella. Bergoglio importó su apostasía a Roma y desde Roma ha viajado por todo el mundo difundiendo su rebelión contra las Leyes de Dios y contra las enseñanzas de la Iglesia. Cumpliéndose así las profecías de la Virgen en La Salette y la de San Maximiliano Kolbe.


Apocalipsis 17-13

Éstos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia. 



Así como la Virgen nos liderará en la lucha contra el ejército del Anticristo, el falso papa ha salido a reunir a todos los apóstatas para la batalla final contra Dios y contra la Iglesia.

Biblia Nacar-Colunga
y saldrá a extraviar a las naciones que moran en los cuatro ángulos de la tierra, a GOg y a MAGOG (que representan a todos los países de este mundo), y reunirlos para la guerra, cuyo ejército será como las arenas del mar. Apocalipsis 20:8


Biblia Torres Amat 1825

Y se extendieron sobre toda la tierra, y cercaron los reales, o campamentos, de los santos, y la ciudad amada.


La anti-iglesia está representada en el Libro del Apocalipsis como una Ramera que fornica con los gobernantes del mundo. Y sus enseñanzas diabólicas consisten en seducir a los habitantes de la tierra para que desobedezcan a Dios y adoren a la Bestia. La forma en que la AntiIglesia logra la Gran Apostasía y el Gran Cisma es por medio del hijo de Perdición, llamado así porque  lleva a sus seguidores a la condenación eterna. El cual se rebela contra las Leyes de Dios y hace que sus seguidores también desobedezcan las Leyes de Dios, por eso es conocido como el hombre sin Ley. También se le conoce como el falso profeta, porque maliciosamente habla la falsedad en el nombre de Dios para contradecirlo. Abre su boca para predicar un falso evangelio de perdición en contradicción con la Escritura, con el cual logra que la gente desobedezca la Ley Natural Divina y que cometan los pecados de inmoralidad sexual y sacrilegio. La anti-doctrina diabólica es promovida por la falsa iglesia, donde se tolera que a los siervos de Dios se les enseñe a desobedecer las leyes de Dios y se les seduzca a fornicar y comer cosas sacrificadas a los ídolos. Ver Apocalipsis 2:20
Es decir que la anti iglesia promueve al mismo tiempo la inmoralidad sexual y el sacrilegio. En su mano tiene una Copa que embriaga a los que fornican con ella. El falso profeta instala en el Templo que es el Centro de la Cristiandad, la abominación, que es un sistema sacramental diabólico causante de la desolación.
                       

Primera de Timoteo 4:1 El Espíritu claramente dice que en los últimos tiempos algunos renegarán de la fe, dando oídos a espíritus seductores y enseñanzas diabólicas.




  La Batalla Final:

San Luis anunció que entre los verdaderos devotos de la Virgen María se levantarán los  “Apóstoles de los Últimos Tiempos”, que lucharán contra el ejército del Anticristo.

Apocalipsis 12:17

Biblia Nacar-Colunga

Se enfureció el dragón contra la mujer, y fue a hacer la guerra contra el resto de su descendencia, contra los que guardan los preceptos de Dios y tienen el testimonio de Jesús.




San Luis de Montfort afirmó: “María es el enemigo más terrible que Dios ha hecho contra el demonio”.

En el Tratado de la Verdadera Devoción  a la Santísima Virgen, San Luis de Montfort nos enseña que la Virgen María nos liderará  en la lucha contra Satanás, para batallar en contra del ejército del anticristo; formado por herejes, apóstatas, cismáticos, impíos,  idólatras  y mahometanos. 

Como fiel católico, San Luis también sufrió persecución  de parte de los enemigos de Dios y de la Iglesia:
En su empeño por difundir la verdadera devoción a la Virgen, y en general por su fidelidad a la ortodoxia, le hizo objeto del odio y la persecución de jansenistas y galicanos, que consiguieron que se le prohibiera confesar y predicar en numerosas diócesis.
Pero recurrió al Papa Clemente XI, quien le concedió el título de Misionero Apostólico, con lo cual pudo continuar su obra por toda Francia. 

