R. Señor, danos sacerdotes santos.
V. Para que nos acompañen a la hora de nuestra muerte, y ofrezcan la Santa Misa por nosotros



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viernes, 27 de junio de 2025

La devoción al Sagrado Corazón es una de las mejores maneras de combatir la ideología LGBT

 El Sagrado Corazón de Jesús es el remedio contra el liberalismo, el racionalismo, el egoísmo, el orgullo y el libertinaje de la sexualidad.

                                     
El Papa Pío IX con la devoción al Sagrado Corazón combatió el racionalismo y el liberalismo.

 

"El Papa Pío IX veía en el Sagrado Corazón un remedio contra el liberalismo, cuando aprobaba, por la Consagración solemne del 16 de junio de 1875, una fórmula en la cual se encuentra una oración por la conversión de los católicos liberales. (El Sagrado Corazón de Jesús, autor P. Julio Chevalier MSC: Remedio de los males de la sociedad libro III cap. 3) 


 

   
EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, REPARACIÓN CONTRA EL JUDAÍSMO, MASONERÍA Y LIBERALISMO
 
Traducción del artículo publicado en RADIO SPADA.
 Publicado por Miles Christi resístens

Los orígenes de esta fiesta son de hecho similares a la del Santísimo Sacramento. El simbolismo del costado de Jesús abierto por la lanza de Longinos, y del cual salieron sangre y agua, es ya conocido por los antiguos Padres de la Iglesia: San Agustín y San Juan Crisóstomo tienen en las espléndidas páginas sobre la Iglesia que, radiante de juventud, salió del costado del nuevo Adán adormecido sobre la Cruz, así también que los divinos Sacramentos brotados del Corazón amante del Redentor.
   
La tradición patrística fue conservada y desarrollada por obra de la escuela ascética benedictina; así que, cuando finalmente en el siglo XII el santo Abad de Claraval orienta la piedad mística de sus monjes hacia un culto tan especial a la humanidad del Salvador, la devoción al Sagrado Corazón en el sentido que ahora, se puede decir ya nada. De la simple meditación sobre las llagas de Jesús, la escuela benedictina pasó a la particular devoción por la del Costado, y a través del costado traspasado por la lanza de Longinos, penetraba en lo íntimo del Corazón, herido sin embargo por la lanza del amor. El Corazón de Jesús representa para San Bernardo aquel foro de la roca, en el cual el Divino Esposo invita a su paloma a buscar el refugio. El hierro del soldado ha llegado hasta el Corazón del Crucificado, para desvelarnos todos los secretos de amor. Él de hecho nos ha revelado el gran misterio de su misericordia, aquellas entrañas de piedad que lo han inducido a descender del cielo para visitarnos [1].
   
Los discípulos de San Bernardo estaban desarrollando maravillosamente la doctrina mística del Maestro, cuando intervinieron las grandes revelaciones del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Lutgarda († 1246), a Santa Gertrudis y a Santa Matilde. A Santa Lutgarda el Señor intercambió un día el corazón de ella con el suyo; y una noche en la cual la Santa, no obstante la enfermedad, se hallaba despierta para el oficio vigiliar, Jesús por recompensa la invitó a acercar sus labios a la herida de su Corazón, donde Lutgarda bebió tan grande suavidad de espíritu, que en seguida encontró siempre una gran fuerza y facilidad en el servicio del Señor. Hacia el 1250 sigue la conocida revelación del Sagrado Corazón a la célebre Matilde de Magdeburgo, que más tarde hizo parte de la Comunidad de Helfta, en la cual ya vivían Santa Gertrudis y Santa Matilde. «En mis grandes sufrimientos, escribe ella, Jesús me mostró la llaga de su Corazón, y me dice: ¡Mira qué mal me han hecho!». Esta aparición la impresionó vivamente; tanto que después de este tiempo la pía religiosa no cesó de contemplar este Corazón apasionado y ultrajado, pero que al mismo tiempo se le aparecía similar  a una masa de oro encendido que estaba dentro de un inmenso horno. Jesùs acercó el corazón de Matilde al suyo, para que en adelante viviese una idéntica vida.
   
