R. Señor, danos sacerdotes santos.
V. Para que nos acompañen a la hora de nuestra muerte, y ofrezcan la Santa Misa por nosotros



♰♰♰

martes, 31 de mayo de 2016

La incapacidad de Bergoglio de arrodillarse ante Dios es de origen diabólico.

Santo Tomas de Aquino: “La expresión exterior tiende a manifestar lo que se cree en el corazón”.
 
 
 
Una imagen vale mas que mil palabras.
 
Durante la solemnidad de Corpus Christi- Mayo 26 del 2016
 
 Río de Janeiro, Brasil 2013


 
 

 

viernes, 27 de mayo de 2016

Sacerdote experto en el tercer secreto de Fátima confirma que Bergoglio es el anti-papa herético que advierte el secreto.

El Padre Paul Kramer experto en el Tercer Secreto de Fátima dijo hoy 27 de Mayo del 2016 por medio de su cuenta oficial de Facebook:

( Traducción en español):
«El Vaticano está mintiendo sobre el
Tercer Secreto. La parte que se publicó revela el martirio del verdadero Papa. La parte que permanece oculta revela el antipapa herético de la iglesia apóstata falsificada. Ambas cosas han sido predichas en otras apariciones marianas y profecías católicas. Mucho antes de convertirse en un tema tabú, el cardenal Eugenio Pacelli reveló la esencia del Secreto en 1931:
 Me preocupan los mensajes de la Santísima Virgen a Lucía de Fátima. Esta persistencia de la Virgen María sobre los peligros que amenazan a la Iglesia es un aviso del Cielo contra el suicidio que significa alterar la Fe en Su liturgia, en Su teología y su alma .... Escucho a mi alrededor innovadores que desean desmantelar el Santuario, destruir la llama universal de la Iglesia, rechazar sus ornamentos y hacer que se sienta remordimiento por su pasado histórico.
Llegará un día en que el mundo civilizado negará a su Dios, la Iglesia va a dudar como Pedro dudó. Ella estará tentada a creer que el hombre se ha convertido en Dios. En nuestras iglesias, los cristianos buscarán en vano la lamparilla roja donde Dios les espera. Como María Magdalena, llorando ante la tumba vacía, se preguntarán: “¿Dónde Lo han puesto?
Los “peligros que amenazan a la Iglesia”; es una frase que es muy similar a la observación del cardenal Ratzinger en el secreto: “los peligros para la fe y para la vida de los cristianos”.
“[E]l suicidio de la alteración de la fe en [1] su liturgia”, (es decir, hacer cambios protestantes ecuménicos radicalmente en la misa); 2) que altera, “su teología y su alma” (es decir, las novedades heréticas del Vaticano II, como el ecumenismo, la libertad religiosa); y 3) la gran apostasía en la Iglesia que comenzará “en la parte superior” (cardenal Ciappi), “en la cima” (cardenal Ottaviani); encabezada por un “papa que estará totalmente bajo el poder del diablo” que conducirá a la estampida dentro de la apostasía (cardenal Bea a través de Malachi Martin). Malachi me confirmó personalmente a mí en 1997 que el “papa” que conducirá a la apostasía en la Iglesia va a ser un hereje y un anti-papa.
El anti-papa herético de la iglesia apóstata falsificada también fue predicho por San Francisco de Asís, La Beata Ana Catalina Emmerich, y Sor Jeanne Le Royer. ¿Alguien puede adivinar su nombre?»

jueves, 26 de mayo de 2016

Letanía de reparación a Jesús en la Eucaristía




Señor, Ten piedad de nosotros.
Cristo, Ten piedad de nosotros.
Señor, Ten piedad de nosotros.
Cristo, Óyenos.
Cristo, Benignamente óyenos.
  

Dios Padre Celestial,
Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo,

Ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo

Ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios,
Ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, ofrecida por la salvación de los pecadores,

Ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, anonadada en el altar para nosotros y por nosotros,

Ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, despreciada por los cristianos tibios,

Ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, signo de contradicción,

Ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, entregada a los judíos y herejes,

Ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, insultada por los blasfemos,

Ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, Pan de los ángeles, dado a los animales,

Ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, tirada en el lodo y pisoteada,

Ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, deshonrada por los sacerdotes infieles,

Ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, olvidada y abandonada en tus iglesias.

Ten piedad de nosotros.
 

Ten misericordia de nosotros,
Perdónanos, oh Señor.
Ten misericordia de nosotros,
 
Escúchanos, oh Señor. 