En su celo por la salvación de las almas, San Luis centró su apostolado en llamar a los pecadores a la conversión y a renovar las promesas bautismales. 


 
En el Tratado de la Verdadera devoción leemos:


 María debe resplandecer más que nunca en misericordia, en poder y en gracia, en estos últimos tiempos: En Misericordia, para reducir y acoger amorosamente a los pobres pecadores y extraviados, que se convertirán y volverán a la Iglesia Católica; 

En poder, contra los enemigos de Dios, los idólatras, cismáticos, MAHOMETANOS, judíos e incrédulos endurecidos, quienes se revolverán terriblemente para seducir y hacer caer por promesas y amenazas a todos los que sean contrarios, 
y, finalmente, debe resplandecer en gracia, para animar y sostener a los soldados valientes y fieles servidores de Jesucristo, que combatirán por sus intereses.
María, en fin, debe ser terrible al demonio y a sus secuaces como un ejército ordenado en batalla, principalmente en estas últimas edades; porque sabiendo Satanás que le queda poco tiempo, y menos que nunca, para perder almas, redoblará diariamente sus esfuerzos y sus combates; suscitará inmediatamente nuevas persecuciones, y tenderá terribles emboscadas a los servidores fieles y a los verdaderos hijos de María, a quienes vence más difícilmente que a los demás.
María en la Lucha Final:
 De estas últimas y crueles persecuciones del demonio, que se aumentarán diariamente hasta el reino del Anticristo, debe principalmente entenderse aquella primera y célebre predicción y maldición de Dios, lanzada contra la serpiente en el paraíso terrestre, que aquí es oportuno explicar para gloria de la Santísima Virgen, salvación de sus hijos y confusión de Satanás.
Enemistades pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje; ella quebrantará tu cabeza, y tú pondrás asechanzas a su calcañar. 
Génesis  3:15.
Dios no ha hecho más que una enemistad, pero ésta es irreconciliable; durará y crecerá hasta el fin del mundo, y es entre María su Santísima Madre, y el demonio; entre los hijos y servidores de la Virgen, y los hijos y súbditos de Lucifer; de modo que el más terrible de los enemigos de Satán que Dios ha suscitado es María, su Santísima Madre, a la que dio, desde el mismo paraíso terrestre, aunque todavía no estuviese más que en su idea, tanto aborrecimiento a este maldito enemigo de Dios, así como el arte para descubrir la malicia de esta antigua serpiente, tanta fuerza para vencer, abatir y aplastar a este orgulloso monstruo, que la teme más que a todos los ángeles y a todos los hombres, y en cierto sentido más que al mismo Dios. No es que la ira, el odio y el poder de Dios no sean infinitamente mayores que los de la Santísima Virgen, toda vez que las perfecciones de María son limitadas, sino porque: Primero siendo Satanás muy orgulloso, sufre infinitamente más al ser vencido y castigado por una pequeña y humilde esclava de Dios, y su humildad le humilla más que el poder divino; Segundo: porque Dios ha dado a María tan gran poder contra los demonios, que tienen más miedo a uno solo de los suspiros de María en favor de cualquier alma, que a las oraciones de todos los Santos, y temen más a una sola de sus amenazas contra ellos, que a todos los demás tormentos. 
Lo que Lucifer perdió por el orgullo, María lo ha ganado por humildad; lo que Eva hizo digno de condenación y perdición por desobediencia, María lo ha salvado por la obediencia. Eva, obedeciendo a la serpiente, perdió consigo a todos sus hijos y los entregó a Satanás; María, siendo perfectamente fiel a Dios, ha salvado a todos sus hijos y servidores con Ella y los ha consagrado a la Majestad divina.
Dios no puso solamente una enemistad, sino que puso enemistades entre María y Lucifer, y no sólo las puso entre María y Lucifer, sino entre la raza de la Virgen y la raza del demonio; es decir, Dios ha formado enemistades, antipatías y odios secretos entre los verdaderos hijos y siervos de María y los hijos y esclavos del diablo, de modo que no se aman ellos nada unos a otros, ni tienen correspondencia interior entre sí.
Los hijos de Belial, los esclavos de Satanás, los amigos del mundo (que es la misma cosa) han perseguido siempre y perseguirán ahora más que nunca a los que pertenezcan a la Santísima Virgen, como en otro tiempo persiguió Caín a su hermano Abel, y Esaú a su hermano Jacob, que son las figuras de los réprobos y los predestinados; pero la humilde María alcanzará siempre victoria sobre el orgulloso Satanás, y será ésta tan grande, que llegará a aplastarle la cabeza, en que reside su orgullo. María descubrirá siempre la malicia de la infernal serpiente y sus tramas infernales; desvanecerá sus diabólicos consejos y librará a sus fieles servidores, hasta el fin de los tiempos, de sus crueles garras.
Empero, el poder de María sobre todos los demonios, resplandecerá particularmente en los últimos tiempos en que Satanás pondrá asechanzas a su calcañar, es decir, a los humildes esclavos y a los pobres hijos que María suscitará para hacer guerra al infierno.
Pequeños y pobres serán los hijos de la Virgen según el mundo, y abatidos, hollados y oprimidos como el calcañar lo está respecto de los demás miembros del cuerpo; pero en cambio, serán ricos en gracia de Dios, que María les distribuirá abundantemente; grandes y realzados en santidad delante de Dios, superiores a toda criatura por su celo fervoroso, y tan perfectamente asistidos del divino socorro, que con la humildad de su pie, en unión de María, aplastarán la cabeza de la serpiente infernal y harán que Jesucristo triunfe.