Cuando después la Providencia condujo a Helfta esta pia extática de Magdeburgo, lo hizo indudablemente para acercarla a otras dos hijas de San Benito, Gertrudis y Matilde, las cuales también estaban favorecidas con similares dones. El carácter especial de la devoción de Santa Gertrudis por el Verbo encarnado, explica especialmente en su tierna devoción al Sagrado Corazón, que para ella es el símbolo del amor del Crucificado, y una especie de místico sacramento, por el cual la Santa entra a parte tanto de los sentimientos de Jesús, como de sus méritos. Un día que Gertrudis fue invitada por San Juan a reposar con él sobre el Corazón sacratísimo del Señor, ella pregunta al Evangelista por qué no había revelado a la Iglesia las delicias y los misterios de amor gustados por él en la última cena, cuando apoyó la cabeza sobre el pecho del divino Maestro. Responde San Juan que su misión era simplemente revelar a los hombres la naturaleza divina del Verbo Encarnado; mientras que el lenguaje amoroso expresado por el palpitar del divino Corazón por él escuchados, debía representar la revelación de los últimos tiempos, cuando el mundo, envejecido y enfriado, habrá de tener necesidad de calentarse por medio de este misterio llameado de amor. Así Gertrudis comprende que el apostolado del Corazón Sacratísimo de Jesús le era confiado a ella; y por eso de palabra y en sus libros ella describe toda la teología, digámoslo así, de aquella sagrada herida divina, propagando fervientemente la devoción. En esta misión evangelizatriz, ella tuvo la compañía también de la pia cantrix Mechtíldis, que igualmente fue invitada del Señor a anidar en la llaga de su Corazón.
   
Al igual que su compañera, también Santa Matilde puso por escrito sus revelaciones, en las cuales el Sagrado Corazón, ora se le parangonaba a una copa de oro donde se sacian los Santos, ora a una lámpara luminosa, ora a una lira que difunde para el cielo sus suaves armonías. Un día Jesús y Matilde se intercambiaron el corazón, de modo que la Santa desde entonces parecía respirar con el Corazón mismo de su Esposo divino.
     
Las revelaciones de las dos extáticas de Helfta encontraron un larguísimo favor, sobre todo en Alemania, en medio precisamente a un ambiente ya decididamente orientado hacia el Corazón de Jesús en gracia de la precedente influencia de la escuela benedictina. Los autores Dominicos y Minoritas siguieron también alacremente este movimiento y lo dilataron, sobre todo por medio de San Buenaventura, del Beato Enrique Susón, de Santa Catalina y San Bernardino de Siena.
   
Se llega así a los tiempos de Santa Francisca Romana, la cual en sus revelaciones sobre el Sagrado Corazón, en la cual ella se inmerge como en un océano encendido de amor, no hace sino acentuar la orientación ascética de la antigua escuela mística de los hijos de San Benito.
   
La acción de la Fundadora del monasterio Turris Speculórum en Roma, permanece, es verdad, circunscrita al ambiente romano; pero ella representa uno de los más preciosos anillos de toda una cadena de Santos y de escritores ascéticos que en Alemania, en la Bélgica y en Italia prepararon los ánimos a las grandes revelaciones de Paray-le-Monial. Cuando finalmente estas fueron comunicadas a los fieles, por obra especialmente del Beato Claudio La Colombière y del P. Jean Croiset de la Compañía de Jesús, el triunfo del Corazón de Jesús y del reino de su amor fue ahora asegurado a la devoción católica. Los Hijos de San Ignacio se dedicaron con celo especial a esta nueva forma de Apostolado del Corazón Sacratísimo de Jesús.
  
En 1765 el papa Clemente XIII aprobó un Oficio en honor del Sagrado Corazón de Jesús, que sin embargo fue concedido sólo a algunas diócesis. Pero en 1856 Pío IX, con el ánimo en el que había influído grandemente el gran restaurador de la Orden Benedictina en Francia, el abad dom Próspero Guéranger, hizo esta fiesta obligatoria para la Iglesia universal. En 1889 León XIII elevó el rito a doble de I clase.
  
 Cuando en 1765 Clemente XIII autorizó el culto litúrgico del Sagrado Corazón de Jesús, se cumple una profecía hecha hacía treinta años atrás por la santa abadesa de San Pedro de Montefiascone, María Cecilia Bai. Un día, mostrándole el Señor su Corazón a esta Sierva de Dios, le había dicho: «Vendrá un día, cuando mi Corazón procederá en gran triunfo en la Iglesia militante, y esto será en gracia de la fiesta solemne que se celebrará, con el Oficio del Sagrado Corazón. Yo sin embargo no sé –agrega la piadosa benedictina– si esto sucederá en nuestros tiempos». Bai sin embargo fue tan feliz, para poder ver finalmente este día suspirado; y entonces ciertamente ella recordó aquellas otras palabras que había oído de su Divino Esposo algunos años antes: «Verrà un tempo in cui tu farai cosa gradita al mio Cuore, facendolo adorare e conoscere ad un gran numero di persone, per mezzo del culto e degli atti di devozione che gli sono dovuti».
    