  

Para el indignante desprecio  de este más maravilloso Sacramento,
Te ofrecemos nuestra reparación.
Por tu extrema humillación en tu admirable Sacramento, 
Te ofrecemos nuestra reparación.
Por todas las comuniones indignas,
Te ofrecemos nuestra reparación.
Por las irreverencias de los malos cristianos, 

Te ofrecemos nuestra reparación.
Por las profanaciones  de tus santuarios,
Te ofrecemos nuestra reparación.
Por los sagrados copones deshonrados y llevados a la fuerza,

Te ofrecemos nuestra reparación.
Por las continuas blasfemias de los hombres impíos,

Te ofrecemos nuestra reparación.
Por la obstinación  y la traición de los herejes,

Te ofrecemos nuestra reparación.
Por las conversaciones indignas en tus santos templos,

Te ofrecemos nuestra reparación.
Por los profanadores de tus iglesias, a las que han profanado con sus sacrilegios,

Te ofrecemos nuestra reparación.
Para que plazca aumentar en todos los cristianos la reverencia debida a este adorable Misterio,
Te suplicamos, óyenos.
Para que te plazca manifestar el Sacramento de tu amor a los herejes,

Te suplicamos, óyenos.
Que te plazca concédenos la gracia de expiar su odio con nuestro amor ardiente por Ti.
Te suplicamos, óyenos.
Para que te plazca que los insultos de aquellos que te ultrajan sean más bien dirigidos hacia nosotros,

Te suplicamos, óyenos.
Para que te plazca misericordiosamente recibir esta nuestra humilde reparación,Te suplicamos, óyenos.
Para que te plazca hacer nuestra adoración aceptable a Ti,

Te suplicamos, óyenos.  
Hostia Pura, Escucha nuestra oración.
Hostia Santa, Escucha nuestra oración.
Hostia Inmaculada,
Escucha nuestra oración.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Perdónanos, oh Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Benignamente óyenos, oh Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten misericordia de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
V. Mira, oh Señor, nuestra aflicción,
R. Y da gloria a tu Santo Nombre.
Oremos

Señor Jesucristo, que te dignas permanecer con nosotros en tu maravilloso Sacramento hasta el final del mundo, con el fin de darle a tu Padre, por la memoria de tu pasión, gloria eterna, y para darnos a nosotros el Pan de vida eterna: concédenos la gracia de llorar, con un corazón lleno de dolor, por las injurias que Tú has recibido en este Misterio adorable, y por los muchos sacrilegios que son cometidos por  los impíos, los herejes y los malos católicos.
Inflámanos con un deseo ardiente de reparar todos estos insultos a los que, en tu infinita misericordia, has preferido exponerte antes que privarnos de tu Presencia en nuestros altares. Tú, que con Dios Padre y el Espíritu Santo vives y reinas, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén
 †††

"Pruébese el hombre a sí mismo. Sed vuestros propios jueces; examinad cuidadosamente cuál es vuestra vida: escudriñad vuestra conciencia, y después id a recibir aquel precioso don, esto es, el cuerpo del Salvador: porque el que le come y bebe indignamente, bebe y come su juicio. No solamente no conseguiréis la salud, sino que castigará Dios vuestra insolencia y la injuria que había hecho a Jesucristo. (Teodoreto, Ep. 1, Cor. c. 11, sent. 9, Tric. T. 8, p. 263.)"
†††


¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, no te aman! (Tres veces).

Corpus Christ

Oración enriquecida con indulgencia plenaria (Papa Pío XI, 21 de febrero de 1923):
Oh Cristo Jesús, yo os reconozco como Rey universal. Todo cuanto existe ha sido creado por Vos. Ejerced sobre mí todos vuestros derechos.
Renuevo las promesas del bautismo renunciando a Satanás, a sus pompas y a sus obras, y prometo vivir como buen cristiano. Y muy particularmente me comprometo a hacer triunfar, según mis fuerzas, los derechos de Dios y de vuestra Iglesia.
Corazón divino de Jesús, yo os ofrezco mis pobres acciones para lograr que todos los corazones reconozcan vuestra sagrada Realeza y que así se establezca en el mundo el reino de vuestra paz. Así sea. (Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria) 



†††

Acto de Ofrecimiento a la Santísima Trinidad
¡Oh beatísima Trinidad!, os doy palabra de procurar con todo esfuerzo y empeño salvar mi alma, ya que la creasteis a vuestra imagen y semejanza y para el cielo. Y también por amor vuestro procuraré salvar las almas de mis prójimos.
Para salvar mi alma y daros gloria y alabanza, sé que he de guardar la divina ley. Os doy palabra de guardarla como la niña de mis ojos, y también procuraré que los demás la guarden.
Aquí, en la tierra, me ejercitaré en alabaros, y espero que después lo haré con más perfección en el cielo; y por esto, con frecuencia rezaré el Trisagio y el verso: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, Y también procuraré que los demás os alaben. Amén.
V. Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo.
R. Alabémosle y ensalcémosle en todos los siglos.
Omnipotente y sempiterno Dios, que concediste a tus siervos el conocer la gloria de tu eterna Trinidad en la confesión de la verdadera fe y el adorar la Unidad en tu augusta Majestad; Te rogamos, Señor, que por la fuerza de esa misma fe nos veamos siempre libres de todas las adversidades. Por Cristo, Señor nuestro. Amén. 


 

lunes, 23 de mayo de 2016

Otra herejía bergogliana. Bergoglio tuerce las Palabras de Jesucristo para apoyar el divorcio.

El Papa Pio X denunció  que la herejía modernista es la suma de todas las herejías y la herejía modernista bergogliana es un claro ejemplo de ella y como advirtió San Pedro  los ignorantes tuercen la Escritura para su propia perdición.

