Fiesta de la cura milagrosa 9 de Octubre.
(675-749)
Teólogo griego; Presbítero y Doctor de la Iglesia
Aclamado doctor el 19 agosto, 1890 por el Papa León XIII
Fiesta: 4 de diciembre.
El abad Orsini escribió: "En el año 723, en la noche siguiente al día en que el príncipe de los sarracenos había ordenado injustamente que se cortara la mano de San Juan Damasceno, Nuestra Señora la reunió milagrosamente a su muñeca, le había rogado con el propósito de seguir escribiendo en defensa de las imágenes sagradas".(675-749)
Teólogo griego; Presbítero y Doctor de la Iglesia
Aclamado doctor el 19 agosto, 1890 por el Papa León XIII
Fiesta: 4 de diciembre.
San Juan de Damasceno juzga la idea de Francisco de que católicos y musulmanes comparten la misma fe
Tenemos los profetas que anunciaron a Cristo, pero los infieles no tienen testigos, y Mahoma recibió su libro “santo” mientras dormía…
Hay muchas otras cosas extraordinarias y ridículas en ese libro que él presume de haber descendido a él desde Dios. Pero cuando preguntamos “¿y quién puede testificar que Dios te dio el libro? Y cuál de los profetas predijo que tal profeta advendría?” se quedan perdidos. Y nosotros remarcamos que Moisés recibió la Ley en el Monte Sinaí, con Dios apareciendo a la vista de todos en las nubes, y el fuego, y la oscuridad, y la tormenta. Y nosotros decimos que los profetas desde Moisés en adelante predijeron la venida de Cristo y cómo Cristo (encarnado hijo de Dios) tenía que venir y ser crucificado y morir y levantarse de nuevo, y cómo tenía que juzgar a los vivos y a los muertos. Entonces, cuando decimos “¿cómo es que este profeta vuestro no vino de la misma manera, con otros dando testimonio de él? ¿Y cómo es que Dios no presentó a este hombre en vuestra presencia con el libro al que os referís, aun cuando él le dio la Ley a Moisés, con la gente presenciándolo, y la montaña humeando, para que vosotros pudierais tener certeza?” ellos responden que Dios hace como le place. “Eso —respondemos nosotros— ya lo sabemos pero nosotros os estamos preguntando cómo llegó el libro a vuestro profeta”. Entonces replican que el libro bajó a él mientras dormía. Entonces chistosamente les decimos que mientras él reciba su libro en sueños y de hecho no sienta la operación, el mismo adagio le sea aplicado (lo que quiere decir: me estás dando la vuelta al sueño). (San Juan Damasceno. Sobre las herejías, n. 101: PG 94, 766)
Fue “revelado” a Mahoma que Jesús negó ser el Hijo de Dios
Hasta los tiempos de Heraclio fueron grandes idólatras [los ismaelitas]. A partir de ese tiempo hasta el presente un falso profeta llamado Mahoma ha aparecido en medio de ellos. Este hombre, después de haber tropezado con el Antiguo y Nuevo Testamento, y de igual manera, al parecer después de haber conversado con un monje arriano, ha ideado su propia herejía. […] Él dice que hay un solo Dios, creador de todas las cosas, que ni ha sido engendrado ni ha engendrado. Él dice que Cristo es la Palabra de Dios y de su Espíritu, pero una criatura y un siervo, y que fue engendrado, sin semilla, de María, la hermana de Moisés y Aarón. Porque, él dice, que la Palabra y Dios y el Espíritu entraron en María [hermana de Moisés], y dio a luz a Jesús, que fue un profeta y siervo de Dios. Y dice que los judíos querían crucificarlo por violación de la ley, y que se apoderaron de su sombra y la crucificaron. Sin embargo, el mismo Cristo no fue crucificado, dice, ni tampoco murió, porque Dios por Su amor por Él, lo llevó consigo al Cielo. Y dice esto, que cuando Cristo hubo ascendido al Cielo, Dios le preguntó: “Oh Jesús, ¿No has dicho “Yo soy el Hijo de Dios y Dios”?” Y Jesús, él dice, le respondió: “Ten misericordia de mí, Señor. Tú sabes que yo no he dicho esto y que no desdeño ser tu siervo. Pero los pecadores han escrito que hice esta declaración, y han mentido sobre mí y han caído en el error”. Y Dios respondió según Mahoma: “Yo sé que tú no dijiste esas palabras”. Hay muchas otras cosas extraordinarias y ridículas en este libro que cuenta que fue enviado a él por Dios. (San Juan Damasceno. Sobre las herejías, n. 101: PG 94, 766)
… juzga la idea de Francisco de que católicos y musulmanes adoran al mismo Dios
Mahoma no admite la Trinidad