María y los Apóstoles  de los Últimos Tiempos: 

En fin, Dios quiere que su Santísima Madre sea ahora más conocida, más amada, más honrada que lo ha sido jamás. Y será así sin duda si los predestinados entran en la gracia y en la luz del Espíritu Santo, en la práctica interior y perfecta que yo les manifestaré luego; entonces verán con aquella claridad compatible con la fe esta hermosa estrella de la mar, y llegarán a buen puerto a pesar de las tempestades y de los piratas que los persigan; conocerán las grandezas de esta Virgen Soberana y se consagrarán completamente a su servicio como súbditos suyos y esclavos de su amor; saborearán sus dulzuras y sus bondades maternales, y la amarán con la ternura de hijos muy amados; conocerán las misericordias de que está llena María y las necesidades para las que han de menester su socorro, y recurrirán a Ella en todo como a la mejor abogada y mediadora para con Jesucristo; sabrán que María es el medio más seguro, más fácil, más corto y el más perfecto camino para ir a Jesucristo, y se entregarán a Ella en cuerpo y alma, sin partición, para ser suya del mismo modo que de Jesucristo.
Pero ¿a qué se podrá comparar a estos servidores, esclavos e hijos de María? Serán como brasas encendidas en medio de los ministros del Señor y pondrán el fuego del amor divino en todas partes, y como flechas en mano poderosa, flechas agudas en la mano de la poderosa María para herir a los enemigos de Dios. 
Salmos 126:4.
Serán hijos de Leví, bien purificados por el fuego de grandes tribulaciones, y bien unidos a Dios, que llevarán el oro del amor en el corazón, el incienso de la oración en el espíritu, y la mirra de la mortificación en el cuerpo, y que por todas partes serán el buen olor de Jesucristo para los pobres y para los pequeños, mientras que serán mensajeros de muerte para los grandes, para los ricos y para los orgullosos del mundo. Malaquías 3:3, Corintios 2:15-16.
Serán nubes aterradoras y ligeras que volarán por los aires al menor soplo del Espíritu Santo, y sin adherirse a nadie, ni espantarse de nadie, ni apenarse por nada, esparcirán la lluvia de la palabra de Dios y de la vida eterna; tronarán contra el pecado, bramarán contra el mundo, y ministros fieles de Dios, vencerán al diablo y a sus súbditos, y herirán de parte a parte, para la vida o para la muerte, con la espada de dos filos de la palabra de Dios a todos aquellos, a quien sean enviados de parte del Altísimo. Isaías 60:8; Efesios 6,17; Hebreos 4,12.
Serán verdaderos apóstoles de los últimos tiempos a quienes el Señor de las virtudes dará la palabra y la fuerza para obrar maravillas y ganar gloriosos despojos a sus enemigos; dormirán sin oro ni plata, y lo que es más, sin cuidado alguno ni miedo a nadie, y sin embargo, serán como las plateadas alas de la paloma para ir con la pura intención de la gloria de Dios y de la salvación de las almas a donde los llame el Espíritu Santo, y no dejarán tras sí donde hayan predicado más que el oro de la caridad, que es el cumplimiento de toda la ley.