2 Pedro 3:16 Lo escribe también en todas las cartas cuando habla en ellas de esto. Aunque hay en ellas cosas difíciles de entender, que los ignorantes y los débiles interpretan torcidamente - como también las demás Escrituras - para su propia perdición.

El heresiarca  Bergoglio al igual que Kasper busca anular el mandamiento de la ley de Dios de no cometer adulterio.  




 
 
 
 
Santo Tomás Moro:
“Cuando la razón se rebela contra la verdadera fe de Cristo y se hace adicta a la herejía, huye de Cristo y se convierte en esclava del hereje al que sigue, descarriada por el diablo y perdida en los vericuetos del error.”  
“Pienso que no andamos equivocados al sospechar que se avecina de nuevo un tiempo en que el Hijo del hombre, Cristo, será entregado en manos de los pecadores, cuando observamos un peligro inminente de que el Cuerpo místico de Cristo, la Iglesia de Cristo, esto es, el pueblo cristiano, es arrastrado a la ruina a manos de hombres perversos e impíos.”

 
 

Catecismo Mayor del Papa Pío X :
852. ¿Puede la autoridad civil desatar, con el divorcio, el vínculo del matrimonio cristiano? - No, señor; la autoridad civil no puede desatar el vínculo del matrimonio cristiano, porque no tiene poder para entremeterse en materia de sacramentos ni separar lo que Dios juntó.

834. ¿Por qué se dice que el vínculo del matrimonio es indisoluble? - Se dice que el vínculo del matrimonio es indisoluble o que, no puede desatarse. sino es por la. muerte de uno de los cónyuges, porque así lo estableció Dios desde el principio y así lo proclamó solemnemente nuestro Señor Jesucristo.
EL SEXTO MANDAMIENTO
«No cometerás adulterio» (Ex 20, 14; Dt 5, 17).
Catecismo 2336 Jesús vino a restaurar la creación en la pureza de sus orígenes. En el Sermón de la Montaña interpreta de manera rigurosa el plan de Dios: «Habéis oído que se dijo: “no cometerás adulterio”. Pues yo os digo: “Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón”» (Mt 5, 27-28). El hombre no debe separar lo que Dios ha unido (cf Mt 19, 6).
La Tradición de la Iglesia ha entendido el sexto mandamiento como referido a la globalidad de la sexualidad humana.
Catecismo de la Iglesia católica sobre el divorcio

2382 El Señor Jesús insiste en la intención original del Creador que quería un matrimonio indisoluble (cf Mt 5, 31-32; 19, 3-9; Mc 10, 9; Lc 16, 18; 1 Co 7, 10-11), y deroga la tolerancia que se había introducido en la ley antigua (cf Mt 19, 7-9).
Entre bautizados, “el matrimonio rato y consumado no puede ser disuelto por ningún poder humano ni por ninguna causa fuera de la muerte” (CIC can. 1141).
2384 El divorcio es una ofensa grave a la ley natural. Pretende romper el contrato, aceptado libremente por los esposos, de vivir juntos hasta la muerte. El divorcio atenta contra la Alianza de salvación de la cual el matrimonio sacramental es un signo. El hecho de contraer una nueva unión, aunque reconocida por la ley civil, aumenta la gravedad de la ruptura: el cónyuge casado de nuevo se halla entonces en situación de adulterio público y permanente:
«No es lícito al varón, una vez separado de su esposa, tomar otra; ni a una mujer repudiada por su marido, ser tomada por otro como esposa» (San Basilio Magno, Moralia, regula 73).
2385 El divorcio adquiere también su carácter inmoral a causa del desorden que introduce en la célula familiar y en la sociedad. Este desorden entraña daños graves: para el cónyuge, que se ve abandonado; para los hijos, traumatizados por la separación de los padres, y a menudo viviendo en tensión a causa de sus padres; por su efecto contagioso, que hace de él una verdadera plaga social.
2386 Puede ocurrir que uno de los cónyuges sea la víctima inocente del divorcio dictado en conformidad con la ley civil; entonces no contradice el precepto moral. Existe una diferencia considerable entre el cónyuge que se ha esforzado con sinceridad por ser fiel al sacramento del Matrimonio y se ve injustamente abandonado y el que, por una falta grave de su parte, destruye un matrimonio canónicamente válido (cf FC 84).
 
Es increíble la cantidad de justificaciones y excusas que emplean estos herejes modernistas masones para fomentar el pecado y la rebelión contra la ley de Dios, haciendo que los pecadores se apeguen a los vicios , se rebelen  contra los mandamientos de Dios , logrando que se condenen eternamente al no abandonar el pecado. Dice la escritura en Proverbios 30:20 Así es el camino de la mujer adúltera: come, se limpia la boca, y dice: No he hecho nada malo.
 
 
El Anticristo descrito por Santa Hildegarda de Bingen:
“En realidad el Anticristo, poseído por el diablo, cuando abra su boca para su perversa enseñanza destruirá todo lo que Dios había establecido en la Ley Antigua y en la Nueva, y afirmará que el incesto, la fornicación, el adulterio y otros tales no son pecado.