En 1899 León XIII emanó una Encíclica en la cual prescribía que todo el Orbe católico se consagrase al Corazón Sacratísimo de Jesús. El Pontífice estaba decidido en aquel acto luego de una orden formal que una piadosa Superiora del Buen Pastor de Oporto, sor María Droste zu Vischering, decía haber recibido del mismo divino Redentor, para que lo comunicase al Papa. La revelación privada presentaba pues todos los caracteres de autenticidad, y el espíritu de la hermana fue aprobado por el sabio abad de Seckau, el P. Ildefonso Schober. Fue así que el benedictino Hildebrando de Hemptinne, abad de San Anselmo sobre el Aventino, puso en obra el asunto y presentó la súplica de Droste a León XIII. El 9 de junio de 1899, cuando las campanas de todas las Iglesias del Orbe cristiano anunciaban la fiesta del Sagrado Corazón y el nuevo acto de consagración prescrito por el Papa, la Vidente de Oporto, en señal de que ahora su misión aquí era consumada, entregaba su purísima alma a Dios.
   
Últimamente, la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús conseguía por Pío XI nuevo incremento y decoro, ya que le era decretado el privilegio de Octava, al par de las mayores solemnidades del Señor. ¿Fue simple coincidencia o arcana disposición de Dios? La nueva liturgia romana para la octava de la fiesta del Sagrado Corazón, fue aprobada por el Pontífice contemporáneamente al famoso Concordato que pone finalmente término a la tan funesta Questione Romana. Al mismo tiempo, el perfecto amigo del Divino Corazón, el P. La Colombière, viene adscrito solemnemente en el albo de los Beatos, y Pío XI algunas semanas después salió finalmente del Vaticano, llevando en triunfo a Jesús Eucarístico en medio de un glorioso cortejo de sacros ministros que llegaba a las 7.000 personas.
   
 […] La herejía que caracteriza el espíritu de la hodierna sociedad, podría ser fácilmente llamada laicismo, en cuanto quiere nivelar lo divino y lo sobrenatural a la medida de las instituciones humanas, e intenta hacer reentrar la Iglesia en la órbita de las puras energías estatales. Frente al judaísmo y a la masonería que persisten todavía en el odio furibundo contra Jesús: tolle, tolle, crucifige, los católicos infectados de este laicismo y liberalismo buscan, como Pilato, un camino intermedio, y están prontos a declarar absuelto a Cristo, aunque antes se deje quitar la diadema soberana que le rodea la frente, y se contente en vivir sujeto al numen de César. Contra este doble insulto sacrílego, el Pontífice Supremo protesta mirando al Cielo y a la tierra que no hay otro Dios que el Señor, e instituyó la doble fiesta de Cristo Rey y de la Octava del Sacratísimo Corazón de Jesús. La una es la solemnidad del poder, la otra es la del amor.
   
 Debiéndose enriquecer el Breviario Romano del oficio para la octava del Sagrado Corazón, el Sumo Pontífice ha querido que la liturgia de esta solemnidad fuese enteramente rehecha. Ya se sabe que el Oficio del Sagrado Corazón tenía antiguamente un cierto carácter fragmentario y esporádico, que bien reflejaba la incertidumbre de los censores teológicos encargados de su redacción. Era un poco un oficio Eucarístico, un poco de la Pasión, por no decir después de las lecciones del tercer nocturno, escogidas un poco aquí y allá en la Patrología. Ahora Pío XI –que en su mesa de trabajo contempla siempre una bella estatua del Sagrado Corazón, en el cual solía inspirarse al tratar los negocios de la Iglesia– ha querido un oficio perfectamente orgánico; en el cual sobresaliese su unidad y al mismo tiempo pusiese en plena luz el carácter especial de la solemnidad de la fiesta del Sagrado Corazón, que no quiere ser, ni un duplicado de la fiesta del Corpus Dómini, ni una repetición de los oficios cuaresmales de la Pasión. Él por tanto ha nombrado una comisión de teólogos para la redacción del nuevo oficio, pero en sus labores ha presidido él mismo; así que después de un semestre de estudios, en los primeros albores de su quincuagésimo año sacerdotal. Pío XI ha podido ofrecer al mundo católico la nueva Misa y el Oficio para la Octava del Sagrado Corazón. El concepto que domina la entera composición, es el expresado por Jesús mismo cuando, por medio de Santa Margarita Alacoque, pidió a la familia Católica la institución de esta fiesta: «Este es el Corazón que tanto ha amado a los hombres, de los cuales todavía es amado tan poco». Trátase pues de una fiesta de reparación al Amor no amado; reparación e incluso que hace enmienda honorable glorificando precisamente los pacíficos triunfos de este Eterno Amor.
 