En fin, sabemos que serán verdaderos discípulos de Jesucristo, que, marchando sobre las trazas de la pobreza, humildad, desprecio del mundo y caridad, enseñarán el camino derecho de Dios y de la verdad, según el Santo Evangelio, y no según las máximas del mundo, sin apenarse por nada, sin hacer acepción de personas, sin cuidarse de nadie, ni escuchar, ni temer a ningún mortal, por poderoso que sea.
Tendrán en sus labios la espada de doble filo de la palabra de Dios; llevarán sobre sus espaldas el estandarte ensangrentado de la Cruz, el Crucifijo en la mano derecha, el rosario en la izquierda, los nombres sagrados de Jesús y de María en el corazón y la modestia y mortificación de Jesucristo en toda su conducta. Ved los grandes hombres que vendrán; pero María estará allí por orden del Altísimo para extender su imperio sobre el de los impíos, idólatras y mahometanos. ¿Cuándo y cómo sucederá esto?... Dios sólo lo sabe: a nosotros sólo nos toca callar, orar, suspirar y esperar. Esperaré  confiadamente. (Salmos  39:1).


"La verdadera devoción a la Santísima Virgen es santa. Es decir, te lleva a evitar el pecado e imitar  las virtudes de la Santísima Virgen" (Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen, #108)





San Luis también  advirtió sobre las deformaciones del culto de María:

 El demonio, como falso acuñador de moneda y ladrón astuto y experimentado, ha engañado y hecho caer ya a muchas almas por medio de falsas devociones a la Santísima Virgen y cada día utiliza su experiencia diabólica para engañar a muchas otras, entreteniéndolas y adormeciéndolas en el pecado, so pretexto de algunas oraciones mal recitadas y de algunas prácticas exteriores inspiradas por él.

Como un falsificador de moneda no falsifica ordinariamente sino el oro y la plata, muy rara vez los otros metales, porque no valen la pena, así el espíritu maligno no falsifica las otras devociones tanto como las de Jesús y María, la devoción a la Santísima Comunión y la devoción a la Virgen, porque son entre las devociones, lo que el oro y la plata entre los metales.

Es, por ello, importantísimo:

Primero conocer las falsas devociones para evitarlas y las verdaderas para abrazarlas

Segundo conocer cuál es, entre las diferentes formas de devoción verdadera a la Santísima Virgen, la más perfecta, la más agradable a María, la más gloriosa para el Señor y la más eficaz para nuestra santificación, a fin de optar por ella.


Hay, a mi parecer dice San Luis, siete clases de falsos devotos y falsas devociones a la Santísima Virgen, a saber:

1. Los devotos críticos;
2. Los devotos escrupulosos;
3. Los devotos exteriores;
4. Los devotos presuntuosos;
5. Los devotos inconstantes;
6. Los devotos hipócritas;
7. Los devotos interesados.