San Ignacio de Antioquía Advierte que irán al Infierno todos los que tuercen la Escritura para corrompen la doctrina de la fe que enseñó nuestro Señor Jesucristo , al igual se condenarán que los que corrompen la familia junto con los que le prestan oído a los herejes:
 
“No erréis, hermanos míos: los perturbadores de las familias no heredarán el reino de Dios. Si, pues, aquellos que han obrado estas cosas según la carne, están muertos, ¿ cuánto más si alguno corrompe, con prava doctrina, la fe de Dios, por la que Jesucristo fue crucificado? Éste, por ser impuro irá al fuego inextinguible; de modo semejante, el que le presta oído”. (Carta a los efesios 16-17)

miércoles, 18 de mayo de 2016

Bergoglio contradice al Papa Pío XI y al Magisterio de la Iglesia sobre la Realeza de Cristo

 
Francisco:
Los estados deben ser seculares. Los estados confesionales terminan mal. Eso va en contra de la historia. Creo que una  laicidad acompañada por una ley sólida que garantiza la libertad religiosa ofrece un marco para avanzar. Todos somos iguales como hijos (e hijas) de Dios y con nuestra dignidad personal. Sin embargo, todo el mundo debe tener la libertad para exteriorizar su propia fe *. Si una mujer musulmana quiere llevar un velo, ella debe ser capaz de hacerlo. Del mismo modo, si un católico desea llevar una cruz. La gente debe tener la libertad de profesar su fe * en el centro de su propia cultura, no sólo en sus márgenes.
 
 
De la encíclica del Papa  Pío XI, Quas primas.
 
Papa Pío XI:
 

Sería un grave error, por el contrario,  decir que Cristo no tiene autoridad alguna en los asuntos civiles, ya que, en virtud del imperio absoluto de él sobre todas las criaturas dado por el Padre, todas las cosas están en su poder ... Si ordenamos que todo el mundo católico debe venerar a Cristo como rey, Vamos a atender a la necesidad de nuestros días, y al mismo tiempo, proporcionar un excelente remedio para la plaga que infecta actualmente a la sociedad. Nos referimos a la peste de secularismo, sus errores y actividades impías. Este espíritu maligno, como usted sabe muy bien, Venerables Hermanos, no se logró en un solo día; siempre ha estado al asecho  debajo de la superficie. Se comenzó por rechazar el imperio de Cristo sobre todas las naciones. El derecho que la Iglesia tiene dado por Cristo mismo, para enseñar a la humanidad, para hacer leyes, para gobernar los pueblos en todo lo concerniente a su salvación eterna, ese derecho fue denegado. Luego, gradualmente, la religión de Cristo llegó a ser comparada con las falsas religiones y para ser colocada ignominiosamente en el mismo nivel con ellas.

 

 
El Catecismo de la Iglesia católica sobre la fe:

* Por el contrario, la fe es una virtud sobrenatural; por lo tanto, una falsa religión no es una fe; ya sea, una forma de protestantismo o mahometanismo.
 
 
III Las características de la fe
 
153 Cuando san Pedro confiesa que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo, Jesús le declara que esta revelación no le ha venido «de la carne y de la sangre, sino de mi Padre que está en los cielos» (Mt 16,17; cf. Ga 1,15; Mt 11,25). La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por Él. «Para dar esta respuesta de la fe es necesaria la gracia de Dios, que se adelanta y nos ayuda, junto con los auxilios interiores del Espíritu Santo, que mueve el corazón, lo dirige (convierte) a Dios, abre los ojos del espíritu y concede "a todos gusto en aceptar y creer la verdad"» 25

...

Mario Caponnetto concluyendo al hablar sobre el Reinado de Cristo dijo : ¿quién puede negar que aquel laicismo devastador y aquella apostasía de las naciones que atribulaban el corazón del Papa (Pío XI) hace ya casi ocho décadas, son casi nada si las comparamos con este radical inmanentismo y con este impío secularismo que presiden, hoy, la construcción de una Civitas Mundi, inspirada en el Regnum Hominis en perenne batalla contra la Civitas Dei?

 

viernes, 6 de mayo de 2016

Novena pidiendo la Unción del Espíritu Santo

En estos tiempos difíciles donde reina la «desorientación diabólica» que viene especialmente de perversos pastores que se han infiltrados en la Iglesia y que actualmente están  usurpando cargos en la Jerarquía Católica, y que sin ninguna vergüenza ni temor a Dios promueven abiertamente vivir en pecado mortal, es bueno recordarle a todos los hermanos católicos  que nos visitan, para que a causa de ellos no tropiecen y pierdan la salvación eterna y para que no se dejen confundir, ni engañar  por aquellos que han preferido servirle al demonio y para que rechacen esas falsas enseñanzas, que no se olviden que nuestro Señor Jesucristo nos enseñó  que el único pecado que no se perdona ni en esta vida ni en la otra es el pecado contra el Espíritu Santo.
 