Cardenal ALFREDO ILDEFONSO SCHUSTER OSB, Liber Sacramentorum. Note storiche e liturgiche sul Messale Romano. Vol. V. Le nozze eterne dell’Agnello (La Sacra Liturgia dalla Domenica della Trinità all’Avvento), Torino, Marietti, 1930, págs. 92-106
NOTA
[1] Sermón 61 sobre los Cánticos, n. 3-4. En Migne, Patrología Latina CLXXXIII, cols. 1071-1072.
 
 

jueves, 26 de junio de 2025

Con impunidad bajo Prevost, el apóstata James Martin continúa blasfemando contra el Espíritu Santo

 El activista gay James Martin demuestra una vez más su apostasía con otra blasfemia herética contra el Espíritu Santo.



El apóstata James Martin no solo desafía las leyes de Dios, sino que también se atreve a atribuir el abominable y diabólico pecado de la sodomía a la voluntad divina.


Gálatas 1:9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica un evangelio diferente del que habéis recibido, sea anatema.




El blasfemo y apóstata activista gay James Martin, en plena comunión con Prevost, continúa desafiando con impunidad la moral católica al rechazar la ley natural de Dios.
El activista gay James Martin no solo es un apóstata blasfemo, sino que también se comporta como un satanista.


Un sacerdote es blasfemo y engañador si ejerce su Orden indignamente, y por lo tanto comete pecado mortal; lo mismo ocurre con cualquier otra persona de la Orden. (Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia)

 

LA MALICIA DE LA BLASFEMIA.—La blasfemia es un pecado contra la virtud de la religión, por el cual rendimos a Dios el honor que le corresponde como nuestro principio y fin. Santo Tomás dice que debe considerarse un pecado contra la fe, ya que mediante ella atribuimos a Dios lo que no le pertenece o le negamos lo que es suyo (II—II, Q. xiii, art. I).

 

SAN AGUSTÍN. (Serm. 71.) O si aquí se dijera: «¿Quién ha blasfemado alguna vez contra el Espíritu Santo?», deberíamos entender por ello «toda blasfemia». Pero puesto que se dijo: «Quien blasfema contra el Espíritu Santo», entiéndase que se refiere a quien blasfema no de cualquier manera, sino de tal manera que nunca le pueda ser perdonado. Así, cuando se dijo: «El Señor no tienta a nadie» (Santiago 1:13), no se refiere a toda tentación, sino solo a cierta. Ahora bien, veamos qué es esa clase de blasfemia contra el Espíritu Santo. La primera bendición de los creyentes es el perdón de los pecados en el Espíritu Santo. Contra este don gratuito se opone el corazón impenitente. Por lo tanto, la impenitencia en sí misma es blasfemia contra el Espíritu, que no se perdona ni en este mundo ni en el venidero. porque el arrepentimiento obtiene el perdón en este mundo, que será válido en el mundo venidero.

San Pelayo, mártir de Cristo por resistir el Islam y la homosexualidad

 San Pelayo fue martirizado por orden del depravado tirano califa  musulmán Abd al-Rahmán por defender su castidad y por negarse apostatar.

 
 

Es el mártir de la castidad en el umbral de la juventud.


Mártir por la fe y la pureza.
Memorial: 26 de junio 
Patronazgo: Castidad y jóvenes, personas abandonadas, víctimas de tortura, Castro Urdiales, España

Mártir de Cristo por rechazar la falsa religión del Islam y negarse a caer en el vicio de la Homosexualidad.
 



Leemos en el “Martirologio”: “En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, san Pelayo, mártir, que a los trece años, por querer conservar su fe en Cristo y su castidad ante las costumbres deshonestas de Abd al-Rahmán III, califa de los musulmanes, consumó su martirio glorioso al ser despedazado con tenazas (925)”.


 

San Pelayo, mártir de Cristo por resistir el Islam y la homosexualidad 
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Por una de esas casualidades desafortunadas, la semana del «Orgullo gay» coincide año tras año con la fiesta de San Pelayo, un niño cordobés que prefirió morir antes de ser sodomizado  por Abderramán III. En San Pelayo confluyen la resistencia ante el Islam y ante la depravación sexual del tirano Abderramán.


 
Año tras año, la última semana de junio, el lobby LGTB celebra la semana de sus fiestas, llamadas del «Orgullo». Todos los años coinciden con el 26 de junio, fiesta de San Pelayo de Córdoba. Para mayor abundamiento, la calle Pelayo, de Madrid, es escenario el jueves de una «carrera de tacones», uno de los actos típicos de la semana del «Orgullo».
En el martirio de San Pelayo confluyen, ya hace más de 1.000 años, la resistencia ante el invasor musulmán, que ofrece el reino a cambio de renunciar a Cristo, y la locura de la atracción, homosexual, entre un varón adulto y un niño.