Hagamos aquí un paréntesis para recordar que dentro de los Pecados contra el Espíritu Santo están: 
  • La presunción de salvarse sin merecimientos. 
Este pecado consiste en creer la falsedad de que una persona puede salvarse mientras maliciosamente sigue pecando sin arrepentirse ni enmendarse. La Escritura enseña claramente que quien peca voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la Verdad, pisotea la Sangre de Cristo, es decir que quien se obstina en seguir pecando rechaza con este hecho el pago de su redención, entonces sólo le espera el castigo eterno.
Lean Hebreos 10:26-27

  • La impugnación de la verdad conocida. Este pecado contra el Espíritu Santo consiste en desafiar las enseñanzas inmutables  de la Iglesia católica.  El rechazo de la verdad Eterna y Absoluta que  lleva a rebatir la Palabra de Dios, a desafiar las leyes de Dios y la doctrina moral de la Iglesia para poder pecar con tranquilidad.

  • La envidia o pesar de la gracia ajena. Hoy en día vemos que cometen este grave pecado todos aquellos que nos odian y persiguen porque somos fieles a las enseñanzas de la Iglesia católica, mientras justifican a los enemigos de Dios.  Por ejemplo vean como Bergoglio incita a los impenitentes homosexuales y a todos los enemigos de la Iglesia a odiarnos por ser verdaderos católicos, a perseguirnos por ser fieles a la Sana Doctrina católica. 
  • Otro pecado contra el Espíritu Santo, es el pecado de la impenitencia final: Bergoglio y todos sus cómplices como James Martin maliciosamente están confirmando a los homosexuales en el vicio contra natura, impidiéndoles salir del pecado de la homosexualidad: para que cometan el grave pecado de la impenitencia, que es la negativa a arrepentirse y dejar el pecado, y la obstinación en el mal (que es la reiteración del propósito de seguir pecando).
 Sin arrepentimiento NO hay Salvación. 
Es así como Bergoglio y su secta satánica llevan al Infierno a estos desdichados que lo secundan en su rebelión contra las Leyes de Dios.

Dentro de los pecados que claman al cielo están: 

  • El Homicidio voluntario: Este pecado incluye el Suicidio, la Eutanasia y el aborto.

  • El Pecado impuro contra el orden de la naturaleza, es decir  los que cometen el  pecado de la Homosexualidad, que incluye  a los que se rebelan contra su naturaleza,  y cambian la  apariencia externa en contra de su sexo biológico. Los que se auto identifican como homosexuales, transexuales y, o cualquiera de las otras abominaciones que promueve la ideología de género. 

El Papa San Pío X advirtió: “Por eso, cada uno debe estar persuadido de que, si la piedad que declara hacia la Santísima Virgen no le aparta del pecado o no le estimula a la decisión de enmendar las malas costumbres, su piedad es artificial y falsa, por cuanto carece de su fruto propio y genuino”.


Sigamos leyendo lo que nos ha enseñado  San Luis sobre las Falsas devociones marianas:
Los devotos exteriores...Se inscriben en todas las cofradías marianas, pero sin enmendar su vida, sin vencer sus pasiones, ni imitar las virtudes de la Santísima Virgen....


Los devotos presuntuosos son pecadores aletargados en sus pasiones o amigos de lo mundano.
Bajo el hermoso nombre de cristianos y devotos de la Santísima Virgen, esconden el orgullo, la avaricia, la lujuria, la embriaguez, el perjurio, la maledicencia o la injusticia, etc.; duermen en sus costumbres perversas, sin hacerse mucha violencia para corregirse, confiados en que son devotos de la Santísima Virgen; se prometen a sí mismos que Dios les perdonará, que no morirán sin confesión ni se condenarán, porque rezan el Rosario, ayunan los sábados, pertenecen a la cofradía del Santo Rosario, a la del escapulario u otras congregaciones, llevan el hábito o la cadenilla de la Santísima Virgen, etc.