El que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón nunca, antes bien será reo de pecado eterno.(Mc 3,29; Cf. Mt 12:32; Lc 12:10).
 
Los Pecados contra el Espíritu Santo son:
  • Desesperación de salvarse
  • La presunción de salvarse sin merecimientos
  • La impugnación de la verdad conocida( Negar la verdad conocida)
  • La envidia o pesar de la gracia ajena
  • La impenitencia final
 
Los que  deliberadamente persisten en cometer un pecado mortal expulsa de su templo corporal al Espíritu Santo.
“Los pecados de la carne son los que más almas llevan al infierno”. (Virgen María  en Fátima  )
 
Nos enseña el Catecismo # 1864 que quien se niega deliberadamente a acoger la misericordia de Dios, mediante el arrepentimiento, rechaza el perdón de sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo.

La verdadera  misericordia de Dios llama al arrepentimiento. Por eso un evangelio que no llame al arrepentimiento y al abandono del pecado es falso y satánico.
San Pablo le reprocha en la carta a los  Romanos que abusan de la misericordia de Dios despreciándola.
Traducción de la Biblia católica  RSVCE
¿O Abusas de las riquezas de su bondad, tolerancia y paciencia? ¿No saben que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento? Romanos 2:4

San Pablo demuestra que el Evangelio que predicó  y anunció es auténtico,  así como lo hizo  Jesús y San Pedro (Cf. Hechos 2:38) predicaron el Evangelio del arrepentimiento
Hechos 26:20  anunciando... que debían arrepentirse (convertirse) y volverse a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.
 
Si una persona no se arrepiente y abandona el pecado entonces que pecado le puede ser perdonado? Obviamente Ninguno, esa persona se engaña a si misma y se burla de Dios.


Recuerden que el Espíritu Santo es el santificador, por eso quien se obstina en el pecado mortal comete un pecado de Blasfemia contra el Espíritu Santo, el cual no tiene perdón ni en está vida ni en la otra.


 

Una persona que persiste en vivir en pecado mortal no puede agradar a Dios.

Romanos 8:13-14
Pues, si vivís según la carne, moriréis. Pero si con el Espíritu hacéis morir las obras del cuerpo, viviréis.
En efecto, todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.

 
San Pablo nos enseñar  que la Voluntad de Dios es nuestra santificación y que nos apartemos de toda inmoralidad sexual y luego dice que quien no acepta está enseñanza se rebela directamente contra el Espíritu Santo.  


¿Por qué la blasfemia contra el Espíritu Santo es imperdonable? Porque se trata del rechazo radical a la gracia que Dios ofrece para la conversión. Según Santo Tomás de Aquino es un pecado “irremisible por su misma naturaleza porque excluye los elementos gracias a los cuales se concede la remisión de los pecados”.

La doctrina de demonios kasperbergogliana es la que engaña y predica una falsa misericordia.

La Palabra de Dios y el Magisterio infalible y verdadero de la Iglesia Católica  enseña  que si una persona que se encuentra en pecado mortal, como por ejemplo un adultero o un practicante de la sodomía, si se obstina y no abandona el pecado, entonces esa persona rechaza la santificación que le ofrece el  Espíritu Santo  y rechaza la remisión del pecado, además  como enseña   la Escritura esa persona pisotea la Sangre de Jesucristo.
 
Hebreos 10:26-27

Advertencia a los que continúan pecando


Porque si voluntariamente pecamos después de haber recibido el pleno conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por los pecados, sino la terrible espera del juicio y la furia del fuego pronto a devorar a los rebeldes.
La Escritura enseña  que los que  rechazan obedecer los mandatos de Jesucristo, la ira de Dios permanece sobre ellos. (Cf.Juan 3:36)

El pecado de Sodomía se encuentra dentro de la lista de pecados que Claman venganza al Cielo.  Santa Caterina de Siena y San Bernardino de Siena, llegaron a afirmar que la sodomía es el pecado más grave después del pecado en contra del Espíritu Santo, sin embargo, si se practica la sodomía persistentemente, en violación de los mandamientos de Dios, también se convierte en un pecado en el cual no hay perdón: “… Los que cometen el pecado maldito contra la naturaleza, son tales como los tontos y los ciegos, después de haber eclipsado a la luz de su inteligencia, no se dan cuenta del hedor y la miseria en la que están …” (Santa Catalina de Siena, el diálogo de la Divina Providencia, cap. 124)
 
Entonces recordemos las Palabras de San Pedro:
Hechos 2:38 —Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo.
 




 

 

Esta Novena empieza el viernes siguiente al Día de la Ascensión del Señor.

La Novena en honor al Espíritu Santo, conocida también como la Novena de Pentecostés, es la más antigua de todas las novenas, comenzó bajo la dirección de Nuestro Señor Jesucristo, cuando envió a sus apóstoles a Jerusalén para esperar la venida del Espíritu Santo en el primer Pentecostés. Pidamos a Dios que también a nosotros nos regale los dones del Espíritu Santo, para alcanzar la Santidad y así poder conocerle verdaderamente , honrarle, amarle y servirle y  para que nos ayude a demostrarle nuestro amor, aborreciendo el pecado huyendo de toda ocasión de pecar y cumpliendo  fielmente sus mandamientos y esforzándonos en cumplir la voluntad su Santa Voluntad.