La historia de San Pelayo
San Pelayo de Córdoba nació en Galicia en el siglo X y era sobrino del obispo Hermogio de Tuy, que fue hecho prisionero en la batalla de Val de Junquera entre los reyes cristianos y Abderramán III en el año 920. Pelayo también acabó siendo prisionero del rey musulmán al cambiarse por su tío que quedó en libertad.
 
Durante tres años y medio, Pelayo permaneció como prisionero de Abderramán III. Sus compañeros de cautiverio cuentan que su comportamiento era “casto, sobrio, apacible, prudente, atento a orar, asiduo a su lectura”. Solía discutir también con los musulmanes sobre temas religiosos y pudo vivir en paz en prisión hasta que Abderramán III se encaprichó de él.
Durante un banquete, Abderramán III prometió concederle todos los honores si apostataba y se convertía en uno de sus mancebos. Las crónicas narran la conversación que tuvo lugar en ese momento de esta manera:
“Abderramán le dijo sin titubeos:  -«Niño, te elevaré a los honores de un alto cargo, si quieres negar a Cristo y afirmar que nuestro profeta es auténtico. ¿No ves cuántos reinos tengo? Además te daré una gran cantidad de oro y plata, los mejores vestidos y adornos que precises. Recibirás, si aceptas, el que tú eligieres entre estos jovencitos, a fin de que te sirva a tu gusto, según tus principios. Y encima te ofreceré pandillas para habitar con ellas, caballos para montar, placeres para disfrutar. Por otra parte, sacaré también de la cárcel a cuantos desees, e incluso otorgaré honores inconmensurables a tus padres si tú quieres que estén en este país.
Pelayo respondió decidido: –«Lo que prometes, emir, nada vale, y no negaré a Cristo; soy cristiano, lo he sido y lo seré, pues todo eso tiene fin y pasa a su tiempo; en cambio, Cristo, al que adoro, no puede tener fin, ya que tampoco tiene principio alguno, dado que Él personalmente es el que con el Padre y el Espíritu Santo permanece como único Dios, quien nos hizo de la nada y con su poder omnipotente nos conserva».
Abderramán III no obstante, más enardecido, pretendió cierto acercamiento físico, tocándole el borde de la túnica, a lo que Pelayo reaccionó airado:«Retírate, perro, dice Pelayo. ¿Es que piensas que soy como los tuyos, un afeminado?, y al punto desgarró las ropas que llevaba vestidas y se hizo fuerte en la palestra, prefiriendo morir honrosamente por Cristo a vivir de modo vergonzoso con el diablo y mancillarse con los vicios».

 
Abderramán III no perdió por ello las esperanzas de seducir al niño y ordenó a los jovencitos de su corte que lo adularan, a ver, si, apostatando se rendía a tantas grandezas prometidas. Pero él se mantuvo firme y permaneció sin temor proclamando que sólo existe Cristo y afirmando que por siempre obedecería sus mandatos.
Abderramán ordenó entonces que lo torturaran y despedazaran, y echaran los pedazos al río.



«¡Oh martirio verdaderamente digno de Dios -concluyen las crónicas- que comenzó a la hora séptima, y llegó a su cumplimiento al atardecer del mismo día! El santísimo Pelayo, a la edad aproximada de trece años y medio, sufrió el martirio según se ha dicho, en la ciudad de Córdoba, en el reinado de Abderramán, sin duda un domingo, a la hora décima, el 26 de junio en la era de 963 [925]».



Otro santo católico proselitista antibergogliano:
 "Su hagiografía refleja que, durante los cuatro años que pasó en Córdoba en calidad de rehén, sin que el rescate fuera pagado por su tío, el obispo, el muchacho destacó por su inteligencia y su fe, haciendo proselitismo de Cristo e insistiendo en que esta actividad fue la que provocó que fuera tentado por Abderramán III para convertirse al islamismo, lo que él rechazó con vehemencia: "Sí, oh rey, soy cristiano. Lo he sido y lo seré por la gracia de Dios. Todas tus riquezas no valen nada. No pienses que por cosas tan pasajeras voy a renegar de Cristo, que es mi Señor y tuyo aunque no lo quieras".

El pequeño Pelayo quedaba admirado al contemplar que muchos de los que antes habían compartido con él la cárcel estaban ahora en lugares de honor ¿Por qué? La respuesta era fácil: habían claudicado de su fe o habían consentido en aberraciones vergonzosas.
Un día se acercó a él el carcelero .y le dijo: "Te felicito, pequeño, porque el rey ha puesto los ojos en ti y quiere honrarte". Lo perfumaron, lo vistieron de sedas.., y lo presentaron ante el rey Abderrahmán. Al llegar a su presencia, el rey le dijo: "Niño, grandes honores te aguardan; ya ves
mi riqueza y mi poder; pues si haces cuanto te diga, una gran parte será para ti. Tendrás un palacio, oro, plata, caballos y cuantos esclavos y esclavas y todo que quieras apetecer. Sólo una cosa es necesaria para ello: que te hagas musulmán como yo, pues he oído decir que a pesar de ser tan joven ya haces prosélitos para tu religión". El joven Pelayo contestó valientemente con las palabras con que hemos empezado esta preciosa biografía.