Él [Mahoma] sostiene que hay un solo Dios, creador de todas las cosas, que no había sido ni engendrado ni engendrador. (San Juan Damasceno. Sobre las herejías, n. 101: PG 94, 766)
La superstición de los ismaelitas es una herejía precursora del Anticristo
Existe también la superstición de los ismaelitas que permanece hasta nuestros días y encierra a la gente en el error, y que es precursora del Anticristo. Descienden de Ismael, nacido de Abraham y de Agar, y por esta razón son llamados agarenos e ismaelitas. […] Hasta los tiempos de Heraclio fueron grandes idólatras. Pero desde ese tiempo y hasta el presente, un falso profeta llamado Mahoma apareció entre ellos. Este hombre, tras tropezarse con el Antiguo Testamento y con el Nuevo y otros, según parece, después de haber conversado con un monje arriano, creó su propia herejía. (San Juan Damasceno. Sobre las herejías, n. 101: PG 94, 765-766)
Mahoma niega que Jesucristo sea el Hijo de Dios
[Mahoma] sostiene que Cristo es la palabra de Dios y su espíritu, pero una criatura y un siervo, y que fue engendrado, sin semen, de María, la hermana de Moisés y Aarón. Pues, dice él, la palabra y Dios y el espíritu entraron en María y ella dio a luz a Jesús, que era profeta y siervo de Dios. (San Juan Damasceno. Sobre las herejías, n. 101: PG 94, 766)
Para Mahoma la divinidad de Cristo es una mentira de hombres pecadores
Y dice que cuando Cristo fue ascendido al cielo preguntó Dios: “O Jesús, ¿dijiste tú “Yo soy el Hijo de Dios y Dios?”. Y Jesús, dice él, respondió: “Ten piedad de mi, Señor. Tú sabes que yo no he dicho eso, y que yo no desprecio de ser tu siervo. Pero los hombres pecadores han escrito que yo hice esa afirmación, que han mentido sobre mí y que han caído en el error”. (San Juan Damasceno. Sobre las herejías, n. 101: PG 94, 766)
Los musulmanes son “mutiladores” de Dios
Ellos nos llaman herejes y asociadores porque, dicen, introdujimos un asociado con Dios declarando a Cristo Hijo de Dios y Dios. Nosotros les decimos como contestación: […] “En tanto que vosotros afirméis que Cristo es la palabra de Dios y el espíritu, ¿por qué nos acusáis de ser herejes? Pues la palabra y el espíritu son inseparables de todo aquello que tiene existencia de un modo natural. Por lo tanto si la palabra de Dios está en Dios, entonces es obvio que Él es Dios. Si en cambio, Él está fuera de Dios, entonces según vosotros, Dios no tiene ni palabra ni espíritu. En consecuencia, para evitar un asociado a Dios, lo mutiláis. Sería mucho mejor para vosotros aceptar que tiene un asociado que mutilarlo, como si estuvierais tratando con una piedra o con un trozo de madera o cualquier objeto inanimado. Así que mientras torticeramente nos llamáis herejes, nosotros replicamos llamándoos mutiladores de Dios”. (San Juan Damasceno. Sobre las herejías, n. 101: PG 94, 767)
…o mandar cometer adulterio
Mahoma tenía un amigo llamado Zeid. Este hombre tenía una hermosa esposa de la que Mahoma se enamoró. Una vez, cuando estaban sentados juntos, Mahoma dijo: “A propósito, Dios me ha ordenado tomar a tu esposa”. El otro contestó: “Tú eres un apóstol. Haz como Dios te ha dicho y toma a mi esposa”. Antes —para contar la historia desde el principio— le dijo: “Dios me ha dado la orden de que repudies a tu esposa”. Y él la repudió. Entonces, muchos días después: “Ahora”, dijo, “Dios me ha ordenado tomarla”. Entonces, después de haberla tomado y cometer adulterio con ella, hizo esta ley: “Déjalo que repudie a su esposa. Y, si después de haberla repudiado, él desea retornar con ella, deja que otro se case con ella. Pues no es lícito tomarla a menos haya sido casada con otro. Además, si un hermano repudia a su esposa, deja que su hermano se case con ella si así lo desea”. (San Juan Damasceno. Sobre las herejías, n. 101: PG 94, 770)
Mahoma prescribe la poligamia y el divorcio
Mahoma escribió muchos libros ridículos, a cada uno de los cuales les puso título. Por ejemplo, hay un libro “Sobre las mujeres” en el cual permite para tomar cuatro esposas y, si fuera posible, mil concubinas, tantas como uno pueda mantener además de las cuatro esposas. También hizo legal repudiar a cualquier esposa que a uno se le antoje, y de la misma manera, tomar otra. (San Juan Damasceno. Sobre las herejías, n. 101: PG 94, 770)
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