Pidamos por una poderosa efusión del Espíritu Santo.
Cristo murió en la Cruz para que nosotros seamos transformados por el Espíritu en hijos de Dios, participando de su santidad. Pero debemos desearlo, pedirlo y disponernos a recibirlo.

Rezar cada día de la novena:
Acto de consagración al Espíritu Santo diario:


Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza, y todo el amor de mi Corazón.

Me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones.

¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús.

Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén.
Oración por los 7 dones del Espíritu Santo
Oh, Señor Jesucristo, que antes de ascender al cielo prometiste enviar al Espíritu Santo para completar tu obra en las almas de tus Apóstoles y discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo para que Él perfeccione en mi alma la obra de tu gracia y de tu amor. Concédeme el Espíritu de Sabiduría para que pueda despreciar las cosas perecederas de este mundo y aspirar sólo a las cosas que son eternas, el Espíritu de Entendimiento para iluminar mi mente con la luz de tu divina verdad, el Espíritu de Consejo para que pueda siempre elegir el camino más seguro para agradar a Dios y ganar el Cielo, el Espíritu de Fortaleza para que pueda llevar mi cruz contigo y sobrellevar con coraje todos los obstáculos que se opongan a mi salvación, el Espíritu de Conocimiento para que pueda conocer a Dios y conocerme a mí mismo y crecer en la perfección de la ciencia de los santos, el Espíritu de Piedad para que pueda encontrar el servicio a Dios dulce y amable, y el Espíritu de Temor de Dios para que pueda ser lleno de reverencia amorosa hacia Dios y que tema en cualquier modo disgustarlo. Márcame, amado Señor, con la señal de tus verdaderos discípulos y anímame en todas las cosas con tu Espíritu. Amén.




PRIMER DÍA (viernes)
¡Espíritu Santo! ¡Señor de Luz! ¡Danos, desde tu clara altura celestial, tu puro radiante esplendor!


El Espíritu Santo
Sólo una cosa es importante: la salvación eterna. Por lo tanto, sólo una cosa hay que temer: el pecado. El pecado es el resultado de la ignorancia, debilidad e indiferencia. El Espíritu Santo es el Espíritu de Luz, de Fuerza y de Amor. Con sus siete dones ilumina la mente, fortalece la voluntad, e inflama el corazón con el amor de Dios. Para asegurarnos la salvación debemos invocar al Divino Espíritu diariamente, porque “el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros” (Rom 8,26).

Oración

Omnipotente y eterno Dios, que has condescendido para regenerarnos con el agua y el Espíritu Santo, y nos has dado el perdón de todos los pecados, permite enviar del cielo sobre nosotros los siete dones de tu Espíritu, el Espíritu de Sabiduría y de Entendimiento, el Espíritu de Consejo y de Fortaleza, el Espíritu de Conocimiento y de Piedad, y llénanos con el Espíritu del Santo Temor. Amén.

Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria




SEGUNDO DÍA (Sábado)
¡Ven, Padre de los pobres. Ven, tesoros que sostienes. Ven, Luz de todo lo que vive!
El don del Temor
El don del Santo Temor de Dios nos llena con un soberano respeto por Dios, y nos hace que a nada temamos más que a ofenderlo por el pecado. Es un temor que se eleva, no desde el pensamiento del infierno, sino del sentimiento de reverencia y filial sumisión a nuestro Padre Celestial. Es el temor principio de sabiduría, que nos aparta de los placeres mundanos que podrían de algún modo separarnos de Dios. “Los que temen al Señor tienen corazón dispuesto, y en su presencia se humillan” (Ecl 2,17).

Oración

¡Ven, Oh bendito Espíritu de Santo Temor, penetra en lo más íntimo de mi corazón, que te tenga, mi Señor y Dios, ante mi rostro para siempre, ayúdame a huir de todas las cosas que te puedan ofender y hazme merecedor ante los ojos puros de tu Divina Majestad en el Cielo, donde Tú vives y reinas en unidad de la siempre Bendita Trinidad, Dios en el mundo que no tiene fin. Amén.

Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria




TERCER DÍA (Domingo)
Tú, de todos los consoladores el mejor, visitando el corazón turbado, da la gracia de la placentera paz.
El don de Piedad
El don de Piedad suscita en nuestros corazones una filial afección por Dios como nuestro amorosísimo Padre. Nos inspira, por amor a Él, a amar y respetar a las personas y cosas a Él consagradas, así como aquellos que están envestidos con su autoridad, su Santísima Madre y los Santos, la Iglesia (no se puede obedecer a Bergoglio quien como Lucifer desafia a Dios y a todos los Papas Legitimos de la Iglesia), nuestros padres y superiores, nuestro país y sus gobernantes. Quien está lleno del don de Piedad no encuentra la práctica de la religión como deber pesado sino como deleitante servicio. Donde hay amor no hay trabajo.