Oración



Señor, Padre nuestro, que prometiste a los limpios de corazón la recompensa de ver tu rostro, concédenos tu gracia y tu fuerza, para que, a ejemplo de san Pelayo, mártir, antepongamos tu amor a las seducciones del mundo y guardemos el corazón limpio de todo pecado. Por nuestro Señor Jesucristo.

San Pelayo de Córdoba, el joven que prefirió la muerte antes que ceder a la corrupción moral y ser martirizado antes que apostatar

 

miércoles, 25 de junio de 2025

Prevost continúa la guerra contra la vida consagrada: pone la supervisión de las órdenes tradicionales en manos de activistas homosexuales, idólatras y enemigos de la Misa Tradicional


El diablo siempre ha intentado, por medio de los herejes, privar al mundo de la Misa, convirtiéndolos en precursores del Anticristo, quien, antes que nada, intentará abolir, y de hecho abolirá, el Santísimo Sacramento del altar, como castigo por los pecados de los hombres, según la predicción de Daniel: «Y le fue dada fuerza contra el sacrificio continuo» (Daniel 8,12). San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia (1696-1787).

«Los hijos de Belial (Deut. 13, 14), los ESCLAVOS DE SATANÁS, los AMIGOS DE ESTE MUNDO de pecado, ¡todo viene a ser lo mismo!, han perseguido siempre y perseguirán más que nunca de hoy en adelante a quienes pertenezcan a la Santísima Virgen, como en otro tiempo Caín y Esaú, figuras de los réprobos, persiguieron a sus hermanos Abel y Jacob, figuras de los predestinados. Pero la humilde María triunfará siempre sobre aquel orgulloso, y con victoria tan completa que llegará a aplastarle la cabeza, donde reside su orgullo». SAN LUIS MARÍA DE MONTFORT, Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen, n.º 54.


 Los curas gay odian la Misa Tridentina porque les evoca y les hace recordar una teología moral que ellos desprecian




Santo Tomás de Aquino al comentar Romanos 1 señala que los sodomitas son idólatras



ENTREGADOS A LA INMUNDICIA – Romanos 1:24-25


"La carne, dice San Bernardo, es el instrumento o más bien la cuerda con que Satanás sujeta y ata al voluptuoso. (Serm. 39, Bar-bier., T. 1, p. 484) El demonio se burla de él, le hace adelantar, retroceder, le lleva a donde quiere, al través de esquinas, malezas, tinieblas, y por senderos penosos y rodeados de precipicios. Le hace caer y volver a caer, le precipita en el hábito y este hábito se convierte en necesidad, dice San Agustín: "Dum consuetudini non resistitur, facta est necessitas." (Barbier., ibid., ibid.)"


 1 Tesalonicenses 4: 2,6
2 Esta es la voluntad de Dios, a saber, vuestra santificación, que os abstengáis de la fornicación 6 porque no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santidad. 
1 Tesalonicenses 4:8 Por tanto, quien rechaza esto, no rechaza la autoridad humana, sino a Dios, que también os da su Espíritu Santo.

San Agustín de Hipona: Aquellos a quienes el apóstol reprendió entendían pero no dieron gracias a Dios y, profesando ser sabios, en realidad se hicieron necios y cayeron en la idolatría.

“Destruye la Misa y destruirás la Iglesia.” — Heresiarca Martín Lutero



 Bienvenidos a la iglesia sinodal

La guerra de León XIV contra la vida consagrada continúa: Bendecidores del mismo sexo y defensores del rito amazónico ahora supervisan las órdenes tradicionales. ¿Qué mejor manera de salvaguardar el futuro de la vida consagrada que entregándosela a hombres que bendicen a parejas del mismo sexo, promueven el sincretismo pagano y tratan el sacerdocio como una tarea compartida? Esa, al parecer, es la visión de León XIV, a juzgar por sus nombramientos del 24 de junio para el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (DICLSAL): el organismo del Vaticano encargado de supervisar las órdenes religiosas, incluidas las que practican la misa en latín.



La alineación no es nada menos que una provocación teológica.

Entre los nuevos miembros se encuentran el cardenal Arthur Roche, el pirómano litúrgico de la era de Francisco; el cardenal Cristóbal López Romero, un férreo defensor de la Fiducia Supplicans y sus "bendiciones pastorales" para personas del mismo sexo; y el cardenal Jaime Spengler, el prelado brasileño que impulsa activamente un rito amazónico impregnado de paganismo indígena y "abierto" al clero casado.


