San Bonifacio convirtió a pueblos paganos alemanes, destruyó sus ídolos y templos paganos y construyó iglesias en su lugar

San Bonifacio
Apóstol de Alemania

Obispo y Mártir
Martirologio Romano: Memoria de san Bonifacio, obispo y mártir. Monje en Inglaterra con el nombre de Wifrido por el bautismo, al llegar a Roma el papa san Gregorio II lo ordenó obispo y cambió su nombre de pila por el de Bonifacio, enviándolo después a Germania para anunciar la fe de Cristo a aquellos pueblos, donde logró ganar para la religión cristiana a mucha gente. Rigió la sede de Maguncia (Mainz) y, hacia el final de su vida, al visitar a los frisios en Dokkum, consumó su martirio al ser asesinado por unos paganos. († 754)
El Papa Gregorio XI le entregó una carta de investidura autorizándole para que predicase la fe a los idólatras de Alemania.

En una ocasión derribó con un   Hacha un gran árbol que era objeto de idolatría. Solía remplazar los lugares de idolatría con iglesias.
 Fue uno de los misioneros más importantes y reformadores de la iglesia en el reino franco. A Bonifacio no se le permitió ver la conversión de los sajones durante su vida.
Fue martirizado el 5 de junio de 754 mientras estaba en una misión en Holanda, donde una tropa de paganos lo atacó y lo mató a él y a sus 52 compañeros.

Al estudiar la Vida de San Bonifacio Nuevamente podemos comprobar que el anti Papa Bergoglio no profesa nuestra fe católica.
Las enseñanzas de San Bonifacio  contradice además  la herejía del indiferentismo religioso contenida en la declaración de  Abu Dhabi  y idea herética de pastor que tiene el anti Papa Bergoglio. L
a pagina de sacerdotes diocesanos expuso como el anti Papa contradice a San Bonifacio.

 

•No seamos perros mudos

No seamos perros mudos, centinelas silenciosos, mercenarios que huyen del lobo, sino pastores en acecho, velando sobre el rebaño de Cristo, proclamando la voluntad de Dios al pequeño y al grande, al rico y al pobre, a los hombres de todas las condiciones y de todas las edades, a tiempo y destiempo, en la medida en que Dios nos da fuerzas. (San Bonifacio de Maguncia. Carta a Cuthbert: PL 89,765-768)

 

 

 

La pagina Sedevacante Novus Ordo Watch también criticó la ambivalente antidoctrina que profesa Bergoglio y las herejía del indiferentismo religioso contenida en el Vaticano II.

Proselitismo, triunfalismo, y no Laudato Si

Señoras y señores, ¿pueden imaginarse la indignación que algo como esto causaría en nuestros días, no simplemente de todo tipo de laicos, humanistas, paganos, etc., sino especialmente de los "obispos católicos" y, sobre todo, del "Papa" Francisco mismo? Si San Bonifacio hiciera algo así hoy, nunca escucharíamos el final de parte de Francisco y toda su pandilla del Vaticano II, lo que lo condenaría en términos inequívocos por:

• Proselitismo: en lugar de dialogar y testificar a los paganos hermanos y hermanas no cristianos estableciendo comedores populares, recogiendo ropa para los necesitados y preocupándose por su desarrollo humano integral, se atrevió a predicar a Cristo; de esta manera, no respetó las conciencias de los miembros de la comunidad indígena y violó su dignidad humana, que nunca se puede quitar
• Triunfalismo: en lugar de construir un puente de fraternidad y diálogo, ofendió la sensibilidad religiosa de la gente al arrogarles un desafío arrogante a ellos y a sus tradiciones; denigró su religión, haciendo que su propia religión pareciera superior a la de ellos, e intentó imponerles rígidamente sus propias certezas.
• No respetó  la Voluntad Divina con respecto a otras religiones: las acciones de Bonifacio fueron una negación directa de la enseñanza de la declaración de Abu Dhabi firmada por Francisco, a saber, que "[el]  pluralismo y la diversidad de religiones ... son deseadas por Dios en su sabiduría, a través del cual creó a los seres humanos "

Sin respetar nuestro "Hogar común": su tala del árbol fue un ataque violento contra el medio ambiente, nuestro hogar común, y contradice la encíclica Laudato Si ', que prescribe el cuidado adecuado de la creación; además, al usar un pretexto de religión para desperdiciar un recurso natural, cometió blasfemia e interrumpió la armonía ecológica que existe entre todos los miembros de la creación; Su acción representa un dominio inadecuado sobre la Madre Naturaleza, que tenemos el deber de salvaguardar y proteger.

Como puede ver, San Bonifacio no llegaría muy lejos en la religión del Vaticano II, ni los modernistas de hoy en día disfrazados de católicos. Por lo tanto, cualquier celebración de este gran obispo y mártir por parte del establecimiento Novus Ordo es pura hipocresía. ¡Si Bonifacio estuviera vivo hoy, Francisco sería el primero en denunciarlo!