(La mentira) asemeja al hombre al diablo
(Santo Tomás, Sobre los mandamientos, l. c. , p. 280).
Louie Verrecchio Mayo 5, 2017
Francisco el mentiroso ha vuelto a atacar; reprendiendo a los fieles, burlándose de los santos y torciendo la Sagrada Escritura.
Durante su sermón de Santa Marta, el pérfido obispo de blanco volvió a llamar la atención sobre el tal "rígido", un insulto jesuítico reservado a los que realmente creen lo que la Santa Madre Iglesia enseña en el nombre de Cristo para Nuestra salvación.
De estas personas, Su humildad declaró:
(5/5/2017) Son personas rígidas que viven una doble vida: se hacen ver buenas, sinceras, pero cuando nadie las ve, hacen cosas feas. Por otro lado, este joven (Saulo) era honesto. Él creía eso. Creo que, cuando digo esto, de los muchos jóvenes de la Iglesia de hoy que han caído en la tentación de la rigidez. Algunos son sinceros, son buenos. Debemos orar para que el Señor los ayude a crecer en el camino de la mansedumbre. "Otros, dijo, "utilizan la rigidez para cubrir la debilidad, el pecado, los problemas de personalidad; Y usan la rigidez "para construirse a expensas de otros. Bergoglio dijo que así Saúl se volvía cada vez más rígido, hasta el punto de que no podía tolerar lo que consideraba una herejía; Y así comenzó a perseguir a los cristianos”.
Las epístolas de San Pablo no va de acuerdo a los gustos de Jorge Mario Bergoglio, y cualquier intento de su parte de sugerir lo contrario no es más que un acto diabólico de engaño.
Francisco terminó su intervención en nombre de Amoris Laetitia con una "oración" pasiva-agresiva por el "rígido" en el que él se felicitó sutilmente por ser un modelo de mansedumbre:
"Oremos por los rígidos, para que sigan el camino de la mansedumbre de Jesús".
En otras palabras:
Oh Dios, te doy gracias porque no soy como el resto de los hombres, rígidos, despiadados y doctrinarios ...
Que ese que se exaltó, sea humillado y pronto.
Leer el artículo completo Aquí.
En otras palabras:
Oh Dios, te doy gracias porque no soy como el resto de los hombres, rígidos, despiadados y doctrinarios ...
Que ese que se exaltó, sea humillado y pronto.
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