Los tres tendrán ahora voz en el mismo dicasterio responsable de regular la FSSP, el Instituto de Cristo Rey y otras instituciones religiosas tradicionales. En otras palabras: ahora los zorros dirigen el gallinero.


El regreso del cardenal Roche: Aumento de la hostilidad litúrgica



El lugar de Roche en esta camarilla no sorprende. Como ejecutor de la Traditionis Custodes, dedicó la mayor parte de la última década a extinguir la misa en latín dondequiera que se atreviera a florecer. Su aversión por la piedad tradicional está bien documentada; tanto es así que, según se dice, un alto cargo de su oficina expresó su consternación por el éxito de la peregrinación a Chartres simplemente porque incluía la liturgia tridentina.

Ahora, instalado en DICLSAL, Roche participará en el escrutinio de las constituciones, el liderazgo y la existencia misma de las comunidades tradicionales. El hombre que una vez calificó la misa tradicional como una "amenaza para la unidad" ahora está en la posición de determinar si se permitirá la existencia de los monjes, monjas y sacerdotes que la aman.

Cristóbal Romero: el vendedor favorito de Fiducia



El cardenal Romero, arzobispo de Rabat, es conocido por su lealtad ideológica a la Fiducia Supplicans, el caballo de Troya del Vaticano para las bendiciones entre personas del mismo sexo. Tras el rechazo acertado del documento por parte de la mayor parte de África, Romero emitió una declaración instando a los católicos a "evitar cualquier espíritu de controversia" y aceptar la declaración como una profundización del "discernimiento".


En otras palabras, callaos y bendecidlo.


Romero ha insistido en que incluso las "parejas irregulares" que piden bendiciones merecen el beneficio de la duda. Se acabó el miedo al escándalo. Se acabó la claridad. Lo que queda es un embrollo de afirmaciones emocionales que se hacen pasar por misericordia; todas diseñadas para bautizar el desorden moral.


Este es el hombre que ahora ayudará a decidir el destino de las congregaciones religiosas ligadas a los votos, la moral y la teología tradicionales.


El Rito de la Selva de Spengler y la Marcha de los Viri Probati




El cardenal Spengler, presidente de la Conferencia Episcopal Latinoamericana, ha estado durante mucho tiempo al borde del desastre doctrinal. Su coqueteo con un rito amazónico, que incluye simbolismo pagano y rituales indígenas, ha sido bien documentado. Elogia la "dignidad" de la inculturación tribal e insinúa que aprobaría la ordenación de hombres casados ​​como una necesidad pastoral.

Cuando se le preguntó sobre la bendición de las parejas homosexuales, Spengler ofreció el tipo de sentimentalismo que hoy se hace pasar por sabiduría pastoral: "¿Son personas? Si son personas, merecen nuestro respeto". Es el equivalente teológico de "El amor es amor". Y ahora, este mismo hombre ayudará a determinar si un monasterio carmelita tradicional en los Alpes es suficientemente "sinodal". El cardenal Spengler, presidente de la Conferencia Episcopal Latinoamericana, ha estado durante mucho tiempo al borde del desastre doctrinal. Su coqueteo con un rito amazónico, que incluye simbolismo pagano y rituales indígenas, ha sido bien documentado. Elogia la "dignidad" de la inculturación tribal e insinúa la aprobación de la ordenación de hombres casados ​​como una necesidad pastoral.




Cuando se le preguntó sobre la bendición de las parejas homosexuales, Spengler soltó la clase de sentimentalismo que hoy se hace pasar por sabiduría pastoral: "¿Son personas? Si lo son, merecen nuestro respeto". Es el equivalente teológico de "El amor es amor". Y ahora, este mismo hombre ayudará a determinar si un monasterio carmelita tradicional en los Alpes es suficientemente "sinodal".

¿Inculturación o infiltración?

Con Spengler ahora como miembro con derecho a voto del dicasterio que supervisa la vida religiosa, su larga indagación con un nuevo rito amazónico cobra nueva gravedad. El proceso de inventar una liturgia sincrética, con vestimentas tribales, cuencos de incienso de arcilla y gestos ambiguos hacia lo divino, ya está en marcha. Los mismos obispos que Spengler representa han admitido abiertamente que estas prácticas provienen de rituales paganos indígenas. No son simplemente catolicismo inculturado, sino las formas sacras de otra religión, ahora invitadas al santuario.

En 2019, Roma recibió a la Pachamama en San Pedro. En 2025, podríamos ver su liturgia recibir la aprobación eclesiástica.



