Sacerdote español califica al apostata jesuita James Martin como “profeta de Satanás”

 

Bergoglio y su secta apóstata están conduciendo a los homosexuales por el camino de la impenitencia final, ya que aquellos que obstinadamente pecan contra el Sexto y Noveno Mandamiento y no se arrepienten han preferido cerrar sus oídos a la Verdad del Evangelio para creer las mentiras del falso evangelio de Bergoglio y al preferir las mentiras satánicas de este apóstata han rechazado a Jesucristo como Salvador. Han rechazado a Jesucristo que es el único Redentor.  Han elegido a Bergoglio como su dios  y han sustituido al Mesías por este pseudo- mesías.

De esta manera, este apóstata 'hombre sin Ley', este 'hijo de perdición' ha logrado que los homosexuales, los adúlteros y cualquier otro fornicador o pecador empedernido se obstinen en desafiar las inmutables leyes de Dios y se condenen eternamente. 

En el Paraíso, la astuta Serpiente con su engaño logró que Adán y Eva se rebelaran contra Dios y comieran del fruto prohibido, logrando la muerte física. El falso profeta Bergoglio seduce y engaña a los que han violado las leyes de Dios y los hace tercos en su rebelión y los seduce para que coman del fruto prohibido para los pecadores (Dios expulsó a Adán y Eva del Paraíso para evitar su muerte eterna). Bergoglio y su secta apóstata promueven el sacrilegio eucarístico para que los pecadores obstinados, incluidos los homosexuales y los adúlteros, coman del Árbol de la Vida, del Maná bajado del Cielo, de la Sagrada Eucaristía para que desobedezcan a Dios, y coman estando en pecado mortal y cometan sacrilegio haciendo que mueran eternamente.

Santa Hildelgarda advirtió proféticamente que aquellos pecadores que prefirieran obedecer al falso profeta serían condenados eternamente, porque este hijo de perdición, como la serpiente astuta, predica mentiras para que los pecadores empedernidos persistan en desobedecer a Dios y en vez de arrepentirse y abandonar el pecado, el hijo de perdición sella su intelecto y los pervierte para que ejecuten la iniquidad en rebelión contra la Ley Natural de Dios.

Este hijo de perdición hace que los homosexuales, los adúlteros y todos los fornicarios cometan el pecado imperdonable contra el Espíritu Santo.