Cuando se les dice que su devoción no es sino ilusión diabólica y perniciosa presunción, capaz de llevarlos a la ruina, se resisten a creerlo. Responden que Dios es bondad y misericordia; que no nos han creado para la perdición; que no hay hombre que no peque; que basta un buen “¡Señor, pequé!” a la hora de la muerte.


...Nada, en el cristianismo, es tan perjudicial a las gentes como esta presunción diabólica. Porque, ¿cómo puede alguien decir con verdad que ama y honra a la Santísima Virgen, mientras con sus pecados hiere, traspasa, crucifica y ultraja despiadadamente a Jesucristo, su Hijo? Si María se obligara a salvar por su misericordia a esta clase de personas, ¡autorizaría el pecado y ayudaría a crucificar a su Hijo! Y esto, ¿ quién osaría siquiera pensarlo?
Y hoy la respuesta aquí sería: Bergoglio y su secta apóstata, los cuales abiertamente desafían las Leyes de Dios. 
San Luis a su pregunta nos responde: Protesto que abusar así de la devoción a la Santísima Virgen, devoción que después de la que se tiene al Señor en el Santísimo Sacramento es la más santa y sólida de todas, constituye un horrible sacrilegio: el mayor y menos digno de perdón después de la comunión sacrílega.

San Luis nos recomienda que debemos mantenernos sinceramente resueltos a evitar todo pecado mortal, pues el pecado mortal ultraja tanto a la Madre como al Hijo.

 Hermanos, no se dejen engañar por el antievangelio que hoy promueven abiertamente los herejes modernistas bergoglianos.


La Verdadera devoción a la Virgen María consiste en abstenernos de todo pecado mortal. 


Don Bosco recomendó siempre pedirle a la Virgen María estas tres gracias todos los días, sin cansarnos nunca de pedirlas porque son importantísimas para nuestra salvación:

1. Evitar siempre el pecado mortal y conservar la gracia de Dios.

2. Huir siempre de toda amistad dañina para el alma.

3. Conservar siempre la bella virtud de la castidad.


Al igual que su hijo Jesucristo lo que más aborrece la Virgen María es el pecado.

Salmos 5:4–5 Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad;  El malo no habitará junto a ti.  Los insensatos no estarán delante de tus ojos;  Aborreces a todos los que hacen iniquidad. 

 

Primera de Juan 3:4-8
Quien vive unido a Cristo no comete pecado; quien sigue pecando, es que no ha visto ni conocido a Cristo.

Hijos míos, que nadie os engañe; el que practica el bien es santo, como Jesús es santo.

Pero el que sigue pecando pertenece al diablo, porque el diablo es pecador desde el principio del mundo. El Hijo de Dios vino para aniquilar la obra del diablo. 



¡Por eso siempre debemos apartarnos del pecado Mortal! Esa es la característica distintiva de todo hijo genuino de Dios. Nadie que sinceramente invoque el nombre de Dios puede seguir pecando. Ver Segunda de Timoteo 2:19


La Escritura nos enseña que Jesucristo vino a destruir el Pecado y que la Voluntad de Dios consiste en nuestra santificación, que nos apartemos de toda inmoralidad sexual. Primera de Tesalonicenses 4:3.

Recordemos hermanos que la Santísima Virgen María le entregó el Santo Rosario a Santo Domingo Guzmán como arma para combatir la herejía y convertir a los pecadores.



Hagamos nuestras las palabras del Prólogo de El Secreto del Santo Rosario de San Luis de Montfort.
 

 “¡ A las armas ! ¡Tomad en una mano la Cruz, y el Rosario en la otra, y combatid con valor, por la más noble de las causas: por el honor de Dios y la gloria de su Madre !”



Pidamos, pues, hermanos, la gracia de evitar todo pecado mortal y que Dios nos dé el don de la Perseverancia Final.





  San Luis de Montfort ruega por nosotros. 


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