¿Y quién lo aprobará? Los mismos hombres que ahora supervisan la vida religiosa tradicional. Los mismos hombres que quieren monjes con sandalias y estolas arcoíris, no con capuchas y sotanas. En sus manos, la cuestión ya no es si la vida religiosa debe conformarse a Cristo, sino si puede adaptarse a cada auténtica "necesidad humana", una categoría tan flexible que ahora incluye la bendición del pecado mortal y la reescritura de la misa para apaciguar los espíritus locales.

El verdadero objetivo: Las pocas órdenes aún fieles


No olvidemos la importancia de este dicasterio. El DICLSAL ha sido el instrumento predilecto del Vaticano para sofocar la vida religiosa tradicional. Bajo el papa Francisco, produjo Cor Orans, el documento que eliminó la autonomía de los conventos contemplativos. Es el mismo dicasterio que ahora exige a los obispos la aprobación del Vaticano antes de fundar cualquier nuevo instituto religioso, impidiendo así la formación de nuevas comunidades tradicionales.

Ahora cuenta con una religiosa como prefecta (Sor Simona Brambilla) y una laica en su consejo directivo. Bienvenidos a la iglesia sinodal, donde gobernar sin ordenación es una característica, no un defecto.

Esta ya no es la época de San Bernardo ni de Santa Teresa de Ávila. Es la época de Brambilla y Roche.

Conclusión: No es reforma, sino reeducación

Los pocos vestigios de la vida religiosa fiel, aquellos que se aferran a la antigua misa, a los antiguos votos, a las antiguas enseñanzas, están siendo puestos bajo el control de hombres que los han rechazado abiertamente. No se trata de un asunto de gobierno ni de supervisión, sino de una toma de control hostil.

Y mientras las comunidades de la misa en latín experimentan visitas, reestructuraciones y diálogos pastorales, los mismos prelados que promueven el sincretismo y la ambigüedad moral sonreirán desde sus tronos en Roma, recordándonos que el discernimiento es la nueva doctrina y la unidad, la nueva fe.

Pero los católicos fieles no deben dejarse engañar. Esto no es unidad ni discernimiento. Es coerción.

Y la guerra contra la vida consagrada ya no se libra en la sombra. Ahora marcha bajo la bandera de la sinodalidad: bendiciendo uniones irregulares, elogiando rituales amazónicos y silenciando lo que queda de lo sagrado.


                                                    ***
“No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque sus obras eran malas y las de su hermano justas.” 1 Juan 3:12



Los pecados que violan el Primer Mandamiento son la superstición, la idolatría, la brujería, el sacrilegio, el ateísmo y tentar a Dios.

El Primer Mandamiento de Dios se transgrede:
Al oponerse a la religión.
Al adorar ídolos.
Al practicar supersticiones.
Al invocar espíritus.


1 Corintios 6:9-10
Nueva Biblia Católica
¿No saben que los malvados nunca heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Fornicarios, idólatras, adúlteros, prostitutos, sodomitas,[a] 10 ladrones, extorsionadores, borrachos, calumniadores, estafadores: ninguno de estos heredará el reino de Dios.
Sodomitas: ver nota sobre 1 Timoteo 1:10
1 Timoteo 1:10 NVI
para los fornicarios, sodomitas, traficantes de esclavos, mentirosos, perjuros y cualquier otra cosa...

Sodomitas: varones adultos que tienen relaciones con jóvenes prostitutos. Estos últimos también son conocidos como catamitas, por el nombre en latín (Catamitus) de Ganimedes, el copero de los dioses en la mitología griega. 
Ver también Romanos 1:26s y 1 Corintios 6:9. Traficantes de esclavos: literalmente, “traficantes de hombres”, que incluían tanto a esclavos como a hombres destinados a ser arrojados a la arena o a servir a vicios innombrables.
El Apocalipsis llama a los sodomitas «perros» y los coloca fuera del Cielo. 
Apocalipsis 22:15: Afuera estarán los perros, los hechiceros, los fornicarios, los asesinos, los idólatras y todo aquel que ama y practica la mentira. 

Tanto es así que el Apocalipsis llama al falso profeta «Bestia», también conocido como el hijo de perdición y también como el hombre sin ley, porque al usurpar el lugar de Dios desafía la Ley de Dios.

Apocalipsis 22:15

Nueva Biblia Católica

15: Otros deben quedarse fuera: los perros, los hechiceros, los inmorales sexuales, los asesinos, los idólatras y todo aquel que ama y practica el engaño.




Cardenal Zen: "El Dios más misericordioso odia el comportamiento homosexual"

  Judas 7  Y Sodoma y Gomorra, junto con las ciudades limítrofes entregadas como ellas a la lujuria y a la homosexualidad, sufrieron el cast...