Oración

Ven, Oh Bendito Espíritu de Piedad, toma posesión de mi corazón. Enciende dentro mío tal amor por Dios que encuentre satisfacción sólo en su servicio, y por amor a Él me someta amorosamente a toda legítima autoridad. Amén.

Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria




CUARTO DÍA (Lunes)
Tú, en la fatiga dulce alivio, refresco placentero en el calor, solaz en medio de la miseria.
El don de Fortaleza
Por el don de Fortaleza el alma se fortalece ante el miedo natural y soporta hasta el final el desempeño de una obligación. La fortaleza le imparte a la voluntad un impulso y energía que la mueve a llevar a cabo, sin dudarlo, las tareas más arduas, a enfrentar los peligros, a estar por encima del respeto humano, y a soportar sin quejarse el lento martirio de la tribulación aún de toda una vida. “El que persevere hasta el fin, ese se salvará”(Mt 24,13).

Oración

Ven, Oh Espíritu de Fortaleza, alza mi alma en tiempo de turbación y adversidad, sostiene mis esfuerzos de santidad, fortalece mi debilidad, dame valor contra todos los asaltos de mis enemigos, que nunca sea yo confundido y me separe de Ti, Oh mi Dios y mi máximo Bien. Amén

Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria




QUINTO DÍA (Martes)
¡Luz inmortal! ¡Divina Luz! ¡Visita estos corazones tuyos y llena nuestro más íntimo ser!
El don del Conocimiento
El don del Conocimiento permite al alma darle a las cosas creadas su verdadero valor en su relación con Dios. El conocimiento desenmascara la simulación de las creaturas, revela su vacuidad y hace notar sus verdaderos propósitos como instrumentos al servicio de Dios. Nos muestra el cuidado amoroso de Dios aún en la adversidad, y nos lleva a glorificarlo en cada circunstancia de la vida. Guiados por su luz damos prioridad a las cosas que deben tenerla y apreciamos la amistad de Dios por encima de todo. “El conocimiento es fuente de vida para aquel que lo posee” (Prov 16,22).

Oración

Ven, Oh Bendito Espíritu de Conocimiento, y concédeme que pueda percibir la voluntad del Padre; muéstrame la nulidad de las cosas de la tierra, que tenga idea de su vanidad y las use sólo para tu gloria y mi propia salvación, siempre por encima de ellas mirándote a Ti y tus premios eternos. Amén.

Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria




SEXTO DÍA (Miercoles)
Si tu apartas tu gracia, nada puro permanecerá en el hombre, todo lo que es bueno se volverá enfermo.
El don del Entendimiento
El Entendimiento, como don del Santo Espíritu, nos ayuda a aferrar el significado de las verdades de nuestra santa religión. Por la fe las conocemos, pero por el entendimiento aprendemos a apreciarlas y a apetecerlas. Nos permite penetrar el profundo significado de las verdades reveladas y, a través de ellas, avivar la novedad de la vida. Nuestra fe deja de ser estéril e inactiva e inspira un modo de vida que da elocuente testimonio de la fe que hay en nosotros. Comenzamos a “caminar dignos de Dios en todas las cosas complaciendo y creciendo en el conocimiento de Dios”.

Oración

Ven, Oh Espíritu de Entendimiento, e ilumina nuestras mentes, que podamos conocer y creer en todos los misterios de la salvación, y que por fin podamos merecer ver la eterna luz en la Luz, y en la luz de la gloria tener una clara visión de Ti y del Padre y del Hijo. Amén.

Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria




SÉPTIMO DÍA (Jueves)
Sana nuestras heridas, renueva nuestra fuerza. En nuestra aridez derrama tu rocío. Lava las manchas de la culpa.
El don de Consejo
El don de Consejo dota al alma de prudencia sobrenatural, permitiéndole juzgar con prontitud y correctamente qué debe hacer, especialmente en circunstancias difíciles. El Consejo aplica los principios dados por el Conocimiento y el Entendimiento a los innumerables casos concretos que confrontamos en el curso de nuestras diarias obligaciones en tanto padres, docentes, servidores públicos y ciudadanos cristianos. El Consejo es sentido común sobrenatural, un tesoro invalorable en el tema de la salvación. “Y por encima de todo esto, suplica al Altísimo para que enderece tu camino en la verdad” (Ecl 37,15).

Oración

Ven, Oh Espíritu de Consejo, ayúdame y guíame en todos mis caminos para que siempre haga tu Santa Voluntad. Inclina mi corazón a aquello que es bueno, apártame de todo lo que es malo y dirígeme por el sendero recto de tus Mandamientos a la meta de la vida eterna que yo anhelo. Amén.

Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria




OCTAVO DÍA (Viernes)
Dobla la voluntad y el corazón obstinado, funde lo que está helado, calienta lo que está frío. Guía los pasos que se han desviado!
El don de Sabiduría
Abarcando a todos los otros dones, como la caridad abraza a todas las otras virtudes, la Sabiduría es el más perfecto de los dones. De la Sabiduría está escrito: “todo lo bueno vino a mí con Ella, y riquezas innumerables me llegaron a través de sus manos”. Es el don de la Sabiduría el que fortalece nuestra fe, fortifica la esperanza, perfecciona la caridad y promueve la práctica de la virtud en el más alto grado. La Sabiduría ilumina la mente para discernir y apreciar las cosas de Dios, ante las cuales los gozos de la tierra pierden su sabor, mientras la Cruz de Cristo produce una divina dulzura, de acuerdo a las palabras del Salvador: “Toma tu cruz y sígueme, porque mi yugo es dulce y mi carga ligera”.

Oración

Ven, Oh Espíritu de Sabiduría y revela a mi alma los misterios de las cosas celestiales, su enorme grandeza, poder y belleza. Enséñame a amarlas sobre todo y por encima de todos los gozos pasajeros y las satisfacciones de la tierra. Ayúdame a conseguirlas y a poseerlas para siempre. Amén.

Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria




 

NOVENO DÍA (Sábado)
Tú, en aquellos que siempre más te confiesan y te adoran, en tus siete dones, desciende. Dales alivio en la muerte. Dales vida Contigo en las alturas. Dale los gozos que no tienen fin. Amén.
 
Los frutos del Espíritu Santo
Los dones del Espíritu Santo perfeccionan las virtudes sobrenaturales al permitirnos practicarlas con mayor docilidad a la divina inspiración. A medida que crecemos en el conocimiento y en el amor de Dios, bajo la dirección del Santo Espíritu, nuestro servicio se torna más sincero y generoso y la práctica de las virtudes más perfecta. Tales actos de virtudes dejan el corazón lleno de alegría y consolación y son conocidos como frutos del Espíritu Santo. Estos frutos, a su vez, hacen la práctica de las virtudes más activa y se vuelven un poderoso incentivo para esfuerzos aún mayores en el servicio de Dios.

Oración

Ven, Oh Divino Espíritu, llena mi corazón con tus frutos celestiales: caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. Que nunca esté yo cansado en el servicio de Dios sino que, por continua y fiel sumisión a tu inspiración, merezca estar eternamente unido Contigo, en el amor del Padre y del Hijo. Amén.

  
 

Padrenuestro y Avemaría, una vez. Gloria 




 
ORACION POR LOS SIENTE DONES DEL ESPÍRITU
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama de tu amor. Oh, Dios, que con la luz del Espíritu Santo iluminas los corazones de tus fieles, concédenos que guiados por el mismo Espíritu, disfrutemos de lo que es recto y nos gocemos con su consuelo celestial.

1
Ven, Espíritu Santo, por tu don
Sabiduría, concédenos la gracia de apreciar y estimar los bienes del cielo y muéstranos los medios para alcanzarlos. Gloria
2
Ven, Espíritu Santo, por tu don de
Entendimiento, ilumina nuestras mentes respecto a los misterios de la salvación, para que podamos comprenderlos perfectamente y abrazarlos con fervor. Gloria
3
Ven, Espíritu Santo, por tu don de
Consejo, inclina nuestros corazones a actuar con rectitud y justicia para beneficio de nosotros mismos y de nuestros semejantes. Gloria
4
Ven, Espíritu Santo, por tu don de
Fortaleza, fortalécenos con tu gracia contra los enemigos de nuestra alma, para que podamos obtener la corona de la victoria. Gloria
5
Ven, Espíritu Santo, por tu don de Ciencia, enséñanos a vivir entre las cosas terrenos para así no perder las eternas. Gloria
6
Ven, Espíritu Santo, por tu don de Piedad, inspíranos a vivir sobria, justa, y piadosamente en esta vida, para alcanzar el cielo en la otra vida. Gloria.
7
Ven, Espíritu Santo, por tu don de Temor de Dios, hiere nuestros cuerpos con tu temor para así trabajar por la salvación de nuestras almas. Gloria
Oración. Oh Dios, que has unido las naciones en la confesión de tu nombre, concédenos que los que han renacido por el agua del bautismo, tengan la misma fe en sus corazones y la misma piedad en sus acciones.
Oh Dios, que enviaste el Espíritu Santo a los apóstoles, oye las oraciones de tus fieles para que gocen de la verdadera paz, quienes por tu gracia, han recibido el don de la verdadera fe. Te suplicamos, oh Dios, que tu Santo Espíritu encienda en nuestros corazones esa llama que Cristo trajo a la tierra y deseó ardientemente fuera encendida.
Inflama, oh Señor, nuestros corazones con el fuego del Espíritu Santo, para que te sirvamos castos de cuerpo y limpios de corazón. Enriquece, Señor, nuestros corazones derramando con plenitud tu Santo Espíritu por cuya sabiduría fuimos creados y por cuya providencia somos gobernados.
Te suplicamos, oh Dios Todopoderoso y Eterno, que tu Santo Espíritu nos defienda y habite en nuestras almas, para que al fin, seamos los templos de su gloria.
Te pedimos, Señor, que según la promesa de tu Hijo, el Espíritu Santo nos lleve al conocimiento pleno de toda la verdad revelada. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

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